La masculinidad frágil
Muchas personas no consideran que el feminismo y la igualdad de género consiste en lograr la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para todas las personas. Conseguir un mundo sostenible, pacífico, próspero y saludable pasa por tener en cuenta los Estudios de Género.
Durante milenios las sociedades y culturas han vivido en un mayoritario androcentrismo (práctica social de otorgar a los varones y a sus puntos de vista una posición central en el mundo) estructural, se ha considerado que la perspectiva masculina era la única posible y la consideraban universal. Este punto de vista sesgado se sigue manteniendo cada vez que se considera que el punto de vista del hombre es el único válido, invisibilizando los puntos de vista de las mujeres.
Tomar al hombre (macho de homo sapiens) como medida de todas las cosas que se contemplan en la sociedad, cultura, grupos, salud y familias excluyendo a las mujeres de los discursos y de la vida social ha supuesto una pérdida de oportunidades a la humanidad en sectores sociales y culturales.
A partir del año 1960 la estructurada y victimista androcentrividad sufrió una perturbación en la fuerza. Se daba cuenta de que hay otras realidades que no ponen el foco en el protagonismo del macho del homo sapiens y eso fue algo que dio mucho que hablar y poco pensar.
Algo que venía sucediendo desde hacía décadas tomó forma social. Palabras como cisnormativo o cisnormatividad, heterocentrismo o heteronormatividad hicieron que más de uno y de una pusiera el grito en el cielo y les salió un machismo anclado en lo más profundo de las ideas irracionales aprendidas de generación en generación. Empezaron a emerger las ideaciones, actitudes y conductas, algunas violentas y/o discriminatorias hacia las personas que no se ajustan a la identidad de género masculina definida por los roles binarios de género, y eso era un problema para muchos.
Que el mundo no sea binario, que hayan varias identidades es algo que altera las masculinidades más retrógradas. El “ser hombre auténtico” empezó a desmoronarse cuando se dieron cuenta que la cultura del culto a la masculinidad perjudicaba y mucho a la sociedad, a la cultura, al conocimiento y a la ciencia, también perjudica al propio hambre. Empezaron a evidenciarse esos micromachismos de la vida cotidiana, tan sutiles que se envolvían en “bromas” perpetuando las actitudes machistas y la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres y poniendo a los hombres al borde de la delincuencia sexual. Estos micromachismos son el sustrato por el cual emergen las demás formas de violencia de género o violencia machista: el maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y económico. Estas prácticas suelen estar legitimadas por el entorno social.
La misoginia latente se desencadenó en las redes sociales, llegando a partidos políticos. Emergió el odio, el rechazo, la aversión y el desprecio hacia la mujer y, en general, hacia todo lo relacionado con lo femenino manifestando actos denigrantes, discriminatorios y violentos contra ella por el hecho de ser mujer. Presuntos intelectuales lanzaron al mercado de las editoriales y los medios de comunicación masiva libros, manifiestos, comunicados y demás formas de difusión de mensajes como que “los hombres estaban en peligro porque el malvado feminismo quiere tener el poder de la población mundial”. Los foros de telegram, Whatsapp y demás formas de mensajería rápida llevan los cotilleos de los machos heridos de masculinidad frágil hasta las más diversas plataformas.
Definiciones
El género se refiere a los roles, las características y oportunidades definidos por la sociedad que se consideran apropiados para los hombres, las mujeres, los niños y las niños y las personas con identidades no binarias. Es el producto de las relaciones entre las personas y puede reflejar la distribución de poder entre ellas. Es un concepto dinámico que cambia con el tiempo, lugar y cultura. Es el conjunto de características sociales y culturales históricamente construidas, que se atribuyen a las personas en función de su sexo. Hace referencia a las conductas, a lo que se espera de ellas por haber nacido con un pene o una vagina (sexo de asignación), y es producto de la socialización.
La sexualidad es un aspecto central del ser humano. Abarca el sexo, las las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales” (OMS, 2006).
