Teodicea

Mati Matarredona
11 min readApr 10, 2019

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Mientras el homo sapiens siga enfrentándose a situaciones en las que le sea difícil encontrar un sentido, cuando no se encuentra un por qué, cuando la incertidumbre se cierne en el horizonte cognitivo humano, la imagen de un dios se mantendrá presente en el pensamiento/razonamiento de las personas.

Las teodiceas (palabra/concepto descrito por Leibniz) son discursos religiosos que intentan justificar y explicar situaciones marginales límites, provocadoras de dilemas, como el problema del mal, por lo general conductas excesivamente violentas, del sufrimiento, de la muerte, etc. Esta capacidad que tienen las religiones para dotar de sentido de salvación al mundo ha sido un recurso utilizado desde la época en que vivíamos en las cavernas.

Las grandes religiones, más dominantes, que mantienen un estilo de vida propio son: confuciana, hinduista, budista, cristiana, islámica y judía. Las dos primeras con temas en común; las tres últimas proceden de la misma rama.

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Las “comunidades religiosas” se originaron cuando los individuos acudían a seres, fuerzas, entes sobrenaturales para atender situaciones de adversidad como las enfermedades, el duelo, las tormentas. A estas personas, considerados seres o entes sobrenaturales, como los brujos y chamanes, la comunidad les otorgaba y les reconocía como reencarnaciones de dioses o como profetas y emisarios de su dios, se distinguían en sus ropajes, tatuajes, etc., se han venerado por los otros componentes del grupo o comunidad, y cuya función era curar el sufrimiento, es decir, las personas acudían a la magia y los ritos para su “salvación”, cada comunidad tenía un concepto de salvación propia. Ese motor motivacional de la “esperanza” es la oferta “religiosa” que muestra reducción de incertidumbre ante algo que parece ser tiene un final muy incierto o fatal.

Ante la incertidumbre más abrumadora las religiones muestran la promesa de la salvación en un más allá que gratificará el estilo de vida que haya sido válido para la muerte, según la creencia. Resurrecciones, salvaciones o redenciones ganadas a base de dogmas de ascetas o de personas más o menos carismáticas que conseguían transmitir la idea que el fin es conseguir un estado de gracia, cada religión “a su manera”, que conectaba directamente con la divinidad.

Esta idea de la “salvación” a los cerebros humanos les gusta mucho. A un cerebro humano le encanta un “misterio que salve”. Los misterios son los motores de la curiosidad. Algo muy común en el reino animal es la curiosidad. El ser humano ha llevado la curiosidad más allá, la evolución le ha proporcionado unas habilidades que ha trascendido al uso de las herramientas. Las ideas se pueden expresar con detalle y se pueden “predecir actos”. La curiosidad ha ido resolviendo los diversos “misterios” que la naturaleza ha planteado al humano. El pulgar oponible, la posición erguida, el aparato fonador, y el aumento de la corteza cerebral ha hecho del ser humano un animal “especial”, la capacidad de poblar territorios, adáptándolos a sus necesidades, parece que pone al homo sapiens en la más alta jerarquía de la depredación entre especies animales y vegetales.

Entre estas especialidades que el cerebro puede realizar, se encuentra la creación de narraciones que en algún momento han provocado sentimientos de alivio, esperanza, reducción de incertidumbre, etc. La mayoría de narraciones coinciden en algún ser divino y creador, de alguna manera, de la Naturaleza/Universo del que emana “todo lo demás”. Cada comunidad religiosa se encarga de dejar por escrito las diferentes cosmologías iniciadoras del Universo.

Algo que la religión ha sabido usar muy bien, en los diferentes territorios, ha sido la tecnología de la “lecto-escritura”. Las religiones poseían una moral que tenía que trascender en el tiempo. La lecto-escritura era un aliado infalible. Lo que en un principio se inscribía en piedra o en tablillas de arcilla, aliviando así la imperfecta memoria humana, dio paso a nuevos soportes que permitían un acceso a más público, eso sí, el público era muy elitista. No todas las personas tenían acceso a usar la herramienta de la lecto-escritura.

Aquellas primeras normas escritas en piedra o en tablillas de arcilla, habían sido emitidas por algún dios y escritas por el escriba de turno, que podría ser venerado o no, pero sí una persona muy importante en la comunidad, rey, sacerdote, etc.

