Las comisiones del Concilio Vaticano II
Con esta entrada inicié el camino al mirador del Concilio Vaticano II
Esta reunión de machos celebrada entre los años 1962 y 1965, iniciada por el Papa Juan XXIII y terminada por el papa Pablo VI todavía dio que hablar a algunos de sus protagonistas.
Joseph Ratzinger fue perito del Concilio Vaticano II. Formó parte de una de las diez comisiones que se montaron, a cada una de estas comisiones la llamaron “esquemas”. Fue perito y colaborador del cardenal Josef Frings de Colonia.
Ratzinger entró por la puerta grande a la verborrea divina porque en 1961 el cardenal de Köln Joseph Frings (1887–1978) tenía la encomienda de dar una conferencia titulada: “El Concilio Vaticano II frente al pensamiento moderno”. El texto para la conferencia lo escribió el teólogo de su confianza Joseph Ratzinger y publicado a nombre del cardenal. A Juan XXIII le encantó el texto y cuenta la leyenda que le dijo a Frings: «Precisamente, éstas eran mis intenciones al convocar el concilio». El cardenal dijo que el texto lo había escrito Ratzinger.
Un comentario de texto
El título del texto de Ratzinger es: “El concilio frente al pensamiento moderno”. Y aquí está lo que dijo Ratzinger pasado por mí.
En el texto trata el “aggiornamento de la iglesia” examinando el mundo intelectual de la década de 1960, era pre-internet, y el lugar del Evangelio cristiano católico. Habla del concilio Vaticano I y ese “risorgimento” italiano que impidió terminar el concilio y derrumbó los Estados Pontificios dando paso a cambios estructurales en la iglesia. Países como Francia, Alemania USA y muchos de Suramérica tenían fuerzas que querían desplazar la iglesia de la esfera pública. Comenta que las dos Guerras Mundiales trajeron perturbaciones sociales importantes. La IWW hizo caer el liberalismo (exactamente no sé qué tipo de “liberalismo habla” en este momento) y dio paso a un marxismo materialista en Rusia y un nacionalismo romántico en Alemania y en Italia “que dio paso a un sanguinario triunfo en la IIWW”:
Considerar que se está más cerca de 1870 que de la época actual, que hay una continuidad intelectual a pesar de percibir los constantes cambios de esa segunda mitad del siglo XX es encauzar el tema.
El punto uno empieza dando cuenta de que “el mundo es un pañuelo” gracias a la técnica ha llevado a una desconcertante actualidad que se percibe errática. La aeronáutica, la radio y la televisión han permitido que “el mundo se estreche”. Manifiesta que esta técnica hace que las culturas particulares sean ocultadas por un lenguaje intelectual unitario como en tiempos de Jesús se lograra por medio de la cultura unitaria helénica (bueno eso creo que fue por Alejandro Magno, pero quién soy yo para contradecir a Ratzinger). Con todo esto la iglesia siente perturbaciones en su fuerza. Por eso la iglesia tiene que promover esfuerzos para que la unidad de la humanidad se manifieste y para ello qué mejor que “La Iglesia Universal”.
Se remonta a la primitiva cristiandad cuando se hablaba koiné (lengua común de la cultura griega-romana) impregnado de la filosofía panteísta-inmanentista del Estoicismo que era lo que se hablaba y entendía y estos primeros cristianos asumieron que este lenguaje era el indicado para predicar el mensaje de Cristo. Para adaptarse a los tiempos modernos el pensar de la cultura técnica la nueva koiné tiene que ser transformada en un dialecto cristiano.
Presume de que la victoria de la civilización técnica es una victoria del europeísmo y que un cristiano protestante llamado Ernst Tröltsch en una “venida arriba” dijo que la superioridad del cristianismo sobre el resto de las religiones es dada porque el cristianismo ha logrado la cultura europea, a lo que refuta diciendo que las dos Guerras Mundiales daban cuenta de lo equivocado que estaba.