El sexo es el resultado de una sucesión compleja de elementos y acontecimientos fundamentalmente biológicos (elementos sexuantes) que engarzados gradualmente, definen al ser humano como hombre o mujer (bajo una concepción binarista). Según las características sexuales, puede ser masculino o femenino.
Rol o papel de género son las Identidades, actitudes, comportamientos, anatomías, estilos, intereses, formas de vida relacionadas con el género con los que las personas se presentan e interaccionan socialmente.
Sexismo: Comportamiento individual o colectivo que desprecia un sexo en virtud de su biología.
Machismo: Actitud de prepotencia con respecto a las mujeres. Estas creencias, actitudes y conductas aprendidas tienen como objetivo mantener la supremacía del hombre respecto a la mujer.
Masculinidad frágil: Actitudes del paradigma machista y misógino que exigen que el hombre sea fuerte, insensible, y con la idea irracional de ser superior a la mujer. Sienten la necesidad de manifestar constantemente la superioridad y mantener las relaciones jerárquicas respecto a la mujer para mantener el poder a base de conductas como:
-Mansplaining: deslegitimar las habilidades de una mujer a través del discurso no teniendo en cuenta que esa mujer puede saber más sobre el tema, sin que lo hayan pedido y adoptando una actitud paternalista y condescendiente.
-Manterrupting: las constantes interrupciones sin necesidad en el discurso de una mujer.
-Bropiating: el hombre se apropia y se lleva el crédito de una idea, servicio, producto, etc., que se le ha ocurrido a una mujer.
-Male-gaze: mostrar el mundo bajo el prism de un hombre-blanco-heterosexual-cristiano-occidental.
-Manslamming: chocarse “accidentalmente” sobre todo a la hora de atravesar una puerta, la mala educación es más prominente.
-Manderstanding: chistes privados entre hombres que solo ellos entienden.
-Straw feminism: la manera en la cual los hombres intentan desmontar los argumentos feministas exagerándolos y desacreditándolos.
Las justificaciones machistas y misóginas
La perspectiva de género implica reconocer que una cosa es la diferencia sexual y otra cosa son las atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones sociales que se construyen tomando como referencia a esa diferencia sexual. La diferencia sexual ha supuesto el fundamento de la estructuración social vital del desarrollo humano. Basándose en una falacia han elaborado todo un entramado social en base a la idea de que si las funciones biológicas son tan dispares, las demás características –morales, psíquicas– también lo serán.
El estatus femenino varía de cultura en cultura, la constante es que la subordinación política de las mujeres a los hombres se considera “natural e inevitable” por algo que supone una diferencia biológica subyacente y fundamental: el parto y la maternidad.
Aceptar el origen biológico de algunas diferencias entre hombre y mujeres no implican superioridad de un sexo sobre otro. Los seres humanos comparten rasgos y conductas humanas.
También tienen mucho énfasis diciendo que como la Educación institucional actual “es igual para todos” con eso ya está todo hecho, que a las mujeres no nos hace falta más igualdad. Se olvidan de que las desigualdades en las carreras científicas, en el mercado de trabajo, olvidan que el ocio está encaminado a que el hombre tenga cubiertas sus necesidades (como que las mujeres no paguen por ir a la discoteca, como que se hagan rifas de chicas, prostíbulos, etc.). Ah, y lo que más inciden es que “en España sí hay igualdad de género que me vaya a otro país a reivindicar los Estudios de Género”. Miles de comentarios en diversas redes sociales a los mensajes que enviamos las mujeres sobre dar visibilidad al feminismo, a los Estudios de Género y aportando soluciones a los graves problemas que trae el que los hombres consideren inferior a las mujeres (como ha venido pasando durante los últimos 3 milenios).