Problemas como bien-mal, puro-impuro, han dado mucho de sí según diversas exégesis. Millones de toneladas de tinta para que quedara por escrito todo lo referente a cada una de sus cosmologías. Relación de “las creaciones de las 5 grandes”.

Budista e Hinduista:

Himno de la Creación

Entonces el no ser no existía

ni tampoco existía el ser.

No existía el espacio etéreo

ni, más allá, la bóveda celeste.

¿Había algo que se agitase?

¿Dónde?

¿Bajo la protección de quién?

¿Existía el agua,

ese profundo, insondable abismo?

No existía la muerte,

ni existía lo inmortal,

ni signo distintivo de la la noche y el día.

Sólo el Uno respiraba,

sin aire, por su propia fuerza.

Aparte de él

no existía cosa alguna.

En el comienzo sólo existía

tiniebla envuelta en tiniebla.

Todo era agua indiferenciada.

Principio de devenir

rodeado por el vacío,

el Uno surgió,

por el poder de su propio ardor interno.

En el comienzo

brotó en él el deseo,

que fue el primer semen de la mente.

Buscando en sus corazones,

gracias a su sabiduría,

los sabios encontraron

el vínculo que une al ser con el no ser.

Transversalmente extendieron su cordel

¿Existía un abajo?

¿Existía un arriba?

Existían fecundadores,

existían energías.

Debajo estaba la potencia,

arriba estaba el impulso.

¿Quién sabe la verdad?

¿Quién puede decirnos

de dónde nació, de dónde esta creación?

Los dioses nacieron después

y gracias a la creación del universo.

¿Quién puede, pues, saber

de dónde surgió?

Aquel que en el cielo supremo es su guardián

sólo aquél sabe

de dónde surgió esta creación,

ya sea que él la hizo, ya sea que no

–o tal vez ni él lo sabe.

Rig Veda X, 129 Traducción Fernando Tola

https://litsdelaant.wordpress.com/india/el-rig-veda/

Judía, cristiana, musulmana

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3 Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz.

4 Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas.

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana el día primero.

6 Y dijo Dios: Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe aquel las aguas de las aguas.

7 E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.

8 Y llamó Dios al firmamento Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.

9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.

10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.

11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su especie, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.

12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno.

13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.

14 Y dijo Dios: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche; y sean por señales, y para las estaciones, y para los días y para los años;

15 y sean por lumbreras en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.

17 Y las puso Dios en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra,

18 y para señorear en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.

20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos.

21 Y creó Dios las grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.

22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.

23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.

24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.

25 E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, y ganado según su especie, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.

27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

28 Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos; y henchid la tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da semilla que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da semilla os será para comer.

30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer. Y fue así.

31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

https://www.lds.org/scriptures/ot/gen/1.26?lang=spa

Estos dos relatos se llevan contando desde hace miles de años con diversas interpretaciones. Millones de libros escritos en diversos soportes explicando estos dos relatos.

A continuación un texto extraído de la literatura fantástica llamada El Silmarillion, de Tolkien, también nos relata una “creación por algún dios”.

”En el principio estaba Eru, el Único, que en Arda es llamado Ilúvatar; y primero hizo a los Ainur, los Sagrados, que eran vástagos de su pensamiento…”

De estos tres relatos, los dos primeros son los que han incluido leyes civiles/divinas, basadas en “los pensamientos dictados a las personas por alguna divinidad o revelación que los homo sapiens tienen que seguir, sí o sí”, para el ordenamiento “natural/divino” de las sociedades, civilizaciones y demás formas de sociedad/organización humana. El tercer relato está incluido en la literatura fantástica y no se estudia con una teodicea que justifique y razone la mera existencia de un “creador del todo” real, por tanto no tiene intromisión en las leyes civiles/divinas, sí tiene intromisión en cuestiones consideradas de “ocio”.

La idea de dios se ha postulado con unos atributos que se relacionan con el poder, el conocimiento y la voluntad. Estos atributos son considerados, por los estudiosos de la teodicea, como absolutos y perfectos, ya que el creador del universo es el principio de actividad, tiene una sustancia per se necesaria y suficiente. El creador, a los humanos, supuestamente, les ha puesto un alma que es la parte divina del homo sapiens, que es el motor vital para desarrollar una confianza y una fe justificativa de sí misma en relación a lo que le gusta a la divinidad, y que se gratificará cuando se produzca el fallecimiento de la persona y el “alma vaya a algún sitio”.

