¿Qué consecuencias sociales trae el fundamentalismo religioso?
El adoctrinamiento que realizan las religiones, sobre todo a la infancia, a veces deja unos regueros de desconsuelo muy grandes. A veces las religiones no son ese remanso de paz del que tanto presumen. A veces las religiones tienen más que ver con los conflictos sociales y personales que con un aporte de tranquilidad. Sobre todo las religiones abrahámicas en las que se decantan por un excesivo sufrimiento para alcanzar una esperada dicha con un encuentro con el presunto Dios cuando fallezca la persona. Otros tipos de filosofías místicas o religiosas también traen problemas sociales muy importantes que se vienen arrastrando desde hace milenios como por ejemplo el budismo y su sistema de castas en la cual hay una un espectro social que va desde los muy ricos muy ricos hasta la pobreza más extrema y todos asumen que tienen una posición en ese devenir humano impuesta por algunas deidades, por algún karma o por algún tipo de idea irracional.
Las religiones gustan de poner metáforas en sus discursos como por ejemplo que la vida religiosa se ha ido enriqueciendo a través de los milenios de la experiencia del desierto, de la periferia y de la frontera. Provocar incertidumbre, sobre el futuro de las personas, en base a quitar o poner castigos dependiendo de lo que llaman pecados puede generar un clima de miedo y pánico en algunas personas. Las supuestas consecuencias espirituales e individuales de una educación fanática religiosa está dando paso a que muchas voces se alcen para decir que para enseñar doctrinas religiosas no hace falta meter miedo.
Cuando las religiones cometen delitos (mayormente de Lesa Humanidad)o cuando los religiosos en sus excesos de poder cometen delitos, que sus acólitos tapan, se producen fracturas humanas tanto en los cognitivos como en las creencias que son difíciles de subsanar. Cuando se cometen delitos en nombre de una religión o de un Dios a veces es difícil denunciarlo en los tribunales penales. Emergen los victimismos de los religiosos que rasgándose las vestiduras y flagelándose metafóricamente empiezan a soltar discursos en los cuales echan las culpas a las víctimas para seguir manteniéndose en el poder.
La persuasión coercitiva suele ser el faro guía de estos religiosos que quieren mantener el control de sus feligreses a toda costa. No les importa si están causando daños cognitivo, eso es lo de menos, hay que conseguir unos objetivos de poder sea como sea.
El tema es que hay personas que quieren salir de las religiones y se encuentran con unos impedimentos tanto personales como sociales que son un freno en sus vidas. A estas personas les cuesta mucho contemplar un futuro sin una estructura religiosa que es soporte en su vida social y su vida personal. Ante estas situaciones se pueden desencadenar cuadros de depresión, ansiedad o diversos grados de trastorno de pánico.
Se ha relacionado el fundamentalismo religioso con una baja apertura a nuevas experiencias y a niveles altos de autoritarismo, actitudes prejuiciosas, discriminación hacia homosexuales, grupos étnicos, madres solteras y otras minorías. Se han constatado actos violentos hacia personas del exogrupo o de grupos minoritarios.
Hay que tener claro que hay muchas organizaciones religiosas destructivas. Organizaciones capaces de causar graves daños en varios aspectos personales y sociales de la vida de una persona. Suprimir la voluntad de los fieles feligreses, atribuir valor existencial a conceptos como cielo, infierno, pecado que son utilizados para manipular e intimidar produce una violencia psicológica, en principio, brutal en los cerebros en desarrollo de los niños. Ese adoctrinamiento basado en el temor, amenazas implícitas, e impuestos sentimientos de culpa afectan al desarrollo óptimo de una personalidad autónoma.
Las religiones abrahámicas se han caracterizado por educar en la religión el miedo. Miedo al infierno de las llamas eternas, de los suplicios del demonio. Devoción ante unas imágenes tan grandes llenas de sufrimiento y de lo que denominan pasión. De la misma manera los fanáticos muestran conductas exacerbadas ante la mínima sensación de ofensa a su religión. La ofensa a la religión engloba lo que antiguamente era la blasfemia, la herejía y por consiguiente recibía el castigo de la apostasía, el anatema, esto es la expulsión de la religión.
Estás manifestaciones conductuales van desde el miedo exacerbado a lo que pueda pasar por si no se cumplen los preceptos religiosos y en el otro extremo del espectro este miedo exacerbado a la ofensa que puedan hacer algunos considerados herejes, todo ello forma parte de las rutinas del adoctrinamiento.