A la tridimensionalidad que traen consigo las actitudes misóginas (afectivas, cognitivas y conductuales) hay que añadir los factores sociales que dan unas pérdidas de oportunidades tanto a hombres como a mujeres. Algo que muchos son incapaces de ver eso y llevan la defensa de las conductas delictivas de estos hombres hasta límites muy escabrosos.
Eventos históricos
El asesinato de las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, hoy conocidas como Las Mariposas, en 1960 en la República dominicana supuso la caída de un sanguinario dictador que había hecho todo lo posible por mantenerse orgulloso de ser un abusador de mujeres, un inepto que a base de violencia mantuvo a ralla la población de un país.
Las prebendas prometidas por el dictador a sus secuaces, acólitos y fanáticos dejaron un legado de resentimiento que aplacaba a todo el que no hiciera una pomposa pleitesía, las hermanas Mirabal estaban en la diana de estos misóginos que no necesitaron ni justificación ni explicación política para satisfacer los deseos de un dictador.
Así que en memoria de estas mujeres que vivieron luchando contra la tiranía dictatorial de la misoginia, desde 1981 la fecha de su muerte se convirtió en un día señalado en Latinoamérica para marcar la lucha de las mujeres contra la violencia, realizándose el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, en Bogotá (Colombia). Se elaboró la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, fue la Resolución de la Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de 1993 donde describieron y definieron “violencia contra la mujer”:
Se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.
Así empezaron los bulos
La ideología de género no existe, lo que sí existe es una serie de Estudios de Género que han ido explicando cómo la asimetría social en las relaciones entre hombres y mujeres ha favorecido la violencia de género. La ideología en este caso está en considerar esa idea irracional que el hombre es superior a la mujer en todos los niveles dimensionales (afectivos, psicológicos y conductuales) biopsicosociales y que el hombre tiene potestad para ejercer daño físico, sexual o psíquico a la mujer si él lo considera necesario, privándola de su libertad tanto en la vida pública como en la vida privada si hiciera falta. La cultura ha legitimado la presunta superioridad del hombre, así la sociedad ha justificado cualquier acción violenta del hombre hacia la mujer. Son maniobras estructurales habituales y no se han considerado dañinas hasta hace pocos años.
El concepto “ideología de género” salió del horno comunicativo de uno de los estados/empresa más poderosos del planeta, la iglesia con su sede en el Vaticano.
Hay una serie de cartas, encíclicas y demás formas de difusión de los berrinches de la industria del cristianismo que han puesto mucho énfasis en tratar de desprestigiar los Estudios de Género incluyendo la palabra “ideología” y emparejándola con “comunismo/marxismo”, así están de desatados los machos heridos de masculinidad frágil que van gritando por todas partes que los hombres son superiores a las mujeres porque la biología/dios así lo ha dicho
Los de la industria del cristianismo se han puesto a manifestar que “el matrimonio está en peligro porque la ideología de género desestructura esa institución”, así que tenemos discursos, libros, filosofadas y charlatanerías varias insistiendo en llamar “ideología” a una serie de estudios que dan cuenta de que institucionalmente se han creado una serie de herramientas sociales capaces de someter a la mujer, entre ellas el matrimonio.
En el año 2000 el Pontificio Consejo para la familia es una de estas instituciones que pertenecen a la curia cristiana con sede en el Vaticano y que están muy interesadas en mantener su estatus sea como sea. Desde el inicio del siglo XXI se han interesado mucho en que esta idea que llamaron “ideología de género” calara en la sociedad.
El 31/05/2004 la Carta del Cardenal Prefecto Joseph Ratzinger y aprobada por Juan Pablo II fue otro empujón reforzante a la idea de que “la ideología de género es lo peor”, a ese ser tan oscuro como es Ratzinger también le dio por escribir para que “la cuestión femenina se mantuviera a raya”:
Esta carta es interesante porque plantea que “la cuestion femenina” es un problema. Ratzinger expone una serie de párrafos que dan cuenta de que hay que mantener a toda costa la industria de la iglesia, sus misterios dogmáticos, no hay que molestar mucho a los adeptos y feligreses y para ello presenta una serie de “reflexiones” que intentan denostar las emergencias sociales que se abren camino social, cultural y de salud entre otras cuestiones de los humanos.
