Las teorías de la conspiración y la Salud Mental
Hay que empezar dejando claro que nadie está libre de prejuicios o temores que pueden llevar a creer en una teoría de la conspiración. Los miedos, creencias y valores afectan a las conductas, pensamientos y decisiones de las personas. Todos tenemos prejuicios y estereotipos, TODOS Y TODAS, ya que actúan en nuestro cerebro como atajos cognitivos que nos ahorran tiempo y energía, la energía que proporciona la glucosa al cerebro, recuerdo que el cerebro no tiene capacidad de almacenaje de glucosa. Reconocer que en la sociedad hay desfavorecidos, que incluso nosotros mismos podemos ser desfavorecidos por diversos factores, enfermedad, etc., es un punto a favor para no caer en teorías conspirativas, no hay que olvidar el factor “venirse arriba” que infunde una teoría de la conspiración, entre los integrantes que difunden estas ideas irracionales, es uno de los factores que contribuyen a que prolifere la teoría de la conspiración, hay más puntos que iremos viendo a lo largo del vídeo.
Las fuentes de información son muy importantes, a veces elegir las fuentes de información es complicado, tener fuentes fiables de información no es una tarea fácil, y en momentos de gran incertidumbre es más difícil, sentirse desbordado y buscar respuestas es la opción humana más generalizada. En la era de internet hay una sobrecarga de información superlativa, los filtros a veces no funcionan como debieran, ojo, digo filtros y no censura, de censura hablaré más tarde. Estas cuestiones tan complejas forman parte de la sociedad humana y hablar sobre eso en espacios sociales aporta claridad a las ideas y proporciona soluciones a la par que consuelo.
Hay que distinguir las teorías de la conspiración de las conspiraciones. La conspiración es un delito tipificado en el artículo 17 del código penal español, y cada nación tiene su tipificación propia sobre la conspiración.
Voy a poner algunos ejemplos de conspiraciones reales para dejar claro que el delito de conspiración es una entidad propia dentro de la judicatura y que a veces pueden ser muy graves:
Programa MK-Ultra de la CIA.
Las tabacaleras ocultaron que el tabaco mata
El gobierno de USA experimentó con la población afroamericana, Caso Tuskegee.
Conspirar para ejecutar golpes de estado
Volkswagen conspiró para engañar a las pruebas de emisiones de sus motores diésel.
Wakefiel conspiró para hacer sus propias vacunas argumentando que la vacuna triple vírica “causa autismo”
Las teorías de la conspiración
Por otra parte, las teorías de la conspiración son un subconjunto de ideas irracionales y falsas creencias sobre fuerzas poderosas y malintencionadas que mueven secretamente los hilos para manipular determinados sucesos o situaciones. Típicamente, las teorías de la conspiración no están respaldadas por evidencia, ya sea la evidencia científica o la evidencia de los hechos, que resista al escrutinio, pero esto no impide que proliferen.
Veo importante recalcar qué se entiende por “teoría” en este marco en el que nos movemos. La inmensa mayoría de la población confunde teoría con hipótesis, con opiniones o con simples conjeturas. Considerar una teoría como una opinión también es algo que se suele decir, “tengo opinión, tengo teoría”, y no, nada más lejos de la realidad, a veces las frases que salen de nuestras bocas o que dejamos escritas no tienen ni el rango de “opinión”, más cuando a cualquier conjetura ilógica y sin valor argumental le atribuyen la categoría de “teoría”.
Teoría es una descripción, explicación y predicción, más o menos completa y compleja, sobre un evento, una situación, o un fenómeno de la Naturaleza. Se compone de cuerpos de evidencias y suelen tratarse de una afirmación evaluable de cómo opera la Naturaleza en determinado caso. La teoría siempre es susceptible de refutación, de ampliación o de complementación con nuevas teorías que aporten nuevas descripciones, explicaciones y predicciones de los eventos, los fenómenos o las situaciones dadas.
El nivel de abstracción que se necesita para comprender algunas teorías es un escollo para que lleguen a que las personas tomen conciencia de lo que significa la teoría propuesta.
La ley de Hubble de la expansión cósmica: demostró que el universo está siempre en continua expansión. ¿Qué quiere decir esto? Pues, sencillamente, que las galaxias que conforman el universo cada vez están a mayor distancia las unas de las otras.
