Qué jaleo con los lisérgicos
Si hay un término que ya nació atrofiado es el término “enteógeno”. En un arrebato de “algo” se inventaron (un ricachón muy ricachón y su esposa) ese concepto se acuñó, entre otras cosas, para dar lustre al consumo ocioso de neurotóxicos.
Se considera enteógeno aquellos brebajes u hongos que se consumen y que se asume poseen un poder alucinógeno que proporciona una experiencia divina, pero claro, para proporcionar experiencias divinas, tienes que creer en divinidades.
Fue popularizado en 1979, pero había un matrimonio que lo impulsó, estaba usando este palabro desde hacía varias décadas. Han vendido que el término enteógeno significa dios dentro y que con el consumo de neurotóxicos lisérgicos se accede a ese dios interior.
Si pongo la palabra enteógeno en el google Académico me salen 1170 resultados. La primera acepción que me encuentro es un pdf de Ramos-Gómez titulado “Lo enteógeno como hierofanía”, de 2016, de la revista “Cultura y droga”, y en su resumen nos dice que lo que quiere es comprender lo sagrado como fenómeno para brindar fundamento a la hipótesis enteogénica.
Hierofanía (del griego hieros (ἱερός) = sagrado y faneia (φαίνειν)= manifestar) es el acto de manifestación de lo sagrado en una realidad profana, es la persona o cosa en la que supuestamente se manifiesta lo sagrado. Se define por una revelación de lo sagrado.
El término de enteógeno fue acuñado por Robert Gordon Wasson (ya he dicho que era un ricachón, sí, fue el vicepresidente de comunicación de la JP Morgan, y tenía como hobby el estudio de los hongos) y su esposa Valentina Pavlovna, están considerados como los padres de la etnomicología, esto es, el estudio de los hongos, sobre todo de los hongos lisérgicos (capaces de provocar alucinaciones), porque ellos consideran que el consumo de los hongos lisérgicos a lo largo de la evolución humana han dado paso a la formación de la cultura humana.
Robert Gordon Wasson era nacido en EEUU, Valentina nació en Rusia, se encontraron en Inglaterra y en 1926 ya estaban casados. En un paseo parece ser que consumieron algún tipo de hongo lisérgico y a partir de ahí fue cuando empezaron a estudiar y le pusieron el nombre de sustancia enteógena porque consideraban que consumir ese tipo de hongos daba acceso a dios.
Así que a lo largo de los años escribieron varios libros entre ellos “el camino Alexius. Una solución al enigma de los misterios”, vaya nombre más redundante, con Albert Hofmann,(Albert Hofmann fue el que aisló el ácido lisérgico, la dietilamida de ácido lisérgico, sintetizado a partir del cornezuelo del centeno) Robert Gordon Wasson y Carl Ruck, es un ensayo sobre el uso de sustancias lisérgicas en el templo de Eleusis, en la Grecia Clásica. Y está centrado en el empleo de alcaloides del cornezuelo del centeno, se ha convertido en una referencia del empleo de de sustancias lisérgicas en religiones antiguas. Pero vamos, repito, para todo esto hace falta considerar y creer que hay un creador y que ha puesto esas sustancias naturales para “encontrarlo”.
Otro libro publicado en 1968 es: el hongo maravilloso: Teonanácatl. Micolatría en Mesoamérica. Este libro está dedicado a las investigaciones de etnomicología en tierras mexicanas esto es a todo a los hongos que estudió en México. también hay un encuentro famoso con una mujer chamana llamada María Sabina y una narración de las veladas chamánicas con estos hongos y hasta estudia el empleo de los hongos en las antiguas culturas mesoamericanas.