Ratzinger arguye para fundamentar su texto que hay “ideologías” que cuestionan la familia tradicional, esto es, la familia compuesta por padre-madres-hijos/as, otra forma de familia no es posible porque la industria de la iglesia cristiana no está para cambiar los modelos de familia por mucho feminismo que haya.
Y para dar énfasis a las ideas irracionales expone una serie de frases que no tienen sentido pero que a los adeptos les llena de regocijo.
Encima de meter la palabra “ideología” de forma peyorativa también habla de una presunta “antropología bíblica” que intenta dar base de realidad a las fantasías que se exponen en el génesis, así que usan palabras que nada tiene que ver con la realidad, como son los Estudios de Género que lo han cambiado por “ideología de género” y fundamentan todo ese cambalache dialéctico en lo que dice el génesis, el éxito está asegurado. Esta antropología bíblica está interesada, entre otras cosas, en encontrar el arca de Noé, sí, el nivel de delirio es bastante grande, para eso
El machismo misógino de las industrias religiosas que mantiene el estatus social
Las tres grandes religiones monoteístas (cristiana, hebrea y musulmana) tienen en común, aunque en distinto grado, su misoginia, relegando a un segundo plano a las mujeres, que la mujer se someta al hombre es el objetivo de estas religiones y de otras religiones/filosofías que aparentemente no son tan misóginas como Confucio o Siddhartha Gautama. Para todos estos las mujeres somos malas si no somos virtuosas y sumisas a los hombres. Y tenemos la paradoja social de que las mujeres son el público más fiel de las religiones, a pesar de la manifiesta misoginia que se supura por los encargados de llevar a cabo los rituales y de opacidad de la jerarquía cristiana, islámica y judía.
Este estatus viene muy bien para mantener los discursos que emanan de los diferentes líderes, tanto religiosos como políticos, en los que la exaltación de los presuntos rasgos masculinos, acentuar la creencia de superioridad del hombre sobre la mujer y hacer énfasis en un marianismo en la mujer que da cuenta que esa ideología de sacrificio y de abnegación de la mujer a la familia tiene que estar por encima de todo, dando una visión idealizada de lo femenino dentro de la cultura machista. Así que según el marianismo, el hombre tendrá por derecho la potestad de castigar a su pareja cuando no acata su rol de sumisión y servicio esperado/demandado, la mujer aceptará esos castigos porque “lo merece”, eso sí, si el hombre no cumple con sus roles “de hombre” hay que respetarlo.
Existe una estrecha correlación entre la cultura patriarcal, desigualdad entre hombres y mujeres y violencia de género. Y todo eso empieza por las palabras. El discurso machista de la sociedad postindustrial tiene unos mensajes cortos, concisos que calan.
El victimismo del macho herido de masculinidad frágil:
-El hombre ha perdido la presunción de inocencia.
-Las mujeres se aprovechan de la bondad de los hombres y los denuncian falsamente.
-Ya no se acepta ni un piropo.
-Ahora todo es machismo, no se puede hacer ni un chiste.
-Cuando las mujeres dicen no quieren decir sí.
-¿Sabéis qué privilegio creo que tenemos los hombres sobre las mujeres? Estabilidad hormonal.
-La violencia de género está sobresensibilizada.
Los clásicos:
-Mujer al volante, peligro constante
-Mujer sin hijos, jardín sin flores.
-Mujer sin aretes, altar sin ramilletes.
-Mujer que habla latín, rara vez tiene buen fin / no tiene marido ni buen fin.
-La mujer invisible en el taller o el concesionario.
-Qué suerte tienes, tu marido te ayuda en casa.
-Más fácil que la tabla del dos.
-Qué histérica.
-Aquella está para darle.