Cuando la fe se convierte en una obsesión que no aporta consuelo y que se experimenta una extrema ansiedad porque se piensa que se están violando normas religiosas y se siente una extremada necesidad de corregir esos errores, podemos estar hablando de trastornos que van más allá de la ansiedad incluso podemos estar hablando de un trastorno obsesivo compulsivo religioso. Reconocer estos signos y síntomas es fundamental porque la religión o vivir la religión debería ser un compromiso personal que presuntamente aportará una tranquilidad y un bienestar cognitivo que no se da en estos casos.
Si en la edad adulta una persona decide dejar la organización religiosa en primer lugar se enfrenta al ostracismo. Después puede llegar la depresión, ansiedad y ataques de pánico que perturban su personalidad y sus relaciones sociales incipientes fuera del ámbito religioso.
Está emergiendo un nuevo concepto llamado “síndrome de trauma religioso” propuesto por la Doctora en Psicología Clínica Marlene Winell. La religión puede causar traumas físicos y psicológicos en el férreo adoctrinamiento que han impuesto durante siglos. El fundamentalismo religioso es un freno de mano cognitivo, social, filosófico, científico y cultural. Las prácticas abusivas que coartan la libertad de expresión, la libertad de reunión, la libertad de religión es un lastre que está durando siglos. Obligar a los niños a participar de los ritos y los rituales religiosos puede devenir en maltrato infantil. Una cuestión como la religión tiene que ser una decisión plenamente consciente, comprendiendo hasta las últimas consecuencias qué quiere decir “pertenecer a una religión” y por supuesto, ninguna religión tiene que romper el equilibrio de dos necesidades básicas humanas que son la necesidad de individualidad y la necesidad de pertenencia al grupo. La religión, da igual qué religión, no se elige libremente, se impone según la zona del planeta en que se ha nacido.
El término “síndrome de trauma religioso” no está reconocido aún por el Manual de Diagnóstico de Desórdenes Mentales (DSM), pero pueden verse los paralelismos claramente.
Muchos adultos cuando quieren romper los lazos de relaciones religiosas experimentan signos y síntomas perturbadores: confusión, ansiedad, ataques de pánico, trastornos del sueño y la alimentación, ruptura de la red familiar y social, soledad, culpa, mucha culpa por intentar dejar atrás unas relaciones sociales que le estaban causando mucho sufrimiento.
Empecemos por el principio
Hay que distinguir con toda la claridad posible lo que se denomina como creencia religiosa, protegida a través de la garantía del ejercicio del derecho de libertad religiosa, de lo que es el fundamentalismo que se puede resumir muy expresivamente como una verdadera patología social.
Así es en el artículo 16.uno de la Constitución Española dice:
1. se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Esta entrada es el guion de un directo de YouTube con el psicólogo Ulises A. Licea, que es mexicano, también pongo lo que dice la Constitución Mexicana respecto a las creencias religiosas.
El artículo 24 de la Constitución Mexicana dice:
Todo individuo es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituya un delito o falta penados por la ley.
El artículo 27 en su punto 2 dice:
Las asociaciones religiosas denominadas iglesias, cualquiera que sea su credo, no podrán tener capacidad para adquirir, poseer o administrar bienes raíces, ni capitales impuestos sobre ellos, excepto aquellas que requieran directamente para sus actividades de carácter administrativo y de educación religiosa. Tampoco podrán poseer empresas lucrativas ni partes sociales de las mismas, cualquiera que sea su naturaleza. Los templos destinados al culto público siempre serán de la propiedad de la nación, en los términos que señale la ley y para la exclusiva realización de las actividades religiosas.
Bueno, hasta aquí “todo muy legal”, pero en realidad no es tan “así”. El fundamentalismo religioso es clave para entender situaciones de discriminación y violencia que se viven alrededor del mundo. Variables como la orientación religiosa, identidad grupal y religiosidad, entre otras que veremos más tarde, como predictores del fundamentalismo religioso.