Los indígenas, los musulmanes, los budistas e hinduista vienen pisando fuerte en la cristiana Europa “a pesar de que en estos movimientos hay un poso de cristianismo que le da lustre” (sigue con las venidas arriba que tanto gusta a esta gente). Así que hay en el ambiente un relativismo que obliga a los cristianos a un examen de conciencia y a una apertura de la iglesia que tenga en cuenta los nuevos nacionalismos extraeuropeos emergentes. De esta forma la iglesia tiene que adaptarse a esas nuevas realidades con sus peculiaridades políticas y espirituales “para guiar a los hombres a un verdadera culto espiritual a dios”. Para ello se tiene que intensificar la autoridad episcopal para que se haga cargo de las especiales tareas de la iglesia particular
El eufemismo “lenguaje unitario intelectual en que la humanidad se comunica” designado como “civilización/cultura técnica” plantea cuestiones como: ¿Cómo se constituye esta civilización? ¿Qué efectos tiene sobre el hombre? La pérdida del contacto con la Naturaleza que conlleva la obra técnica, desde las tuberías que transportan agua, entre otros ejemplos, indica que el hombre no se topa con la obra de dios, el hombre se topa con la obra del hombre con todas las repercusiones que eso conlleva en la situación intelectual. La experiencia religiosa cristiana para por la contemplación y el encuentro con la Naturaleza, si esto es desfigurado o cambiado, se corta una de las fuentes de la existencia religiosa. Algo que aprovecha el “malvado ateísmo” para extenderse. Un nuevo paganismo emerge que consta de una veneración religiosa hacia sí mismo por medio del proceso técnico. Esto da lugar a una creencia de las masas en la Ciencia. El hombre confía que la Ciencia solucione necesidades humanas que hasta ese momento solicitaba a la religión. Nombra a Comte y la física social, el informe Kinsey, y que la Psicología mal porque no alude a “culpa y pecado”. La ciencia amparada en las disciplinas de la sociología, psicología y pedagogía no lo explica todo. Cosas como “el milagro del amor”, “la culpa está fuera de la estadística”, “en el fondo del corazón humano hay una soledad que apela a lo infinito” son cuestiones que dan cuenta del “sentido válido que sólo dios basta”. Para eso está la iglesia, para ayudar al hombre a reconocer que la iglesia ni teme ni debe temer a la ciencia.
De obligatoria prerrogativa nombrar el marxismo, el existencialismo y el neoliberalismo unidos al “mito nacionalista” que trae consigo un “algo profano” y ateo porque la ideología ocupa el lugar de la fe. Al hombre parece que no le hace falta creer en un ser transcendente y divino. El viejo paganismo es superado por la situación técnica en que se construye una religión sin religión. Que la iglesia está ahí porque el hombre sigue necesitando la conexión espiritual y el sentido “sin los cuales no puede ni siquiera vivir” (esto se lo sacan de la chorra porque no sé de qué parte humana es necesario vivir con una religión). Nombra países como Italia, España, Francia, Bélgica, Alemania y USA (recuerdo que por aquel momento España “era la reserva espiritual de Europa”). Que otros países adoptan la forma de “un socialismo democrático con dosis de marxismo y liberalismo” hacen políticas mixtas. El existencialismo con fondo liberal y atraído por el marxismo impregna algunas políticas. Y el mito nacionalista quebrado por el fascismo que brota en pueblos coloniales y que no se puede clasificar “aún”. Se mete con el estado de bienestar porque da una comodidad que puede asfixiar al hombre. Estas ideología ponen esperanzas profanas y desvían al humano del camino cristiano y de dios. El existencialismo y el marxismo impiden una consideración de la tierra como creación que testimonia la grandeza de dios y que todo eso destina a la salvación que pasa por la iglesia. Hace un repaso de las recientes experiencias políticas totalitarias y esa es una de las razones por las que se abraza el liberalismo. Y estas personas también relacionan la iglesia con las prácticas autoritarias.
En las conclusiones se alude al movimiento mariano a través de Lurdes y Fátima, el Congreso Eucarístico de 1960 y algún que otro encuentro en los que los mandamases eclesiásticos dan cuenta de cómo se sigue manteniendo la iglesia. Y el colofón final.