-Qué mal follada.
-La que calla otorga.
-Tan linda y tan solita.
Los mensajes que culpabilizan y estigmatizan a las víctimas:
-Date a respetar.
-Si es que visten como putas.
-Qué hacía una chica de 16 años en la calle a esas horas.
-Ibas borracha.
-Tú te lo buscaste.
-Nadie te va a creer.
-Llevas ropa demasiado provocadora.
-Por qué confías en los chicos.
Las frases de posesión:
-Eres mía, de nadie más.
-Si no estás conmigo, no estás con nadie.
-Calladita te ves más bonita.
-Aquí se hace lo que digo yo.
-Cállate, a nadie le interesa lo que tienes que decir.
-Yo te voy a cuidar.
Frases luz de gas:
-Estás loca, nunca pasó, te inventas todo.
-Con ese carácter nadie te va a aguantar.
-Cállate, a nadie le interesa lo que tienes que decir.
Chantaje emocional:
-Si me dejas, me mato.
-Si lo cuentas, te mato.
Otra de las maniobras estratégicas que llevan a cabo los hombres heridos de masculinidad frágil es negar sistemáticamente que “exista una cultura de la violación”. Resulta que los mitos sobre la violación influyen en muchos aspectos de los sistemas judiciales de investigación y penales. Que algunos hombres se consideren con la potestad de utilizar los cuerpos de las mujeres para satisfacer sus caprichos sexuales o deseos de someter a su víctima perpetrando conductas sexuales dirigidas a hacer daño a la mujer es algo que consideran “su derecho” y alegarán cualquier excusa, siempre aludiendo que la víctima de alguna manera ha tenido la culpa, para eludir la responsabilidad de su propio autocontrol. El objetivo es
contribuir a perpetuar los ideales de una cultura de la violación que impide reducir los delitos sexuales y perpetúa la indefensión y vulnerabilidad de las mujeres ante estas conductas que deniegan, minimizan o justifican la violencia sexual que los hombres ejercen sobre las mujeres.
Los pactos entre caballeros
A los machos de masculinidad frágil les es muy difícil entender qué es eso del “consentimiento sexual”. Este colectivo de hombres reproduce el mito del modelo dicotómico de hombre-activo/mujer-pasiva y descarga en las mujeres la responsabilidad de establecer límites a los avances masculinos en las conductas sexuales y de sometimiento. Así que cuando una mujer no da su consentimiento sexual este tipo de hombres no lo acepta e intenta arrebatar la libertad sexual de la mujer de manera explícitamente violenta y/o con violencia verbal utilizando frases que mellen la integridad cognitiva de la mujer.
La ineficacia del “no” femenino ante el acoso masculino lleva a que constantemente se cuestione la libertad sexual y los deseos de las mujeres, e incluso se presuma de que “estos hombres de masculinidad frágil saben mejor que las propias mujeres las apetencias que puedan tener o no”. El pretendido reconocimiento supremacista de una diferenciación sexual pone alta la expectativa de la iniciativa “del hombre y su búsqueda de su satisfacción sexual sin desinhibiciones porque para eso la mujer es la sumisa y tiene que acatar los deseos de él”. Para ello estos hombres utilizan conductas acosadoras, insistentes e incluso violentas, haciendo gala de unas justificaciones hipócritas que responsabilizaban a la mujer de estas conductas delictivas que estaban ejerciendo contra ellas. Cosas como el “autocontrol” ni lo tienen en cuenta.
Uno de los “pactos entre caballeros” más nefastos es el pacto que ha llevado a tapar durante siglos las violaciones y abusos sexuales cometidos por los integrantes de la curia cristiana. Las actitudes de complicidad en el ocultamiento, la no colaboración con las autoridades civiles en la persecución y castigo de estos delitos, el secretismo garantizado desde el Vaticano, la prepotencia de los obispos y cardenales a la hora de afrontar estas conductas delictivas, el encubrimiento y la resistencia estructural con la excusa de “para no dañar a la iglesia, los trapos sucios hay que lavarlos en casa”.