En el mundo de las creencias religiosas hay una serie de conceptos que se tienen que definir desde el primer momento en el que se entable una conversación para tener un vocabulario común, algunas de estas definiciones son:
Alma: Es el presunto soplo vital que un supuesto Dios insufla a los humanos cuando nacen. Es la entidad de abstracta tradicionalmente considerada la parte inmaterial qué junto al cuerpo constituye el ser humano. Se asume que es espiritual e inmortal y que cuando fallece un humano es separada del cuerpo. También dicen que es esencia inmaterial que define al individuo y a la humanidad.
Clericalismo: Ideología que defiende la influencia del clero en los asuntos políticos de una sociedad.
Dios: Es un término qué designa con diferentes significados según las culturas, una entidad superior dotada de potencia sobrehumana. dentro del ámbito de las religiones abrahámicas esto es judaísmo cristianismo islamismo se designa como Ser Supremo, sobrenatural, personal, absoluto, existe por sí mismo y por ello es necesario, eterno, infinitamente perfecto, creador del mundo, legislador, juez, recompensador, Santo.
Divinidad: Es la esencia o la naturaleza propia del Dios o de los dioses.
El hecho religioso/El fenómeno religioso: Acontecimiento humano por el cual la relación con Dios se dice que es propia, es la relación que puede surgir entre el humano con un ser presuntamente trascendente.
Espiritualidad: Básicamente la espiritualidad es el conocimiento, aceptación o cultivo de la existencia inmaterial de uno mismo, la espiritualidad humana es definida como la conciencia de una parte de nosotros que no se manifiesta materialmente y que está ligada a algo superior a todos los seres vivos. En religión, la espiritualidad es dirigir la vida y desarrollo espiritual según las enseñanzas y normas de un dios o profeta.
Fundamentalismo: Está definición es propuesta por Altemeyer y Hunsberger en 2004 y es la creencia en la existencia de una sola suma de enseñanzas religiosas que contienen la verdad esencial acerca de la humanidad y la Deidad, que deben de seguir esta segunda práctica tradicionales del pasado y que quienes las obedecen tienen una relación especial con la deuda.
Laicismo: Corriente ideológica que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y especialmente la del Estado, de toda influencia religiosa o eclesiástica. Es un régimen social de convivencia, cuyas instituciones políticas están legitimadas por la soberanía popular y no por los elementos religiosos.
Misticismo: Estado de perfección religiosa qué consiste en la unión al contacto del alma con la divinidad, también es una corriente religiosa que propone la unión del alma con Dios por diversos medios como el ascetismo, la devoción, el amor, la contemplación, etc. En esa unión inefable del alma humana con el Dios supuestamente a través del amor a veces va acompañada accidentalmente de éxtasis y de revelaciones. También dicen que es la doctrina religiosa y filosófica enseña la comunicación inmediata y directa entre las personas y la divinidad.
Religión: El conjunto de creencias y actos culturales que expresan la relación del hombre con lo sagrado y con la divinidad. En los actos culturales se reflejan unas normas de comportamiento y de ceremonias de oración o sacrificio que son las propias de un determinado grupo humano. Incluyen normas morales para la conducta individual y social, sentimientos de veneración, y emoción de temor hacia la divinidad. Las religiones monoteístas se caracterizan por proselitismos de verdades reveladas a través de la fe en los misterios cristianos, judíos e islámicos.
Religiosidad: Es la cualidad o circunstancias de las personas que tienen creencias religiosas. Es manifestación visible de la práctica y cumplimiento de los preceptos que son propios de una religión y de la forma de vida y actuación de esta religión conlleva Se trata de poner mucho esmero en cumplir las obligaciones religiosas. Es un término sociológico, filosófico y religioso utilizado para referirse a varios aspectos de la actividad religiosa, su dedicación y su creencia. También supone una forma de medir cuánto se ciñen las personas a las indicaciones que su religión les dictamina.
Sagrado: Es lo que se considera digno de veneración u objeto de culto. Es aquello que está dedicado a una divinidad o al culto de esa divinidad como por ejemplo la religión y sus misterios. Es aquello que merece un respeto excepcional y no puede ser ofendido
Secularización: Es el proceso de separación entre el Estado y las confesiones religiosas. Implica que los ciudadanos de una determinada sociedad, normalmente países, sientan un menor apego por la religión. Por extensión se refiere a la pérdida de influencia de la religión en la cultura.