Las leyes de Kepler del movimiento planetario fueron enunciadas por el astrónomo Kepler, dice que los planetas están en constante movimiento alrededor del sol y que las órbitas que estos describían no eran circulares, sino elípticas. Además, cuanto más amplia sea la órbita del planeta (los más cercanos al perihelio), más rápido será su desplazamiento.
El principio de flotabilidad de Arquímedes: Esta ley señala que un cuerpo sumergido en un líquido experimenta una fuerza de abajo hacia arriba igual al peso del objeto desplazado. Por tanto, esto significa que habrá dos conceptos a tener en cuenta según el principio de flotabilidad de Arquímedes: el peso del cuerpo y el empuje.
Y otras cuantas teorías más que describen, explican y predicen algún evento de la Naturaleza. De estas tres teorías propuestas la más fácil de entender es el Principio de Flotabilidad de Arquímedes, es algo cotidiano, es algo que manejamos todos los humanos de una manera intuitiva y formal constantemente. Ahora bien, las otras dos teorías no son tan fáciles de comprender, el grado de abstracción que hace falta para llegar a esas conclusiones es muy importante, y bueno, tampoco pasa nada si no te alcanza ese nivel de abstracción, tampoco hace falta comprender al dedillo eso conceptos para vivir, y por vivir digo las actividades que se realicen en la cotidianeidad de cada uno.
Así que nos inventamos dramas y explicaciones que resultan confortables para que la cotidianeidad de algunos se llene de propósitos, importancia y dineritos, muchos dineritos, no hay que olvidar que detrás de una teoría de la conspiración hay un charlatán o charlatana que lo que quiere es manipular un sector de la opinión pública en beneficio propio, para ello no dudará en mentir y enviar los bulos que haga falta, utilizar a personas con extrema vulnerabilidad, ya sea cognitiva, social o por enfermedad, y tampoco dudará en afirmar a cualquiera que afirme que lo que dice es mentira, que está pagado por… “inserte el malo de turno a elegir”.
Las teorías de la conspiración tienen, entre otros, estos puntos comunes:
- Una supuesta trama secreta.
- Un grupo de conspiradores.
- “Pruebas” que parecen apoyar la teoría de la conspiración.
- Sugieren falsamente que nada es accidental y que las coincidencias no existen.
- Dividen el mundo entre buenos y malos.
- Utilizan a determinadas personas y grupos como chivos expiatorios para:
Cuestionar la política convencional.
Explicación de eventos improbables.
Agudizar la sensación de impotencia o gran vulnerabilidad para respaldar y difundir teorías de la conspiración.
Esta es la diferencia fundamental entre “Teorías” y las “teorías de la conspiración”, éstas últimas no describen, explican y predicen fenómenos de la Naturaleza, lo que hacen las teorías de la conspiración es juntar eventos aleatorios que confirman los sesgos y prejuicios de los promotores de estas ideas irracionales.
Las teorías de la conspiración proliferan más en momentos de gran incertidumbre, en situaciones difíciles de entender, y generan una falsa percepción de control e influencia. Se arraigan en una sospecha, un recelo, una suspicacia, preguntas básicas como: ¿quién se beneficia de esta situación? que se contesta fácilmente, pero, que hacen unos ejercicios mentales que socava el raciocinio poniendo a unos autores de tales eventos sociales como los malos malísimos que encajan con la teoría de la conspiración dada, tiene un calado social amplio y extenso. Una vez arraigadas crecen rápidamente, son difíciles de rebatir porque cualquier persona que lo intenta se lleva la acusación de que forma parte de la conspiración. Las personas que creen en las teorías de la conspiración dadas conciben que son ciertas. A veces también se busca provocar, manipular o señalar personas por motivos políticos o financieros.
El pensamiento del teórico de la conspiración es:
Contradictorio: suelen creer simultáneamente en ideas que son mutuamente contradictorias, la inclinación a no creer en la explicación “oficial’’ es tan absoluta que no importa si su sistema de creencias es incoherente.
Ominosas sospechas: el grado profundo de escepticismo hacia la explicación oficial, esta extrema suspicacia impide creer en cualquier cosa que no se ajuste a la teoría de la conspiración.
Nefastas intenciones: Se asume invariablemente que las motivaciones detrás de cualquier presunta conspiración son nefastas. Las teorías de la conspiración nunca proponen que los presuntos conspiradores tengan motivaciones benignas.
Siempre algo debe estar mal: Aunque los conspiranoicos ocasionalmente pueden abandonar ideas específicas cuando se vuelven insostenibles, esas revisiones no cambian su conclusión general de que “algo debe estar mal” y que la explicación oficial se basa en el engaño.