Es habitual el pacto entre caballeros, ese pacto de silencio, en las violaciones grupales no denunciadas o denunciadas y que no consiguen llegar al juicio por desestimación. Esta complicidad de estos machos heridos de masculinidad frágil porque han cometido un delito y se sienten a salvo. El considerar que “Está en su naturaleza, no pueden controlarse”, “Ella los provocó” y “Mi hijo/amigo/marido/hermano/etc. no es un violador” va construyendo una complicidad, va forjando un convenio implícito que cuida y exime de toda responsabilidad al hombre que ha cometido estos delitos.
Que un hombre respalde las acciones y comportamiento de otro, cuando calla la violencia que otro hombre ejerce sobre las mujeres, e incluso en las redes sociales salgan defendiendo conductas delictivas forma parte del pacto entre caballeros o pactos de silencio que hacen que las mujeres tengan el estigma de manipuladoras, provocadoras o cualquier adjetivo despectivo que estos foros de machos con masculinidad frágil quieran adjudicar. Estos pactos, que unas veces son de silencio, otras de defensa y otras de difusión de material sensible, dan cuenta de cómo las conductas abusadoras se refuerzan, se defienden o se callan en base a las consignas que haya dado el líder de turno.
Conclusión
A los machos humanos de masculinidad frágil les supone una ofensa que les digamos que los piropos sin motivo por la calle son violencia verbal hacia las mujeres, les ofende que se cuestione su hombría cuando pegan voces sin control y sin venir a cuento, se indignan cuando se les muestra los atentados a los Derechos Humanos que están cometiendo, se ponen a la defensiva si se osa cuestionar sus discursos, levantan una serie de bulos y mentiras cuando se les ha pillado cometiendo actos delictivos, lleguen a juicio o no. Estos hombres que “condenan” a otros hombres por avalar a una mujer porque consideran que han sufrido un agravio casi insuperable no contemplan la posibilidad de que lo que está fuera de la lógica humana son sus discursos denostadores de las mujeres y sus comportamientos agresivos. El sentirse dominante, fuerte, portavoz de verdades insensibles, en el que presumen de esconder sus emociones, (y no hay más que verlos cuando presencian un partido de fútbol), rigidez cognitiva para defender a otros machos frágiles, los que confunden ser fuertes con ser aptos, los que presumen de ser unos completos analfabetos funcionales, los que consideran que tener crueldad, mostrarse agresivos, y manifestar fuerza física constantemente son rasgos deseables. Si todos esos estereotipos son cuestionados, es prioridad del macho con masculinidad frágil desestabilizarse y sentir amenazada su potencia y supuesta superioridad, y no solo sentir, tiene que manifestar conductas que le lleven a mostrar que eso del control emocional no va con ellos, y si encima rompen alguna cosa mucho mejor, y si la ofensa es muy grande y tienen que pegar una paliza a una mujer su tasa de hombría queda cubierta.
Conclusión 2
El “deber” ser del hombre basado en la masculinidad hegemónica opuesta a la feminidad ha relegado a la mujer a la condición de oprimida, inferiorizada, estar a merced de los deseos sexuales de ese hombre de masculinidad frágil porque es considerada pasiva, irracional, emocional y confinada a la labor del trabajo doméstico, de la crianza y de los cuidados en base a una falacia biológica y corporal. Ese hombre de masculinidad frágil que se ha considerado activo, racional y promotor cultural, que las religiones y la filosofía, e incluso algunos autores considerados académicos y científicos han avalado, está viendo que el androcentrismo impuesto y fundamentado desde hace milenios tiene que mostrar comportamientos rudos y violentos, con una sexualidad activa y dominante. Sus actividades tienen que desarrollar su dominio en las esferas sociales ya sea en la cultura, el deporte, en el ejército porque presuntamente “se le supone” que la valentía, la determinación, el coraje y fuerza son cualidades que pertenecen al ámbito de esta masculinidad frágil que no contempla que la valentía, el coraje, la fuerza, la decisión, incluso la determinación sexual no pasa por su condescendencia ni por su aceptación, las mujeres también (de hecho manifiestan de una forma callada todos esos atributos) tienen esos rasgos. Mostrar acciones y discursos anti-feminidad, de dominación y control, de fuerza y resistencia, de agresividad y osadía forma parte del pacto entre caballeros que se encumbran en una virilidad entendida como recurso cultural esencial para mantenerse con el poder en el poder.
