Mamie y Keneth
Esta entrada participa en la iniciativa de@hypatiacafe con el título #PVparejas y somos #polidivulgadores
Una pareja, Mamie y Keneth, que me fascinó desde que la conocí hace ya unos cuantos años. Brillantes personalidades que supieron poner su saber al servicio de la comunidad en unos momentos muy sensibles en los que la convivencia de un país estaba plenamente cuestionada. La segregación racial que se manifestaba en USA, a través de leyes y de hábitos, estaba siendo un freno de mano cognitivo para la sociedad en general, una pareja lo puso de manifiesto con un sencillo experimento.
Mamie Phipps Clark (1917–1983) fue una psicóloga social que estudió el desarrollo de la identidad y de la autoconciencia racial durante la infancia, en relación con el contexto de segregación de Estados Unidos. Junto con Kenneth Clark (su marido) desarrolló uno de los experimentos más clásicos de la psicología sobre el desarrollo de la conciencia racial: la prueba de las muñecas.
La Prueba de la Muñeca de los Clark ilustra los efectos nocivos de los estereotipos y la segregación racial en Estados Unidos. Muestra el daño causado por la segregación y el racismo sistemático en la autopercepción de los niños a la temprana edad de cinco años. La conclusión que sacaron es que la Infancia en general, perdió porque no dejaron interactuar a unos niños con otros.
El histórico caso de Brown versus la Junta Nacional de Educación se inició por la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (National Association for the Advancement of Colored People, NAACP) para impugnar las leyes de Jim Crow — leyes estatales que permitieron u ordenaron la discriminación o segregación racial en 1954. Se sostuvo que la segregación de los niños en las escuelas públicas, fundada en motivos de raza (sí, en aquellos momentos se hablaba de raza y no de etnia) los priva de gozar de idénticas oportunidades educacionales. El Tribunal apreció que, aún posibilitando a los niños negros el acceso a establecimientos propios para ellos con iguales condiciones materiales que los que disponen los blancos, les genera un sentimiento de inferioridad difícil de superar.
En 1938, Mamie Clark se graduó magna cum laude de la Universidad de Howard e inmediatamente se inscribió en el programa de posgrado de psicología. En su tesis de maestría, investigó cuándo los niños negros se dieron cuenta de que tenían un “yo” distinto y cuándo se dieron cuenta de que pertenecían a un grupo racial en particular. Su tesis, “El desarrollo de la conciencia de uno mismo en los niños preescolares negros”, fue el comienzo de una línea de investigación que se hizo histórica cuando se usó para hacer que la segregación racial fuera inconstitucional en las escuelas públicas estadounidenses. Ella definió la “conciencia racial” como una conciencia de sí mismo como perteneciente a un grupo específico que se diferencia de otros grupos por características físicas obvias. Concluyó que los niños se dieron cuenta de su “negrura” muy temprano en su infancia (probablemente a los 4 o 5 años), y fue precisamente esta conclusión la que se convirtió en la base y la premisa guía para los famosos estudios de muñecas de Clark.
Entender el origen del prejuicio y sus determinantes sociales es algo que se sigue estudiando actualmente. Aunque se criticó el experimento de la muñeca en su momento aduciendo que estaba realizado por personas de raza negra, si supuso un antes y un después en la percepción de cómo siente la Infancia ante las costumbres y los hábitos. Se entiende por discriminación racial toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o disminuir el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos en las esferas política, económica, social, cultural, o en cualquier otra de la vida pública. Está claro que fue y es algo que aún seguimos haciendo, discriminamos al diferente por el hecho de ser diferente.
Tarde o temprano nos daremos cuenta como hicieron Mamie y Kenneth cuando concluyeron que nos estamos perdiendo algo muy grandioso.