Persecución de víctimas: Los teóricos de la conspiración se perciben y se presentan como víctimas de una persecución sistemática. Al mismo tiempo, ellos se ven como valientes opositores enfrentando a los malvados conspiradores. El pensamiento conspiranoico implica una autopercepción de ser simultáneamente una víctima y un héroe.
Inmune a la evidencia: Las teorías de la conspiración son inherentemente herméticas: la evidencia que las contrarresta se reinterpreta como algo originado en la conspiración. Esto refleja la creencia de que cuanto más fuerte sea la evidencia contra una conspiración (por ejemplo, cuando el FBI exonera a un político de las acusaciones de mal uso de un servidor de correo electrónico), más deben desear los conspiradores que la gente crea su versión de los hechos (por ejemplo, el FBI fue parte de la conspiración para proteger a ese político).
Reinterpretar el azar: La extrema suspicacia del pensamiento conspiranoico frecuentemente resulta en la creencia de que nada ocurre por accidente. Pequeños eventos aleatorios, como ventanas intactas en el Pentágono tras los ataques del 9/11, se reinterpretan como causados por la conspiración (pues si un avión hubiera impactado en el Pentágono, todas las ventanas se habrían destrozado) y son entretejidas en un patrón más amplio e interconectado.
Estos pensamientos y conductas dañan la sociedad de varias maneras ya que la mayoría de individuos que creen en verdades ocultas albergan prejuicios contra grupos de estatus social alto o bajo, personas de otra etnia, otra religión, tratamientos médicos al uso entre otras cuestiones sociales.
Hemos vivido una pandemia muy grave, rara es la familia en la que no ha fallecido algunos de sus miembros o un allegado muy querido. Hemos visto cómo han proliferado los pensamientos irracionales en las cuestiones sanitarias. Hemos sido partícipes de como algunos se inventaban sobre la marcha teorías sobre el virus que provocó la pandemia, la propia pandemia, los medicamentos que se utilizaron y por fin las vacunas que han ayudado a mitigar los daños causados (recuerdo que los fallecidos se cuentan por millones en el planeta, y las secuelas de la covid-19 en las fases de gravedad se consideran crónicas y con diversos grados de secuelas tanto cognitivas como órganos afectados).
Asociaciones como el COMUSAV, Médicos por la verdad, La quinta columna, Liberum, Revelión en la granja, etc., personas que aprovechando su fama (o intento de fama) y han aportado diversas teorías de la conspiración como los destacados antivacunas López Mirones, Josep Pàmies, etc., han crecido empresas en base a burradas como indicar que se beba lejía en contextos sanitarios como las empresas de Kalcker, incluso llegaron a que se legalizase beber lejía en un país, Bolivia, intentos de movimientos sociales como lo vivido con quanon y el asalto al Capitolio tras unas elecciones el 06/01/2021 en USA. Todos estos ejemplos dan cuenta de cómo han proliferado y como se han ido juntando una idea irracional con otra hasta llegar a unas explicaciones de la sociedad, de la pandemia, de las vacunas muy alejadas de la realidad. Eso sí, todos estos movimientos, empresas, asociaciones “buscan la verdad” dejando atrás la realidad.
Un ejemplo es este tuit, cómo este tuit hay millones sólo en Twitter.
https://twitter.com/FrayJosepho/status/1518292349549481989
https://www.twitch.tv/videos/1465832070
Es ejemplo porque “debido a la manipulación pandémica han sido expulsados de twitter y youtube”, López Mirones en concreto tiene en un canal de tv un programa casi a su disposición, pero habla de censura porque lo han vetado en twitter y youtube. Resulta que el tema es grave porque el grado de victimismo con la censura de estos charlatanes es apabullante, gritan censura mientras están saliendo constantemente en televisión y en medios de comunicación masiva, aparte de tener los propios canales de telegram, whatsapp y demás foros.
Las teorías de la conspiración –la creencia en que los hechos son objeto de manipulaciones ocultas entre bambalinas por parte de fuerzas poderosas– existen en todas las sociedades modernas. Con la pandemia la suspicacia de que “nada ocurre por casualidad” ha dado muchos enemigos, por ejemplo los chinos (sí, toda la nación de China), las farmacéuticas (sí, esas malvadas empresas que nos venden fármacos y vacunas mientras se hacen ricos), Bill Gates ha sido el malo más malísimo, según diversas teorías de la conspiración, entre los años 2020–2021, la Organización Mundial de la Salud también se ha llevado su parte de protagonismo en estos asuntos de poner un malo malísimo en la vida humana, la Tecnología 5G ha tenido su parte de atención, incluso en Perú, en 2020, casi linchan a unos trabajadores de antenas porque según ellos “el 5G estaba propagando el virus”, la cuestión es que en Perú no hay antenas 5G, de momento.