Lo que nos interesa es el fundamentalismo
El fundamentalismo tiene una serie de características que diversos autores han coincidido en estos cuatro básicas:
- la concepción de los textos sagrados como una forma directa de revelación divina,
- estos textos sagrados están exentos de error,
- la interpretación de esos textos sagrados debe ser literal,
- desconfiar de la razón humana rechazar el aporte científico que intente hacer una crítica de esos textos sagrados.
Entre las consecuencias del fundamentalismo tenemos a los prejuicios, la discriminación, la intolerancia, el fanatismo, la persecución, la explotación física y el abuso psicológico dentro de determinada religión. El fundamentalista ante los que piensan diferente tendrá prejuicios, adelantará juicios de valor con respectos a ellos no por su carácter o acciones sino por sus ideas distintas descalificando a sus propugnadores. Tiene juicios de valor elaborados de antemano sobre el mundo y las demás personas que piensan diferente que él lo que le lleva a discriminarlas y no tolerarlas. Así, tendrá prejuicios contra ellas y las pondrá a todas en un mismo saco: el de los herejes, blasfemos, impíos o perversos. Eso puede traer como consecuencia que el fundamentalista se convierta en un fanático, un apasionado de sus creencias que trate a los que no piensan como él de modo violento verbal y físicamente, de ese modo estaría infringiendo la ley civil pero no, según su visión, la ley de Dios.
La religiosidad que manifiestan las personas que rinden cultos religiosos se caracteriza por un mayor dogmatismo, mayor cantidad de actitudes discriminatorias y exhibir un pensamiento cerrado. Dando lugar a las consecuencias del fundamentalismo. Los más fanáticos, los que más hacen por mostrarse dignos de sus dioses por medio de ritos y rituales son más proclives a caer en las irracionalidades de delirios mesiánicos y demás comportamientos antisociales.
El fundamentalismo:
- no es un fenómeno exclusivo de nuestro tiempo ni de una cultura o clase social en particular, pero crece mucho más en seguidores mientras más iletrados y pobres sean.
- Está latente en cualquier religión o ideología política.
- promueve formas conservadoras o arcaicas de pensar y actuar.
- cree en una única verdad: la suya propia.
- Es intolerante con formas liberales o modernistas de pensar y actuar.
- necesita del poder político para defenderse de sus supuestos archi enemigos y así declararlos fuera de la ley, perseguirlos, aprisionarlos o ejecutarlos.
- tiende a expresarse de forma violenta tanto psicológica como físicamente.
- es una traba para el avance del conocimiento científico y el cambio social
- no crece fácilmente donde hay avance científico y bienestar social.
- en definitiva, el fundamentalismo es literalista, autoritario, discriminatorio, intolerante y fanático (Paz y Miño 2004).
Muchos autores religiosos intentan explicar a través de diferentes libros, ensayos, artículo periodístico o científicos, que el fanatismo deriva de una interpretación errónea de los textos sagrados.
Y todo esto para qué
Hay veces que el adoctrinamiento trae consecuencias más allá de las propuestas por el fanatismo. Son consecuencias individuales porque se ha roto el equilibrio entre dos necesidades básicas, la necesidad de individualidad y la necesidad de pertenencia al grupo.
La religión ha sido estudiada de manera exhaustiva y exclusiva por disciplinas como la antropología, la sociología, la historia y la filosofía. Actualmente la psicología está haciendo importantes aportaciones es lo que se refiere al estudio de las variables que pueden llevar a una persona a pensar y comportarse de cierta manera, entre ellas el fanatismo religioso.
Cuando por cualquier motivo hay gente que ha salido de una religión, en el que su mundo estaba sujeto a unas reglas muy estrictas, y a partir de ese momento tiene que decidir por sí mismo todo lo que tiene que hacer para vivir, tiene que decidir cómo enfocar su futuro, ante la constante duda, la constante emergencia en la toma de decisiones, el sentimiento de culpa puede ser muy acuciante, y ese temor a estar cometiendo un pecado grave puede dar paso a ataques de pánico en su vida nueva.
La psicóloga y doctora Marlene Winell está convencida de que una persona que abandona la iglesia está experimentando algo parecido al trastorno de estrés postraumático. Puede tener pensamientos obsesivos, dificultades con la socialización, estados de ansiedad. En 2011, Winell propuso un nuevo término, “síndrome de trauma religioso”. En su artículo para la Asociación Británica de Psicoterapia Conductual y Cognitiva, definió el término como: “Una condición que afecta a las personas que anteriormente estaban en una organización religiosa autoritaria y fueron sometidas a adoctrinamiento”.