Así se despachó Ratzinger ante la venida de un concilio ecuménico. Así encandiló tanto al cardenal Frings como al papa Juan XXIII.
Los objetivos del concilio
El acontecimiento eclesial más grande del siglo XX nos lo venden como un apuntalamiento de pilares para sostener los próximos milenios la empresa de la industria religiosa cristiana católica, para ello pensaron en “renovar” alguna que otra cosilla, lo llamaron el “Aggiornamento” (algo así como “puesta al día”), y pensaron que grosso modo había que hacer “actualizaciones” en algunas partes de la empresa.
Los apologetas cristianos tienen una misión clara: continuar con el discurso argumentativo de ir mezclando magia, simbolismo y superstición, un pseudorazonamiento argumental de la divinidad y cortinas de humo, muchas cortinas de humo que tapan las verdaderas intenciones de los mandamases de esta empresa.
Juan XXIII consideraba que “la iglesia estaba en crisis” porque se había quedado obsoleta, no se había adaptado “a los nuevos tiempos”. El 25 de enero de 1959 el papa Juan XXIII había convocado un Concilio Ecuménico dos meses después de ser proclamado papa. Muchos han llamado a esta decisión una “intuición profética” inspirada por eso que llaman el espíritu santo. Juan XXII tenía 77 años cuando recibió esta inspiración. De 1959 hasta 1962 se hicieron los preparativos para el concilio. Una labor muy grande para un señor de casi 80 años.
Una de las mayores novedades de este concilio fue la prensa. Como se ve en la foto anterior en medio de ese pasillo se encuentra un cámara dejando constancia visual de lo que se estaba viviendo en ese momento. Algo que no había pasado antes. Pablo VI hizo un decreto sobre este tema en 1963.
Como en todo decreto que se precie, y este no iba a ser menos, Pablo VI se sabía lo suficientemente preparado para enseñar a los hombres el recto uso de los medios de comunicación social. Pero no adelanto acontecimientos y voy paso a paso.
Primero unas breves biografías de los dos protagonistas principales
Angelo Giuseppe Roncalli 1881–1963, más conocido como Juan XXIII. Fue papa desde 1958 hasta 1963. Papa 261º
El Papa Francisco canonizó a Juan XXIII el 27/04/2014.
Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, 1897–1978 conocido como Pablo VI. Fue papa desde 1963 hasta 1978. Papa 262º.
Pues ya sabemos un poquito más de Angelo y Giovanni.
La dicharachera verborrea eclesiástica
El discurso de apertura del Concilio Vaticano II tiene su enjundia.
Un concilio ecuménico de la iglesia cristiana católica (la esposa de Cristo, madre de la humanidad) es un hito histórico, en este caso indica que las circunstancias de la edad contemporánea han motivado el evento. Este concilio vino a recordar y decretar el camino que tiene que seguir cuestiones como la vida individual, la familiar, la social, robustecer “las energías espirituales” que eleven los bienes verdaderos y eternos (el eufemismo para indicar que “virgencita que me quede como estoy”).
Da cuenta de que han pasado 20 siglos desde la formación de la iglesia y la historia cristiana y que esa historia está desparramada en las bibliotecas del mundo. Así que esa doctrina cristiana tiene que seguir siendo custodiada y transmitida/enseñada de la mejor forma y más eficaz para los próximos siglos. Para seguir con la labor de custodia y transmisión hay que tener en cuenta los nuevos caminos, condiciones y formas de vida del mundo actual (el “mundo actual” pre era internet).
Para seguir esa senda se apoya en las actas conciliares de Trento y del concilio Vaticano I, abre la puerta a la “medicina de la misericordia” para mostrar la validez de la doctrina que pregona, alega se tiene que tener cuidado con esas costumbres de vida que desprecian al dios y a su ley, no hay que confiar tanto en los progresos de la técnica, y alerta sobre el bienestar y comodidades de la vida. Manifiesta que las violencias, las armas y “el predominio político” no solucionan los grandes problemas que afligen al hombre (la iglesia lleva 20 siglos y tampoco ha resuelto ná de ná).