En Inglaterra un señor se fue a la cárcel por tres años por prenderle fuego a una antena de internet móvil 5G, creyendo que esta tecnología es responsable de la pandemia de covid-19, 2020.
Las mascarillas también ha dado mucho que hablar en los rincones de las teorías de la conspiración, chorradas como que provoca hipoxia, hasta que contiene grafeno a mansalva, han sido algunas de las perlas que nos han dejado estos seres humanos capaces de relacionar irracionalidades con chorradas.
Las medidas tomadas como el confinamiento, en los primeros meses de la declaración de la pandemia, el distanciamiento social y las mascarillas fueron el detonante para que millones de voces se alzaran gritando “Plandemia”, “Coronacuento” y demás lindezas que han dado a muchas personas a justificar, mediante la verificación de los patrones que les convenga según el momento, que hemos sido engañados por fuerzas ocultas que se han puesto a la par para llevar a la humanidad por unos derroteros de extinción.
Hasta aquí unos pocos ejemplos de cómo las teorías de la conspiración se incrustan en las sociedades, en los medios de comunicación masiva, en los foros de internet para dar a conocer explicaciones a situaciones sociales novedosas, imprevisibles, y que, en el caso de la pandemia, pilló al planeta Tierra de pleno “sin saber qué hacer”, afloraron las irracionales como el moho, fuera de toda lógica, poniendo zancadillas más que aportando ayuda, la mayoría de veces muchos de estos seres que pululan alrededor de las teorías de la conspiración se han dedicado a los bulos, new fakes y desinformaciones.
Esto ha llevado a muchas personas a pensar que si tanto justificar, proclamar, difundir, seguir, y vivir estas ideas irracionales provoca una serie de cambios conductuales y cognitivos en algunos casos muy evidentes, tan evidentes que se habla sobre la posibilidad potencial de enfermedad mental.
El argumento central es que creer en teorías de conspiración es distinto de la psicosis, y se asemeja más a las creencias religiosas o políticas extremas que son sancionadas subculturalmente. Sin embargo, la línea entre creer en teorías de la conspiraciones y el delirio se vuelve borrosa cuando el creyente se convierte en parte de la teoría de conspiración y se siente obligado a actuar sobre la base de la creencia como parte de una misión personal. (Como el ejemplo antes puesto del hombre que quemó una antena de telefonía móvil 5G en Inglaterra).
Debido a esta expansión masiva de la red, se ha contribuido a la formación de las llamadas “fake news” (noticias falsas) y los bulos, es decir, noticias y mentiras donde se tergiversa la información hasta que la misma se convierte en algo completamente falso, pero ello no implica que las personas dejen de creer en ellas, todo lo contrario, si se trata de algún hecho que sea relevante para la persona o que confirme ciertas especulaciones, se convertirá en una verdad absoluta donde no es necesario contrastar información. Esto es un sesgo humano, todos tenemos sesgos, otra cosa es que se aporten soluciones personales y sociales para darse cuenta que tenemos estos sesgos, es decir estas vulnerabilidades que nos vienen dadas.
Estas cuestiones sobre los sesgos y los heurísticos refuerzan las teorías de las teorías de la conspiración, se valen de la ignorancia y la necesidad de buscar otros tipos de explicaciones a hechos presentes en la sociedad para arraigarse. Y es ahí cuando se habla de que los cognitivos de algunos puede que estén fallando y ojo, eso no implica que no puedan realizar vida normal, esto es, desde sacar una carrera universitaria, trabajar en la obra o en alguna tienda, criar hijos y en definitiva cualquier acto que tenga que ver con las más diversas cotidianeidades de los humanos.
Lo que sí se tiene claro es que algunos, a los que aquí se denominan “charlatanes” usan la extrema vulnerabilidad de parte de la sociedad para medrar en sus empresas y negocios. Un claro ejemplo es Andreas Kalcker que ha ejercido una influencia brutal en varios países de Latinoaméric, defendido por influencers y presentadoras de televisión que han sido capaces de beber la lejía que promueve el Kalcker en un programa en directo.