Winell explica que a menudo tenía que trabajar con clientes que tenían los mismos síntomas. Se quejaron de una sensación de terror, depresión e intensa culpa. Muchos han experimentado disociación, desamparo aprendido, trastornos del sueño y de la alimentación. Más tarde se dio cuenta de que, además de los síntomas, estos clientes también tienen algo en común: todos abandonaron recientemente comunidades religiosas o dejaron la iglesia. En cada una de estas comunidades se practicó la intimidación y la supresión de la voluntad de los feligreses y se desalentó la comunicación con el mundo exterior.
Como explica Winell, el “síndrome de trauma religioso” es más común en personas que abandonan organizaciones que se inclinan hacia el fundamentalismo, aquellas en las que las ideas del infierno, el cielo y el pecado son fuertes. Entre ellos se encuentran los movimientos cristiano, islámico y judío. Los clientes de Winell incluyen a muchos seguidores de la Iglesia Pentecostal y otras iglesias protestantes evangélicas; son muy diversas en los Estados Unidos y es más probable que los evangélicos tengan puntos de vista más estrictos que otros protestantes.
Conclusión
Personalmente no considero que sea estrés postraumático pero si considero que esta emergencia del síndrome de trauma religioso es muy importante y hay que tenerlo en cuenta.
El DSM-V define el trastorno por estrés postraumático como:
A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes:
Experiencia directa del suceso(s) traumático(s).
Presencia directa del suceso(s) ocurrido a otros.
Conocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o accidental.
Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso(s) traumático(s) (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil).
Nota: El Criterio A4 no se aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta exposición esté relacionada con el trabajo.
B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza después del suceso(s) traumático(s):
Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s) traumático(s).
Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso(s) traumático(s).
Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso(s) traumático(s). (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.)
Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).
Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).
C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza tras el suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:
Evitar o esforzarse para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).
Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).
D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s), que comienzan o empeoran después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:
Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s) (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).
Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).
Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso(s) traumático(s) que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás.
Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza).
Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas.
Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).
E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s), que comienza o empeora después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:
Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
Comportamiento imprudente o autodestructivo.
Hipervigilancia.
Respuesta de sobresalto exagerada.
Problemas de concentración.
Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).
F. La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.
G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
H. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
Por ejemplo, medicamento, alcohol, etc.) o a otra afección médica.
Especificar si:
Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes:
1. Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal (p. ej., como si se soñara; sentido de irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio).
2. Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en un sueño, distante o distorsionado). Nota: Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento, comportamiento durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja). Especificar si: Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento (aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas puedan ser inmediatos).
CIE-11 Trastorno por estrés postraumático
https://icd.who.int/browse11/l-m/es#http%3a%2f%2fid.who.int%2ficd%2fentity%2f505909942
Y visto lo que dicen tanto el DSM-V (USA) como la CIE-11 (OMS) considero que la propuesta de la Doctora Marlene Winell tiene peso específico propio. Considerar una entidad diagnóstica al Síndrome trauma religioso daría paso a canalizar una serie de ayudas a personas que desde el nacimiento se han visto obligadas a mantener un estilo de vida acorde con unas ideas irracionales que incluso niegan lo que es vivir en la sociedad actual. Que algunas congregaciones religiosas prohíban ver la tele, ir al cine, ridiculizar constantemente a los feligreses, repartir premios y castigos en base a lo que un charlatán religioso diga, que a lo peor incluso está cometiendo delitos en nombre de un dios, es algo que deja secuelas cognitivas graves.
Los tipos de problemas o síntomas del Síndrome de Trauma Religioso se pueden clasificar en las siguientes áreas:
Mental/Emocional: ansiedad, depresión, dolor, ira, falta de propósito, falta de futuro, problemas cognitivos, autoestima negativa
Relacional: problemas con familiares y amigos debido a la religión, pérdida del sistema de apoyo social
De desarrollo: áreas retrasadas del desarrollo humano debido al aislamiento religioso y la conformidad, incluido el pensamiento crítico, la toma de decisiones, la formación de identidad, la regulación emocional, la sexualidad saludable, las habilidades sociales, la creatividad, la autoeficacia y el sentido de la vida.