La iglesia lo que hace es hacer partícipe de “la gracia divina”, sea eso lo que sea, (algo que ha vendido bien los dos últimos milenios) y de esta forma tutela para “una vida más humana”, indican que por medio de la caridad cristiana se arrancan los “gérmenes de la discordia” fomentando “la concordia, la justa paz y la unión fraternal de todos” (repito, no lo habían conseguido durante 20 siglos, lo iban a conseguir ahora por “la gracia divina”).
Así que pone sus soluciones para que esa custodia y transmisión doctrinal se lleve a cabo de forma efectiva porque tienen que promover y defender la verdad de la verdadera paz y la eterna salvación. Para ello alega a un elemento social que es la materia prima de los negocios de la industria de la religión cristiana católica: la familia. Promover la unidad de la familia cristiana y humana es el “sagrado” deber que Juan XXIII se propuso.
Que esta reunión de machos jerarcas cristiano alegue a la familia como objetivo primordial de este concilio sin contar con las mujeres da cuenta de las intenciones de este despropósito religiosos. Eso sí, invocaron “a María” porque “es su costumbre:
¡Oh María, auxilio de los cristianos, auxilio de los obispos, de cuyo amor recientemente hemos tenido peculiar prueba en tu templo de Loreto, donde quisimos venerar el misterio de la Encarnación! Dispón todas las cosas hacia un éxito feliz y próspero y, junto con tu esposo San José, con los santos Apóstoles Pedro y Pablo, con los santos Juan, el Bautista y el Evangelista, intercede por todos nosotros ante Dios.
Se despidió con un velado “Cristo Rey” que sirvió de justificación para posteriores barbaridades.
Preparación del concilio
El concilio se celebró en cuatro sesiones que se celebraron en cuatro años consecutivos, de 1962 a 1965, en los meses de noviembre y diciembre.
Los preparativos fueron arduos, hay que tener en cuenta que Juan XXIII tenía casi 80 años.
29/06/1959
CARTA ENCÍCLICA AD PETRI CATHEDRAM* DE NUESTRO SANTÍSIMO SEÑOR JUAN POR LA DIVINA PROVIDENCIA PAPA XXIII
05/05/1960
CARTA APOSTÓLICA DADA EN FORMA DE MOTU PROPRIO SUPERNO DEI* DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
14/11/1960
ALOCUCIÓN DEL SANTO PADRE JUAN XXIII A LOS MIEMBROS DE LAS COMISIONES PONTIFICIAS Y SECRETARIADOS PREPARATORIOS DEL CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II*
12/06/1961
DISCURSO DE SU SANTIDAD JUAN XXIII A LA COMISIÓN CENTRAL PREPARATORIA DEL CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II*
20/06/1961
AUDIENCIA DE SU SANTIDAD JUAN XXIII A LA COMISIÓN CENTRAL PREPARATORIA DEL CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II AL FINAL DE LA PRIMERA SESIÓN*
La mujer, la invisibilidad y la propaganda
En un arranque de “aggiornamento” hubieron mujeres en el concilio. Estas mujeres estaban auspiciadas por los eventos de Fátima y de Lourdes, ahí es ná. En medio de tanto machuno (más de 2500 de la iglesia más los que estaban en representación de los países) se nombraron “auditoras”, por aquello de “que no digan que no hubieron mujeres en el concilio Vaticano II”, y Pablo VI en 1964 nombró nueve religiosas, algunas ocupaban cargos de liderazgo en uniones internacionales de religiosas:
- Cristina Estrada (España),
- Marie Henriette Ghanem (Líbano),
- Mary Luke Tobin (Estados Unidos),
- Marie de la Croix Khouzam (Egipto),
- Sabine de Valon (Francia),
- Juliana Thomas (Alemania),
- Suzanne Guillemin (Francia),
- Costantina Baldinucci (Italia), y
- Claudia Feddish (Estados Unidos).