Estrategias de los promotores de las teorías de la conspiración
Una de las estrategias más usadas es la repetición, repetir una información falsa puede ser percibida como válida, da igual que sea información falsa o manipulada.
Aquí hay más estrategias que usan los charlatanes para captar a personas vulnerables:
1. Estrategia de distracción (distraer de problemas importantes).
2. Crear problemas y ofrecer soluciones (dar soluciones a unos problemas que ellos mismos han creado).
3. Estrategia de gradualidad (aceptar medidas de forma gradual antes que directa).
4. Estrategia de diferir (justificar situaciones injustas diciendo que es necesario para que avance la sociedad).
5. Tratar al público como niños.
6. Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión (facilita una respuesta emocional en el público, tanto de forma positiva (deseos), como de forma negativa (miedos) ).
7. Mantener al público en la ignorancia (es mejor un público con menos conocimiento).
8. Público complaciente con la mediocridad(aceptar lo que sea).
9. Estrategia de autoculpabilidad (hacer creer al público que son los culpables de sus desgracias).
10. Conocer los modos de actuación del público (dominio a través de la publicidad, los medios, la propaganda…).
Las series de afirmaciones compartidas por un grupo de personas u organismos, los cuales asocian algún hecho del pasado, presente o futuro a una explicación de los mismos con un carácter no científico, sin contrastar la información o valiéndose de fenómenos propios de la cultura popular, puede ser una definición de teoría de la conspiración. La narrativa de la teoría de la conspiración es pretender descubrir una lógica racional escondida tras los acontecimientos manifiestos, el orden subyacente, relacionado con planes ocultos e intereses secretos, que dote de un sentido claro a una sucesión de incidentes aparentemente inconexos. Detectar patrones en informaciones fragmentadas, azarosas y sin conexión alegando que “debe tener una explicación racional y es la que estoy proponiendo”, “debe ser producto de este villano de turno que nos quiere matar…”, etc.
Soluciones
Los esfuerzos deberían centrarse en proteger al público de la exposición a esas teorías, inhibiendo o frenando la difusión de estas teorías.
Los grupos familiares son los principales difusores de los bulos, sobre todo en salud, ya que como nuestros familiares quieren lo mejor para nosotros nos “envían soluciones a nuestros problemas”, y cómo le vamos a hacer ese feo a “nuestra madre, padre, hermano, tío, primo, amigo… que quiere lo mejor para nosotros”. Por eso tienen tanto arraigo los bulos.
Hacerse cuatro preguntas sobre el material antes de compartirlo es primordial:
- ¿Reconozco al noticiero que publicó la historia?
- ¿La información en la publicación suena creíble?
- ¿La publicación está escrita con un estilo que esperaría de un noticiero profesional?
- ¿La publicación tiene motivaciones políticas?
Pero más allá de que se comparta o no se comparta estos bulos y desinformaciones, tenemos siempre la duda que qué estará pasando por la cabeza de una persona que está dando a beber lejía a su hijo para curarle el autismo, por ejemplo. Nos acechan las dudas si estos padres (o cualquier persona que no quiera vacunar a sus hijos, que no proporcione una terapia adecuada y con evidencia a una enfermedad dada de un familiar o a sí mismo, etc.) están en plenas facultades mentales de crianza, de cuidado y por extensión de hacerse cargo de ellos mismos.
Esto no va de sí o no. Esto tiene una complejidad muy extensa con muchos factores a tener en cuenta.