El Teonanácatl es el hongo sagrado para los antiguos aztecas. El Teonanácatl u hongo sagrado es parte de los hongos psilocibios de México, conocido desde los tiempos previos a la conquista española, su nombre científico es Panaeolus campanulatus var. sphinctrinus, aunque es mejor conocido por la mayoría como Psilocybe mexicana. Los hongos alucinógenos eran un alimento sagrado para los aztecas, al que identificaban como carne o alimento de los dioses, les provocaba alucinaciones y visiones de las deidades que veneraban. Teonanacatl ,cuya etimología proviene de las voces teotl, “Dios”, y nanacatl, de nacatl, “alimento”.
Otro libro es: la búsqueda de Perséfone, los enteógenos y los orígenes de la religión. Una compilación de varios autores de renombre sobre la relación de las sustancias lisérgicas y el humano, los llaman enteógenos y son sustancias lisérgicas, esta es la trampa para dar difusión al término enteógeno.
Aquí nos detenemos para explicar un concepto que desarrolló G. G. Wasson en 1979, aunque él estaba manejando ese término desde antes. El concepto es “enteógeno”.
Robert Gordon Wasson y su esposa Valentina Pavlovna están considerados como los padres de la etnomicología, o sea, el estudio de los hongos (básicamente enteogénicos) en relación con la formación de la cultura humana. Estudiaron cerca de 30 años, durante los cuales rastrearon canciones populares, etimologías de palabras, y viajando incansablemente a muchos países.
Como ya he dicho, el gran punto de inflexión y reafirmación de este trabajo aconteció en México, en la Sierra Mazateca. Resulta que R. Graves (escritor y erudito británico), envió a los Wasson un recorte de prensa en el que se mencionaba un artículo de R.E. Schultes sobre rituales con hongos en un pequeño pueblo oaxaqueño, y allí se dirigieron los Wasson.
Robert Graves escribió la novela “Yo, Claudio” y “Claudio, el dios y su esposa Mesalina” y de ahí salió la serie de la BBC en 1976 de 13 episodios “Yo, Claudio”, enredos romanos de lo más históricos.
Tras varios viajes de sondeo a tierras mexicanas, en la noche del 29 de junio de 1955 Robert fue admitido a una velada con hongos sagrados bajo la guía de la mítica María Sabina.
Presuntamente, en esa sesión fue desvelado al entendimiento de un occidental lo que durante largos siglos había permanecido oculto: que las experiencias visionarias no eran un sueño de una mentalidad infantil de los pueblos antiguos, sino que eran algo real; y también que detrás de muchas de estas experiencias se ‘escondía’ un preparado enteogénico, un hongo o una planta visionarios.
La curandera mazateca María Sabina ha pasado a la historia por ser la Gran Sacerdotisa mexicana de los hongos alucinógenos. Falleció el 1985, salió en la revista Life en 1957, a partir de ahí miles de personas se interesaron por el uso de los hongos alucinógenos de México. María Sabina llamaba a los hongos alucinógenos sus “niños Santos”.
Supuestamente, como indiqué antes, la primera vez que un extranjero visitó a María Sabina en Huautla de Jiménez, Oaxaca fue en 1955, cuando Robert Gordon Wasson, estudioso de los hongos (y no me cansaré de repetir vicepresidente de J.P Morgan) y su esposa Valentina Pavlovna, viajaron a México después de que Wasson leyera un artículo de Robert Graves en el periódico Ciba Newspaper en Nueva York sobre el uso de unos hongos en México.
El artículo de la revista Life que catapultó la fama de María Sabina.
Wasson sugirió, apresuradamente y con unas aspiraciones antropológicas muy lisérgicas, que los hongos alucinógenos son el agente causal en la aparición de seres humanos espiritualmente conscientes y en la génesis de la religión (Wasson, Hofmann y Ruck, 1978).
El impacto de las plantas con propiedades lisérgicas y de los hongos en la cultura y la conciencia, especialmente sus influencias en diversas creencias religiosas y en los sistemas éticos y morales, fue posteriormente examinado, desde una óptica transcultural, por la antropóloga Marlene Dobkin de Rios (1990).
Bueno, esto no es más que una pincelada de cómo unos ricachones creyentes han querido meter el uso de sustancias alucinógenas para alcanzar a un supuesto dios que, según estos, tenemos dentro.