Conclusión 3
Conseguir unas relaciones de equidad entre hombres y mujeres, en los ámbitos laborales, familiares, sociales, culturales, sanitarios, etc. pasa por diferentes grados. La apropiación de valores por parte de sectores conservadores, que quieren mantener el status de poder vigente e incluso llevarlo más allá, lleva a que se autopromocionen como los portadores “de la verdad universal” algo que en determinados sectores, como el religioso, proporcionan mucho lucro para seguir manteniendo ese estatus de poder. Los logros en el acceso a la educación y el aumento de la presencia femenina en el mercado laboral son cuestiones que a algunos no les viene bien. Instituciones como la familia (considerada la unidad básica de la sociedad), que pasan por diferentes tipos motivacionales, se están diversificando, definir a la familia como una institución compuesta de “padre, madre,hijos/as” (familia nuclear) se ha quedado pequeña. Los vínculos humanos son muy diversos y eso se refleja en las familias, no hay una sola manera de definir a la familia, actualmente la consanguinidad y la descendencia forma parte de esas definiciones, mas no son características cerradas. La familia es el grupo primario en que sus miembros encuentran el grado de estructura necesario para aprender a vivir en sociedad. En la familia se establece por primera vez el comportamiento y las decisiones en materia de salud, donde se origina la cultura, los valores y las normas sociales. Algo muy goloso para sectores conservadores y religiosos.
En esa diversidad familiar, que se encuentra inmersa en los cambios que está experimentando la sociedad, que aprende constantemente, que se autorregula según los cambios sociales y personales, económicos, de salud, culturales, etc. Una sociedad más tolerante y respetuosa con la diversidad familiar pone en jaque al macho de masculinidad frágil. A este macho de masculinidad frágil que se niega a aprender a poner la lavadora, que ni intenta ir a las tutorías escolares de sus hijos, que se vanagloria de haber acosado sistemáticamente a alguna compañera de trabajo/exnovia/etc., que presume de ser el prototipo de “hombre” que no va a dejar pasar el feminismo, que incluso llora diciendo que su heterosexualidad está en peligro de extinción, ha planteado unos supuestos victimistas dejando a las víctimas como “locas o histéricas”. Han llegado al punto de la irracionalidad que para defender sus “mancilladas virilidades” tienen a muchos charlatanes vociferando que la testosterona es lo que mantiene “la hombría del hombre”, para mantener la testosterona promocionan el bronceado de testículos, el celibato, la no masturbación y algunas chorradas más que se les va ocurriendo ya que piensan que el auge de la conciencia feminista y la justicia social está borrando a los “hombres con hombría de verdad”.
Conclusión 4
Se habla de la herida masculina cuando el hombre se resiste a contemplar que la sociedad está cambiando, que se da cuenta de que los referentes no normativos están siendo líderes en la sociedad y la cultura. Que sienten que ser hombre, blanco y cisheroterosexual está en peligro por algo que llaman “feminazis”. La ultraderecha se ha apropiado de una serie de conceptos y sus definiciones porque el movimiento feminista cuestiona su forma de vida, su forma de conseguir ingresos, su forma de anular a las mujeres, sus constantes quejas de denuncias falsas, de falta de presunción de inocencia, de los chiringuitos de las feministas con sus subvenciones que no han servido más que para hacer vagos.
