Youtuber a los 55, capítulo 5
Ateísmo
La persona atea se caracteriza por no creer en dioses, ya está, no hay más que eso. Que no haga falta un dios para llenar la parte humana de las creencias es algo que mucha gente no comprende.
Para disimular mucho, porque los mandamases religiosos han invertido muchos esfuerzos en meter cuestiones filosóficas en las creencias en dioses, lo llaman “pensamiento religioso”, así suena más intenso, más intelectual, y llena espacios de poder, porque para algunos no hay nada más importante que la naturaleza y designios de la divinidad.
Y es que tienen órdenes estrictas desde los diferentes mandamases religiosos, por lo que se refiere a la cristiandad, las órdenes directas vienen de 1965 cuando se realizó el Concilio Vaticano II, cuando en Roma, el 7 de diciembre de 1965. CONSTITUCIÓN PASTORAL GAUDIUM ET SPES (la alegría y la esperanza) SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL, papa Pablo VI.
Fue convocado por el Papa Juan XXIII en 1962 y clausurado por el Papa Pablo VI en 1965. Se propuso actualizar la vida de la Iglesia sin definir ningún dogma, pero esto tenía truco.
El 28 de octubre de 1958, el cardenal Angelo Giusseppe Roncalli fue elegido como papa, adoptando un nombre que había caído en desuso desde los días del Cisma de Occidente (1378–1418), Juan XXIII. Tan sólo tres meses después, el domingo 25 de enero de 1959, el nuevo papa anunciaba inesperadamente, en la basílica de San Pablo extramuros de Roma, la celebración de un nuevo Concilio ecuménico de la Iglesia católica romana, junto con la convocación del primer sínodo de la diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico. Pocos meses después de este fulgurante inicio, Juan XXIII publicaba su primera encíclica, Ad Petri Catedram, en las que se ligaba el anuncio y explicación de la convocación del Concilio con un paternal llamamiento a los cristianos no-católicos a volver a la sede de Pedro. Sin duda alguna, la palabra clave de esta encíclica era la de “unidad”, la cual debía ser alcanzada entre todos los cristianos y entre todos los hombres en general. La Iglesia católica romana se presentaba, así, ante los separados de Roma, como un “maravilloso espectáculo de unidad.” Ya desde el inicio mismo de la encíclica, se señalaba como objetivos del próximo Concilio la “restauración de la unidad, de la concordia y de la paz”, tres expresiones que venían a ser sinónimas.
Entre otras cuestiones el PROEMIO supuestamente escrito por Pablo VI dice así:
Dando órdenes explícitas sobre cuestiones que sobre todo afectan a personas en extrema vulnerabilidad
Y además, para que quede claro el papel de la industria empresarial llamada iglesia alegan:
Siguiendo con el concilio vaticano II de 1965 hay un párrafo que se repite por los siglos de los siglos y ahora los cristianos tienen la orden de hacer un vehemente proselitismo porque parece ser que la industria de la iglesia necesitara imperiosamente ese proselitismo, la orden viene de un señor denominado PABLO OBISPO, SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS, y JUNTAMENTE CON LOS PADRES DEL CONCILIO, Vaticano II, y que quede claro que lo que han hecho es PARA PERPETUO RECUERDO realizan una CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA SOBRE LA IGLESIA llamada LUMEN GENTIUM (luz de las gentes o luz de las naciones), y en el CAPÍTULO I denominado EL MISTERIO DE LA IGLESIA alegan muy alegremente.
Así empezó una serie de despropósitos religiosos que aún venimos arrastrando, misoginia, homofobia, protección a pederastas, es lo que hay detrás de estas “bellas palabras” escritas en latín. Algo que venimos padeciendo desde hace siglos, se va renovando a base de órdenes de la curia eclesiástica y en la cumbre nos encontramos con la infalibilidad papal, vamos, lo que viene a ser en aspectos jurídicos “inimputable”. Pues en ese entorno de reunión de las altas esferas eclesiásticas cristianas tenemos estas “actas”:
Alabanzas poniendo como fuente de autoridad pasajes evangélicos que siglos antes ya se encargaron de montar a base de quitar amenazas, llamadas herejías,incluso quemando escritos y bibliotecas si hacía falta, para que la gloria actual de la empresa llamada iglesia sea eficaz y eficiente para unos pocos humanos del planeta.
OJO, OJO que las demás religiones no escapan, hablo con más soltura del cristianismo porque es la religión que por zona geográfica me ha tocado más de cerca, ya iré hablando de cómo otras religiones tratan a los ateos.
La cuestión es que lo que en ambientes religiosos se llama “la increencia” se muestra ante los ojos de los religiosos como un desafío. En algunos escritos incluso se atreven a ir más allá y proclaman que es “hostilidad”.
https://es.catholic.net/op/articulos/6154/cat/151/el-desafio-de-la-increencia.html#modal
El que primero mete el victimismo es el que tiene ventaja y puede llevarse la baza, algo que los mandamases religiosos saben muy bien.
Y haciendo gala de ese victimismo escribieron una serie de “documentos” para que la industria de la iglesia siga con sus rutinas de engañar, estafar y prometer lo que no se puede prometer a cambio de que sigan aportando sus rutina, sus dineros, sus esfuerzos y sus energías en base “al bien mayor que es dios”.
La religión ha ido perdiendo relevancia social a la hora de presentar su estructura legitimadora del mundo y del poder político.
Centrarse en la biblia para demostrar que la religión cristiana es un fraude es un callejón sin salida. Los escritos que salen de las oficinas del Vaticano tienen todo el peso para que se pueda desmontar paso por paso esta inmensa empresa de más de 1500 millones de personas en nómina. Tienen todos los argumentos, como hemos visto antes, para que se enfrenten los delirios que los mandamases de la curia eclesiástica cristiana se sigan preguntando:
En cualquier caso, es necesario, como pidió el Concilio Vaticano II, interrogarse sobre las causas que empujan a tantas personas a alejarse de la fe cristiana: la Iglesia «se esfuerza por descubrir las causas ocultas de la negación de Dios en la mente de los ateos, consciente de la gravedad de las cuestiones que plantea el ateísmo, y, movida por el amor a todos los hombres, considera que éstas deben ser sometidas a un examen serio y más profundo» (Gaudium et spes, 21). ¿Por qué tantos hombres no creen en Dios? ¿Por qué se alejan de la Iglesia? ¿Qué parte de sus razones podemos aceptar? ¿Qué proponemos para responder a aquéllas?
Ellos mismos se responden:
- 2.1. La pretensión totalizante de la ciencia moderna
- 2.2. La exaltación del hombre como centro del Universo
- 2.3. El escándalo del mal
- 2.4. Los límites históricos de la presencia de los cristianos en el mundo
- 2.5. Nuevos factores
Una de las consecuencias de la secularización es la dificultad creciente de la transmisión de la fe a través de la catequesis, la escuela, la familia y la predicación
- La ruptura en la transmisión de la fe
- La globalización de los comportamientos
- Los medios de comunicación social
- La Nueva Era, los nuevos movimientos religiosos y las elites
Lo fascinante en que en ningún momento de este documento habla de los curas/obispos y cardenales que abusaron sexualmente de niños, y por extensión la protección ejercida a los declarados pederastas, no habla de los tejemanejes hechos para adscribirse propiedades en todo el planeta, no dice cómo van a solventar eso, no.
https://www.vatican.va/content/vatican/it.html
Seguiré con este tema ya que las órdenes que tienen dadas son muy graves.