No hacen falta trompetas

Mati Matarredona
3 min readJul 15, 2019

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Esta entrada participa en la iniciativa @hypatiacafe con el tema #PVClima

Nos han pintado un escenario de futuro con uno o dos grados más. Nos han indicado que los peligros por tan solo esos dos grados pueden llegar a ser catastróficos en algunas zonas del planeta. Nos han dicho que hay unos hechos de una complejidad cada vez más alta, que hay unas proyecciones con unas incertidumbres cada vez más peligrosas, con unas escenarios y unas pocas especulaciones sobre ello.

Los escenarios se constituyen como las herramientas de apoyo a la gestión que permiten a los que tengan que tomar decisiones, bajo algunos supuestos veraces y con rigor, lograr bajar la incertidumbre y anticipar lo que podría ser ese futuro, planificando proyectos coherentes.

Algo se nos ha quedado en el camino, algo no hemos comprendido, en algún punto del futuro proyectado en la Literatura y el Arte no nos contaron que el apocalipsis sería un cambio climático, nos dijeron que vendría con 7 trompetas anunciadoras de granizo, fuego. Ese es el apocalipsis que nos han vendido durante milenios es una minucia ante la inmensidad que sí puede llegar.

Ahora tenemos unos escenarios en los que se habla sobre la circulación oceánica en una Tierra más caliente, por ejemplo. Que los hielos del mundo puede que se estén derritiendo, y que se espera una subida de un metro en el nivel del mar. Nos hablan de unos escenarios con unas emisiones que vienen por carretera, por aire, por ciudades, por centrales energéticas e innumerables sitios más. Nos hablan de unos escenarios en los que los días calurosos serán más, serán más las olas de calor y menos días fríos y olas de frío. Pero el rango de incertidumbre es muy amplio, las consecuencias más positivas como las más negativas para los humanos, que simplemente estaremos a merced de los elementos, se determinará por una lotería geográfica.

Se habla de costos y beneficios de las opciones de mitigación y adaptación, se habla de costes de las empresas que tienen que cambiar estrategias ante la polución, se habla de beneficios en las ciudades que se asfixian entre humos de coches.

Se dice que los ecosistemas cambiarán. Durante milenios nadie dijo que los ecosistemas cambiaban, luego nos dimos cuenta que los ecosistemas cambiaban. Nos dimos cuenta con estupor que se extinguen especies tanto animales como vegetales. Durante milenios nos dijeron que era inamovible.

Ahora ya tenemos la certeza, ya sabemos, que no sabemos cómo decirlo, no sabemos enviar los mensajes asertivos que den el sitio exacto de cada ser humano para que tome conciencia, tome la comprensión total que el asunto muestra, de las consecuencia que se abren, de los efectos que se pueden llegar a producir.

Nos hemos dado cuenta que no nos hacen falta trompetas anunciadoras. Con una recogida de datos de los últimos cincuenta años en aspectos de meteorología y los soportes de IA que los diversos satélites van alimentando con imágenes, con niveles de temperatura, con velocidades de los vientos, etc., se ha comprobado que el problema se agravará en las generaciones futuras.

Nos hemos dado cuenta que no podemos frenar el progreso energético, no se pueden apagar las centrales energéticas, ni se puede frenar el consumo de combustibles fósiles.

Nos hemos dado cuenta que tenemos que llegar a un acuerdo, toca negociar con nosotros mismos, toca aplicar todo el conocimiento que tenemos a nuestro alcance para que no suenen las trompetas.

Imagen: http://www.rjb.csic.es/jardinbotanico/ficheros/documentos/pdf/itinerarios/plantasparalavida/04Cosmetica.pdf

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Mati Matarredona
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