Que algunos hombres se sientan bajo el escrutinio de una lupa social que analiza su comportamiento, pensamiento, deseo, costumbres como nunca antes había sucedido ha dado paso a una serie de justificaciones y argumentos en cuya base se encuentra que: “toda acción política que no defienda directamente al hombre, blanco, hetero es el enemigo”. El estudiado victimismo pasa por discursos de “están linchando al hombre por el hecho de ser hombre”, “no se puede hacer chistes de nada”, “ya no se puede ligar en paz”, “el puritanismo que tiene el feminismo” y tantas y tantas frases hechas que dan cuenta que “la educación que ha recibido este tipo de hombres ha estado encaminada a que sean el centro de atención constante les molesta haber perdido ese estatus”. Así que han seguido el paso de los religiosos, que para eso tienen miles de años manteniendo una empresa de la coacción pública, y se han erigido víctimas, culpan a la sociedad de todos sus males, en concreto a los colectivos “mujer”, migrantes, LGTBQ+ y a cualquier minoría que les parezca que les sirva para satisfacer sus deseos victimistas. No les vale los datos contrastados, no le sirve la coherencia argumental de cuestiones históricas.
Las malas condiciones laborales sirven de aliciente para que estos hombres de masculinidad herida que no dudan en defender a los empresarios más neoliberales, negar la labor de los sindicatos y defender que no hay que subir los impuestos a los beneficios empresariales, da igual que estos hombres no tengan comida en su casa, son capaces de defender sus aliados a pesar de que sus derechos laborales, sociales, sanitarios, educacionales estén cayendo en picado.
Escalas que miden el machismo
https://revistas.upeu.edu.pe/index.php/r_psicologia/article/view/932/pdf
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3423956.pdf
https://www.ijpsy.com/volumen7/num1/157/evaluacin-de-actitudes-sexuales-machistas-ES.pdf
https://www.injuve.es/sites/default/files/Violencia2.pdf
Bibliografía
https://www.homosensual.com/cultura/arte/las-obras-mas-homoeroticas-de-fabian-chairez/
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2870086.pdf
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/gender
https://www.refworld.org.es/docid/50ac921e2.html
https://sanasanaculitoderana.blogspot.com/2013/11/presencia-de-las-hermanas-mirabal-en-la.html
https://www.redalyc.org/journal/316/31646035003/html/
https://www.aepeventosdigitales.com/files/911/cyp/1528.pdf
https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/48926/TFG_%20Alfonso%20Echenique.pdf?sequence=2
https://www.redalyc.org/pdf/2451/245145815006.pdf
https://www.boe.es/biblioteca_juridica/anuarios_derecho/abrir_pdf.php?id=ANU-E-2017-10004500089
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032016000400741
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2005/3667.pdf
https://e-revistas.uc3m.es/index.php/FEMERIS/article/download/6140/4448/
https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/14766/1/ICXIV2810.pdf
https://bastian.olea.biz/masculinidad-hegemonica-y-patriarcal/
https://ideasfem.wordpress.com/textos/i/i21/
https://www3.paho.org/spanish/GOV/CD/cd44-10-s.pdf
Bibliografía específica de las hermanas Mirabal
http://unojotacuatro.blogspot.com/2010/12/las-hermanas-mirabal-heroicidad-y.html
Bibliografía de las encíclicas cristianas
25/07/1968 Encíclica Humanae Vitae, Pablo VI
1988 Carta apostólica Mulieris Dignitatem, Juan Pablo II
25/03/1995 Encíclica Evangelium Vitae, Juan Pablo II
31/05/2004 Carta del Cardenal Prefecto Joseph Ratzinger y aprobada por Juan Pablo II
Esta carta es interesante porque plantea que “la cuestion femenina” es un problema.
Frases de religiosos denostando a las mujeres
https://www.mujerpalabra.net/pensamiento/critica/frasesmachistasymisoginas_relig.htm