Las creencias irracionales en salud, factores a tener en cuenta
En Psicología el concepto “ideas irracionales” tiene que ver con la teoría de Ellis sobre el desarrollo que hizo en 1958 sobre la Terapia Racional Emotiva ante una avalancha de pacientes con ideas irracionales, y a los cuales el psicoanálisis no aportaba soluciones. Las creencias irracionales se caracterizan porque no se convalidan con la realidad, pueden iniciarse a partir de una premisa inadecuada y conducir a deducciones imprecisas que no son apoyadas por la evidencia y, a menudo, representan una sobregeneralización. Toman la forma de órdenes o mandatos, deberes y necesidades que producen emociones inadecuadas como ansiedad o depresión. Esto lo saben muy bien los charlatanes que son especialistas en provocar indefensión aprendida en las personas vulnerables. Las interpretaciones que hacen los charlatanes de los eventos que están viviendo otras personas, y en cuestiones de salud suelen tener un rango de gravedad entre medio y alto, proporciona el marco incomparable para la proliferación de estas ideas irracionales y con las órdenes imperativas autoimpuestas:
-Debo darle a beber lejía para curar a mi hijo su autismo
-Tengo que promover estas conductas porque son la fuente de la salud de muchas enfermedades
Y no, no son personas con un trastorno que evidencie unas carencias cognitivas acuciantes, son personas que están pasando por situaciones estresantes a las que les cuesta mucho adaptarse, y si hubiera que poner algún tipo de diagnóstico sería ese “trastorno de adaptación”:
- Síntomas emocionales o conductuales dentro de los 3 meses siguientes a la exposición a un factor estresante
Los síntomas deben ser clínicamente significativos, como se refleja ante la presencia de ≥ 1 de los siguientes:
- Angustia marcada que está fuera de proporción con el factor estresante (teniendo en cuenta factores culturales y de otro tipo)
- Los síntomas afectan de manera significativa el funcionamiento social u ocupacional
Y quién no ha tenido algo así como una alteración emocional o conductual ante una mala noticia sea por enfermedad, por occidente o lo que sea. La cuestión es que los profesionales de la charlatanería llevan a unos extremos a sus personas “fuentes de sus ingresos” que la clara manipulación que los somete es en algunos casos delictiva, y quizá sí entraríamos en esa tipificación judicial de “conspiración”.
Cuestiones como inducir una indefensión aprendida es relativamente fácil, un brutal experimento realizado en a principio de los años 70 del siglo 20 y en una definición se podría decir que es:
- El estado mental durante el cual una persona se siente literalmente desbordada por un estímulo doloroso o desagradable que la incapacita para evitarlo.
Durante los años 80 se amplió con la incorporación de las teorías de la atribución, esto es, los efectos de la indefensión aprendida serán más o menos severos en función del estilo atribucional que tenga la persona en relación con las causas atribuibles a la no contingencia. Los efectos serán mayores si uno tiende a pensar que la no contingencia es debida a factores estables o de carácter global, mientras que los efectos serán menores o transitorios si uno tiende a atribuir el fenómeno a factores inestables o de carácter más específico. La estabilidad y la especificidad, junto a la importancia atribuida al efecto o factores de personalidad como el locus de control explicarían diferentes síntomas de indefensión entre diferentes personas ante una misma situación vital. Por extensión un estilo explicativo en el que los fracasos se atribuyen a factores internos estables mientras que los éxitos se atribuyen a factores externos situacionales (lo que provoca sentimientos de culpa) o al revés (que es como lo ven los charlatanes), si hay/tengo éxito es por mis cualidades internas, si hay fracaso es porque se atribuyen a factores externos situacionales, ya sea que no se le ha dado la lejía a beber de forma correcta (por ejemplo).
También nos encontramos con personas seguidoras de los charlatanes con algún que otro rasgo paranoico, no es algo como para llegar a un diagnóstico y la consiguiente medicación, estamos hablando todo el rato de personas que pueden llevar una vida cotidiana completamente integrada en su grupo social y en su entorno familiar y de amistad, y se ha tocada tener a un cuñado “cuñado”, lo aguantamos por amor a nuestra hermana, que sólo es un ratito cada seis meses.
Otras personas consumen neurotóxicos regularmente y ante la no comprensión de algunos hecho, el no poder dar explicación, ya sea por falta de información o lo que sea, pues el cerebro va elaborando unas detecciones de patrones que vienen muy bien para ir justificando las incertidumbres que se van presentando.
Otras personas sí están con un diagnóstico establecido y si son fieles seguidoras de charlatanes hacen de caja de resonancia con enorme vehemencia de los mensajes de los charlatanes, aquí yo me pongo muy firme porque “debatir” con estas personas sobre el mensaje del charlatán del cual es fan, es como ver desangrarse a una persona, no lo comparto y me alejo de esas situaciones sea donde sea, conmigo no cuenten para poner a delirar a un enfermo en directo.
Bibliografía:
https://espanol.medscape.com/verarticulo/5906598
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-25444
https://www.academia.edu/22498430/LAS_SECTAS_1_i
http://theoria.eu/nomadas/9/psantoro.htm
https://conspiracytheories.eu/_wpx/wp-content/uploads/2020/05/COMPACT_guide-Spanish.pdf
https://espaciociencia.com/las-10-teorias-y-leyes-cientificas-mas-importantes/
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2145-48922010000100004