Llamar “enteógenos” a las sustancias que pueden provocar alucinaciones, es una operación de márketing genial. Los alucinógenos son sustancias que provocan alucinaciones. Las alucinaciones son alteraciones profundas en la percepción del la realidad del que consume. Bajo la influencia de los alucinógenos, las personas ven imágenes, oyen sonidos y sienten sensaciones que parecen reales pero que no existen.
Los alucinógenos son un grupo diverso de drogas que alteran la conciencia que una persona tiene de su entorno y también sus propios pensamientos y sentimientos. Comúnmente se dividen en dos categorías:
alucinógenos clásicos (como el LSD) y
drogas disociativas (como la PCP).
Ambos tipos de alucinógenos pueden causar alucinaciones, o sensaciones e imágenes que parecen reales aunque no lo sean. Además, debido al efecto de las drogas disociativas, los usuarios pueden sentirse fuera de control o desconectados de su cuerpo y su entorno.
Algunos alucinógenos interfieren con la acción de la sustancia química cerebral serotonina, que regula:
- el estado anímico
- la percepción sensorial
- el sueño
- el hambre
- la temperatura corporal
- el comportamiento sexual
- el control muscular intestinal
Las drogas alucinógenas disociativas interfieren con la acción de la sustancia química cerebral glutamato, que regula:
- la percepción del dolor
- las respuestas al medio ambiente
- la emoción
- el aprendizaje y la memoria
Más cositas:
- Los alucinógenos distorsionan e intensifican las sensaciones, aunque los efectos reales son variables y altamente impredecibles.
- Los efectos psicológicos y la alteración de la capacidad de juicio son sus peligros principales. La mayoría de las personas son conscientes de que están sufriendo alucinaciones y se puede razonar con ellas.
- El diagnóstico se establece basándose en la valoración médica.
- A las personas intoxicadas les puede resultar beneficiosa una charla tranquilizadora en un ambiente tranquilo, silencioso y oscuro. En ocasiones se requieren ansiolíticos y asistencia psiquiátrica.
Los efectos físicos del consumo de alucinógenos suelen consistir en náuseas y vómitos. El LSD también puede provocar pupilas dilatadas, visión borrosa, sudoración, palpitaciones y alteración de la coordinación.
Los alucinógenos distorsionan e intensifican las sensaciones auditivas y visuales. Por ejemplo, se tiene la sensación de ver y oír colores (llamada sinestesia). Las personas se sienten como si no fueran reales (lo que se denomina despersonalización) o como si se encontraran separadas del entorno (disociación). Experimentan cambios en los estados de ánimo (la mayoría de las veces euforia pero a veces depresión) y su juicio se ve afectado. Los usuarios se refieren a la combinación de estos efectos como “un viaje”.
Efectos a largo plazo. Algunos consumidores permanecen fuera de la realidad (psicóticos) durante muchos días después de que hayan pasado los efectos de la droga. No está claro si el consumo de drogas causa psicosis o simplemente pone de manifiesto un trastorno de salud mental subyacente.
Estar psicótico, esto es, fuera de la realidad no es bueno, no es encontrar a dios alguno y no suele traer salud ni bienestar, a no ser que se tengo muchísimo dinero, que entonces pueden tratarte en centros de desintoxicación más parecidos a resorts que a otra cosa referida a salud. No, no hay dios dentro esperando a que se consuma un hongo para desparramar delirios y alucinaciones sobre las cosas divinas y sagradas. Que desde hace milenios se utilicen hongos para “cosas”, bueno, sí, por supuesto, en todas las culturas y en todos los tiempos, el Homo sapiens ha gustado de emborracharse, de comer sustancias que le provocara actos psicóticos, esto es, actos en los que permanecían por horas fuera de la realidad, pero que eso no es más que una intoxicación del cerebro humano que es muy frágil y a la mínima ya produce distorsiones.