Cultural: experiencia de “pez fuera del agua” en el mundo
Tras la experiencia ya de varios años tratando a personas que ha padecido este conjunto de signos y síntomas:
Muchas personas que han dejado la religión han tenido suficiente Experiencia Religiosa Tóxica (TRE) para producir síntomas de TEPC complejo, que es “trauma” en el sentido más clínico. Al igual que otros traumas, el trauma religioso puede producir ansiedad en forma de “flashbacks emocionales”, que pueden parecer ataques de pánico, entre otras respuestas.
Relacionado con todos estos problemas está el hecho de que las religiones autoritarias enseñan dos mensajes básicos y poderosamente tóxicos: “No estás bien” y “No estás a salvo”. La recuperación del daño religioso implica curarse de estas suposiciones profundas, a menudo adoctrinadas desde el nacimiento, y reconstruir una visión del mundo completamente nueva. Esta es una tarea enorme y multidimensional, ya que la religión parece definir toda la realidad, pero hay ayuda disponible.
Dejar la religión de uno es una gran transición de vida, que requiere muchos ajustes y adaptaciones. Debido a que un sistema de creencias puede estar profundamente arraigado y que forma parte de manera muy profunda del historial de aprendizajes de la persona, el mero paso del tiempo no produce necesariamente curación y crecimiento personal.
Los profesionales de ayuda pueden proporcionar la información necesaria y el apoyo para las tareas de recuperación. El daño religioso o la Experiencia Religiosa Tóxica rara vez es un evento único, aunque muchas personas que lo padecen pueden enfocarse en eventos espeluznantes singulares. Más a menudo es una acumulación de exposición a enseñanzas (p. ej., fuego del infierno, pecado original) y prácticas (p. ej., castigos corporales severos, aislamiento) lo que crea el daño.
Parece haber etapas de daño religioso:
Trauma previo a la desconversión: el daño causado por las creencias y prácticas religiosas durante el tiempo que una persona es religiosa o está en un contexto religioso.
Desconversión: el período agudo de estrés al dejar una religión.
Adaptación posterior a la desconversión:
a) los problemas de salud mental a largo plazo,
b) el retraso en el desarrollo,
c) el ajuste cultural en el mundo secular.
Las personas se recuperan y continúan con una nueva vida. La Dr. Winell ha estado haciendo este trabajo durante treinta años con muchos pacientes, dando como resultado un conocimiento concreto sobre estrategias efectivas. El reconocimiento de STR está aumentando en los campos de los servicios humanos, hay más ayuda disponible y se están realizando investigaciones.
Considerar que cuando se sale de una religión de corte sectario en la cual la persuasión coercitiva ha sido el timón para conseguir objetivos, la desorientación personal y social es máxima. Prestar ayuda psicológico se hace esencial, indispensable para retomar el control de la vida propia y poder hacer planes de futuro a corto y largo plazo.
Bibliografía:
https://matimatarredona.medium.com/el-abuso-religioso-7ee1a7a016de
http://appweb.cndh.org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/fas_CPCDH13.pdf
https://www.filosofia.org/ave/002/b024.htm
http://portal.amelica.org/ameli/jatsRepo/514/5142247004/html/index.html
https://laicismo.org/que-es-el-laicismo-definicion-de-laicismo-y-laicidad
https://es.womankindstyle.com/8696093-god-will-judge-them-what-is-religious-trauma-syndrome
https://psicoterapeutas.com/trastornos/dsm5_criterios_tept/
https://icd.who.int/es/docs/Guia%20de%20Referencia%20(version%2014%20nov%202019).pdf
Otros Conceptos
Hierología: en la actualidad se encuentra desusada alude como una ciencia que abarca todos los conocimientos relacionados a los elementos, cosas y objetos sagrados y así mismo a los diferentes dogmas, creencias y religiones del mundo, así mismo las costumbres y el modo de vivir.
Exegética/exégesis: Extraer el significado de un texto dado. Es una explicación o una interpretación de textos.Consiste en considerar el texto de manera objetiva para extraer su significado.
Sebasmático: Doctrina sobre la historia de la religión. También se utilizó el adjetivo sebasmático para designar todo aquello que tenga que ver con el conocimiento de los valores de los sagrados, tanto si son valores religiosos referidos a númenes o adiós es, como si son valores Santos referidos a hombres excepcionales, o a valores fetiches referidos a cosas sagradas.