El procurar justificación de un ser imaginario creador del universo, una entelequia omnipresente, omnipotente y omnisciente, es una ardua labor. Siglos y siglos poniendo en diversos soportes las más bellas palabras a una nada creada por los cerebros miedosos e imperfectos humanos, misterios que llenan las más ingenuas curiosidades, que se van transmitiendo de una forma oral en un principio, hasta que se llegó a la tecnología de la lecto-escritura, para dejar constancia de la grandeza del amigo imaginario creador del universo y al que hay que rendirle pleitesía, pleitesía y recursos para mantener la jerarquía de personas disfrazadas que mantienen los diversos espacios dedicados a los seres imaginarios, por los siglos de los siglos.

Millones de personas a lo largo de los siglos han expuesto su punto de vista sobre ese amigo imaginario, su búsqueda, su razonamiento, su lugar en el espacio y su situación temporal, su eternidad. Todo con una soberbia literatura que lo mismo sirve para alimentar las fantasías de los que son considerados sabios, como los que son considerados analfabetos.

Cuando la tecnología de la lecto-escritura se fue estableciendo en las diferentes zonas geográficas se fueron concatenando las diversas literaturas y estilos que serialmente iban ampliando de conocimientos más o menos reales sobre la explicación de la cosmología divina y a la par, y con más pena que gloria, se iban explicando los fenómenos naturales.

Que la mano de un creador sea la causa final da tranquilidad al cerebro humano, supone que el cerebro tiene que invertir menos energía en explicar la causas de los fenómenos, de los hechos, de los pensamientos, de los deseos, etc.

Una de las consecuencias por tener a un ser, no creado, creador de todo como la causa final de los fenómenos, es que se producen una serie de asimetrías en los humanos, asimetría de poder, de gratificación y de conocimientos han supuesto unas limitaciones para que los humanos tengan un orden preestablecido, para que las verdades teodiceas tengan sus razonamientos inamovibles.

Ejemplos de asimetrías:

https://opusdei.org/es-es/article/ellas-no-hace-falta-que-sean-sabias-basta-que-sean-discretas/

https://www.ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/Shadowofcaste.aspx

Dos ejemplos que muestran los fundamentos de los orígenes divinos de las cinco grandes religiones, la tres con un origen común que consideran inferior a la mujer, esto es, a la mitad de la población mundial. Las dos que comparten puntos comunes como la reencarnación y el karma con sus divisiones sociales por castas.

Los millones de ejemplos cotidianos que supone el seguir las miles y miles de incorrectas justificaciones teodiceas de un amigo imaginario hace que muchas personas en el planeta sufran innecesariamente.

Bibliografía:

http://www.sigueme.es/docs/libros/ensayos-de-teodicea.pdf

https://ec.aciprensa.com/wiki/Teodicea

https://www.academia.edu/9369615/Richard_Swinburne_La_existencia_de_Dios_Editorial_San_Esteban_Salamanca_2011

http://www.victorianweb.org/espanol/autores/swinburne/gidwitz9.html

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6643911.pdf

https://www.researchgate.net/publication/277264025_Dos_perspectivas_sobre_el_problema_del_mal_la_Teodicea_de_Leibniz_y_Candido_de_Voltaire

http://revistadefilosofia.com/58-19.pdf

http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol18/70/070_schurmann.pdf

http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/monadologia.pdf

http://helicon.es/dig/8542205i.pdf

http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:ED-Pg-Filosofia-Imgonzalez/GONZALEZ_GARCIA_IGNACIO_MIGUEL_Tesis.pdf.

http://digital.csic.es/bitstream/10261/25829/1/Andreu_1995.pdf

http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080043757/1080043757_07.pdf

https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2117/107794/article%20Leibniz%20Suma.enviat.%20doc.pdf

https://www.ugr.es/~mmartins/material/Historia_parte_2.pdf

https://www.philosophia.cl/biblioteca/leibniz/Teodicea.pdf

http://www.sinewton.org/numeros/numeros/89/Articulos_03.pdf

http://covacha-matematica.blogspot.com/2011/01/el-triangulo-de-pascal-la-herramienta.html

http://www.filosofia.org/ave/003/c069.htm

http://deic.uab.cat/~jmbasart/DePaLe.pdf

https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/vniphilosophica/article/view/11514

https://www.gotquestions.org/Espanol/la-apuesta-de-pascal.html

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