Además ocho mujeres laicas, todas núbiles, tenían cargos directivos en asociaciones laicales internacionales; mientras que dos de ellas eran viudas de guerra. Se trataba de:
- Pilar Belosillo (España),
- Rosemary Goldie (Australia),
- Marie-Louise Monnet (Francia),
- Anne Marie Roeloffzen (Holanda),
- Alda Micheli (Italia),
- Amalia Dematteis viuda Cordero Lanza di Montezemolo (Italia),
- Ida Marenghi viuda Grillo (Italia).
En 1965 entraron las primeras mujeres latinoamericanas:
- Margarita Moyano Llerena (Argentina),
- Gladys Parentelli (Uruguay),
- así como una matrimonio invitado a participar: José y Luz María Álvarez Icaza (México).
Y con eso “renovaron el camino de la iglesia para los siguientes siglos”. Ni que decir que estas mujeres que participaron en los retazos que les dejaron pasaron a la historia como “Mirad, la Iglesia tiene a la mujer en los esquemas de un Concilio”. Vamos, publicidad muy barroca para dejar las cosas como están. Que para es Ratzinger había nombrado a la virgen a través de sus franquicias la de Fátima y la de Lourdes, que son una fuente inagotable de dineros y supersticiones.
Y ese lavado de cara ha quedado como un dicasterio “de la familia y la vida”, vamos, que el control sobre la familia no lo quieren perder bajo ningún concepto.
El hacer “entrar a la mujer a un concilio, que sea la primera vez que en un concilio haya eso que se llama prensa, y que las misas se hagan en la lengua vernácula de la zona geográfica” fue el resultado del “aggiornamento” que duró casi cuatro años, dos papas y mucha verborrea.
Todo esto para que se pasase a la historia como el concilio que maltrató aún más a las mujeres.
De este panfleto me ocuparé en su apartado correspondiente, me interesa indicar que la pericia de Juan XXIII de ir pillando de aquí y de allá para sacar adelante un concilio que tuvo facciones en contra.
Las diez comisiones de trabajo fueron las siguientes.
El acabose
El cardenal Ratzinger goza de una duda respecto a su papel en la omisión y encubrimiento a mandamases pederastas de la iglesia. El caso de Marcial Maciel y los “legionarios de cristo” es especialmente criminal. Se consideró que Ratzinger ya convertido en papa Benedicto XVI no fue contundente con el tema.
Benedicto XVI redactó un texto que se publicó el 14/04/2019 en Aciprensa en donde indica que la pederastia en la iglesia se dejó suelta tras el concilio Vaticano II. El texto se publicó tras “El encuentro la protección de los menores en la iglesia” que el papa Francisco convocó en febrero 2019.
El papa emérito Benedicto XVI no quedó conforme con lo que estaba pasando, sabía que mucho no le quedaba, así que ese texto final daba cuenta de un “echar balones fuera”, eso sí, con una exquisita verborrea, para que quede para la posteridad… “algo”.
Recomiendo la lectura de este texto, me voy a detener en un párrafo en concreto que es especialmente horrible.
Para un tipo que cuando pudo hacer, hizo nada, que diga esto es de una miseria cognitiva brutal. Una burla a la humanidad más allá de cualquier límite.
En fin, algo que no tenemos que comer con papas porque el parasitismo de la religión es cuestión de todos, todas y todes.
Bibliografía:
https://www.vaticano2.com/documentos-post-conciliares/
https://www.diocesisdecuenca.es/el-concilio-vaticano-ii-historia-y-significado-para-la-iglesia/
https://www.pastoralsaludlomas.com.ar/images/formacion/concilios/cvii_fechas_curso_votaciones.pdf
https://summa.upsa.es/high.raw?id=0000002222&name=00000001.original.pdf
https://www.nytimes.com/es/2023/01/04/espanol/abuso-sexual-iglesia-benedicto.html
https://www.sindic.cat/es/page.asp?id=53&ui=9740
Listado de escritos sobre estas vainas.
Para saber algo de Mussolini y Pío XI
Mirando el concilio Vaticano II