Nos estamos encontrando nuevas actividades de ocio y de turismo relacionadas con el consumos de estos neurotóxicos que se encuentran en un vacío legal.
Y no, no me vale que me digan “es que la psilocibina tiene un efecto medible y comprobable en casos de depresión severa”. Cuando la molécula activa llamada psilocibina pueda suministrarse en una pastilla con una dosis exacta y con unos estudiadísimos efectos secundarios y los consiguientes mecanismos farmacológicos para contrarrestar los efectos secundarios, entonces hablamos, mientras tanto, lo que hoy se encuentra en pañales de la investigación, no puede elevarse al rango de “cosa hecha”, no, para nada. Ojalá fuera así que la psilocibina, o cualquier otra sustancia o molécula activa, alcaloide, etc., se pudiera usar para manejar la depresión severa. La depresión severa es una de las cosas más feas que le puede pasar a un humano, así que no, que no vengan vendiendo motos caras. Normalmente estos cantos de sirenas disfónicas vienen de web y de “consultorios” de lo que llaman “lo alternativo”. Ya en 2016 los de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins dijeron que: “el tratamiento con psilocibina conjuntamente con apoyo psicológico reducía la ansiedad existencial y la depresión en las personas con un diagnóstico de cáncer potencialmente mortal”.
A ver, a ver, personas diagnosticadas con cáncer potencialmente mortal.
Esto lo cogen los de “lo alternativo” y dicen que la psilocibina cura la depresión.
En fin, que como he dicho antes, esto no es más que una pincelada de todo lo que tengo que decir sobre este tema.
Seguiré informando.
Poema de María Sabina
Soy la mujer que sólo nací.
Soy la mujer que sola caí.
Soy la mujer que espera.
Soy la mujer que examina.
Soy la mujer que mira hacia adentro.
Soy la mujer que mira debajo del agua.
Soy la nadadora sagrada
porque puedo nadar en lo grandioso.
Soy la mujer luna.
Soy la mujer que vuela.
Soy la mujer aerolito.
Soy la mujer constelación huarache.
Soy la mujer constelación bastón.
Soy la mujer estrella, Dios
porque vengo recorriendo los lugares desde su origen.
Soy la mujer de la brisa.
Soy la mujer rocío fresco.
Soy la mujer del alba.
Soy la mujer del crepúsculo.
Soy la mujer que brota.
Soy la mujer arrancada.
Soy la mujer que llora.
Soy la mujer que chifla.
Soy la mujer que hace sonar.
Soy la mujer tamborista.
Soy la mujer trompetista.
Soy la mujer violinista.
Soy la mujer que alegra
porque soy la payasa sagrada.
Soy la mujer piedra del sol.
Soy la mujer luz de día.
Soy la mujer que hace girar.
Soy la mujer del cielo.
Soy la mujer de bien.
Soy la mujer espíritu
porque puedo entrar y puedo salir
en el reino de la muerte.
Bibliografía:
https://revistasojs.ucaldas.edu.co/index.php/culturaydroga/article/view/3223/2970
https://www.muscaria.com/wasson.htm
https://www.bbc.com/mundo/noticias-39641382
http://apuntes.hgucr.es/2012/02/03/enteogenos-nuevos-usos-para-viejas-drogas/
https://hmn.wiki/es/R._Gordon_Wasson
https://masdemx.com/2016/03/articulo-life-maria-sabina-desato-movimiento-hippie/
https://masdemx.com/2016/10/poema-de-maria-sabina-chamana-oaxaca-mexico/
https://www.naranjasdehiroshima.com/2011/01/maria-sabina-mujer-espiritu.html
https://www.universia.net/mx/actualidad/vida-universitaria/fallecia-maria-sabina-983686.html
https://www.sabersinfin.com/articulos/51-articulos-de-historia/9816-los-qninos-santosq
https://nida.nih.gov/es/publicaciones/drugfacts/los-alucinogenos
https://proyectohombre.es/alucinogenos/