La industria de las mentiras
Tenemos una serie de cuestiones en los asuntos religiosos que van más allá de las creencias irracionales que puedan tener las diferentes religiones. El proceder conductual según los ritos y rituales que algunos atribuyen como sagrados a veces no deja espacio a un desarrollo adecuado de la sociedad.
Llamar misterios a una serie de creencias irracionales que los devotos tienen que creer sí o sí para que según los delirios de algunos mandamases se les conceda una cosa que han llamado la gracia de Dios, y por supuesto, dejan muy claro que quien no tenga esa gracia de Dios es como el que tiene carencias cognitivas, forma parte del negocio empresarial de las religiones.
Llaman fe salvífica a una presunta gracia de un ente al que llaman Espíritu Santo que dicen tiene poder de santificar, esta gente entiende por santificar una supuesta lavandería de pecados, a la vez que comunican una presunta Justicia de un ser imaginario que llaman Dios por la fe en otro ser imaginario al que llaman Jesucristo.
Los dogmas cristianos son proposiciones que se toman por ciertas, verdaderas y firmes, algo así como principios innegables. Son innegables porque forman parte de la parafernalia que denominan misterios. Los principales dogmas cristianos se resumen en la encarnación, la expiación de los pecados, y el dogma de la Trinidad, lo que decía antes de trino y uno.
Hay más dogmas cristianos como la virginidad de la supuesta madre del presunto Jesús, a estos dogmas los llaman dogmas marianos, son cuatro: la Inmaculada Concepción, que esa señora llamada María, que no hay pruebas de que existiera, es la madre de Jesús (que tampoco hay pruebas de que haya vivido), que la señora María tuvo una Asunción a los cielos, y que María es siempre virgen aunque haya parido, recordemos que fue embarazada por el Espíritu Santo encarnado en una paloma entonces tenemos ahí un poquito de fantasía cristiana. Para convencernos de todo esto dicen que los dogmas son revelaciones de Dios, a esta revelaciones las llaman verdades Divinas. Consideran que estas revelaciones son las fuentes de los dogmas, en principio para formar la fantasía cosmogónica cristiana, y esta tenga unas consecuencias humanas a la vista de el resto de humanos como es la infalibilidad pontificia, que es otro dogma al cual hay que rendir pleitesía. La industria de la iglesia cristiana se llama así misma esposa de ese presunto Jesucristo, en un alarde más de las fantasías que exhiben.
Parece que está chorrada (que la iglesia es la esposa de ese que llaman Cristo) viene de este primer promotor cristiano llamado Pablo de Tarso que dijo algo así como: “Esposos, amen a su esposa así como Cristo amó a la iglesia y entregó su vida por ella”. En ese libro que llaman Biblia hay un sublibro que se llama Efesios (5–22–33) y parece ser es el origen de tal despropósito. Es lo que tienen las religiones estas, que lo dejan por escrito y así los acólitos se pueden entretener haciendo exégesis.
Se llaman así mismo “verdadera Iglesia” porque dicen que tienen el sufrido amor de ese ser al que llaman Cristo, y dicen que ese Cristo la ama sin condiciones, y la ama sin condiciones porque se entregó dejando atrás los placeres y deleites mundanos, esa iglesia que prefirió a ese al que llama amado Cristo antes que las riquezas terrenales. Aquí la risa ya es total cuando te sueltan esto cuando ves la jerarquía eclesiástica como se lo monta con todos los placeres mundanos a los que están acostumbrados desde hace dos mil años estos charlatanes, pero bueno.
Que la Iglesia se llame a sí misma como novia y esposa de ese presunto Cristo, es para que en la mente del creyente suscite una emoción, porque le han prometido un futuro evento celestial cuando fallezca. Esto forma parte de la parafernalia verborréica que nos tienen acostumbrados la religiones, da igual del palo que sea, y sobre todo las religiones abrahámicas tienen mucha parafernalia dialéctica, porque se apropiaron de la filosofía para justificar estos delirantes y chuscos cuentos mitológicos y a la vez para hacer firmes sus cosmogonías delirantes. En particular la religiones abrahámicas son expertas en todos estos temas, apropiarse de la filosofía para desplegar una serie de dialécticas ideológicas y mantener al adepto en unos límites muy lucrativos para la industria de la religión abrahámica.
Como no, en este delirio de decir que la Iglesia, mejor mejor dicho, la industria de la iglesia cristiana, como novia de ese presunto Jesús o Cristo, tiene unas condiciones, faltaría más. Han vendido una segunda venida de ese tal Jesús que va a venir a salvar a su novia o a su esposa, es decir, a salvar a la Iglesia.
La figura del novio viniendo del rescate de la novia es algo que la industria del cine también ha sabido valorar mucho, eso forma parte del ideario colectivo de los cuentos y leyendas populares, y como no, la industria de la religión cristiana lo ha asumido también.
En el Catecismo de la Iglesia Católica la segunda parte lo que llaman la celebración del misterio cristiano, en la Segunda Sección, que llaman los siete sacramentos de la Iglesia, en el capítulo primero llamado los sacramentos al servicio de la comunidad, en el artículo siete dedicado al sacramento del matrimonio, en el apartado el matrimonio bajo la pedagogía de la antigua ley, dice algo criminal. El apartado mil seiscientos nueve dice así:
En eso que llaman su misericordia dicen que Dios no abandonó al hombre pecador. Las penas que son consecuencia del pecado, “los dolores del parto” (Gn 3,16), el trabajo “con el sudor de tu frente” (Gn 3,19), constituyen también remedios que limitan los daños del pecado. Tras la caída, el matrimonio ayuda a vencer el repliegue sobre sí mismo, el egoísmo, la búsqueda del propio placer, y a abrirse al otro, a la ayuda mutua, al don de sí.
Lo que yo no veo es que la Iglesia tenga partos y sobre todo que la Iglesia tenga dolores de parto, no veo que la Iglesia trabaje con el sudor de su frente, es más, venden una charlatanería que es el fondo de su industria, es decir, el producto de su industria lo llaman la palabra. Y ahí están esos papas, esos curas, esos obispos, esos cardenales, esos asistentes, vendiendo palabras, vendiendo miserias cognitivas como si fueran a venir a rescatarlos un tal Jesús, que encima ni se sabe si existió, pero eso no les importa, eso es lo de menos, porque de esta forma tienen a los adeptos enganchados a unas jerarquías que llaman tradiciones.
Eso sí han envuelto esa figura de Iglesia Esposa como un sacramento, algo sagrado. Y para dotar la de tradición venden que eso ya estaba eh en el libro de los profetas, otros sublibro de ese libro que llaman la Biblia, así dicen que tiene raíces en el Antiguo Testamento pero que se hizo visible en la Carta a los Efesios, así unen el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento para sus chorradas.
Para vender mejor la charlatanería dicen que la Iglesia es el signo de la unión de los hombres con Dios, es un signo eficaz porque mantiene la existencia y la vida de la Iglesia, o sea, la circularidad que explica estas idas de olla, así dicen que hace realidad la capitalidad de ese supuesto Cristo sobre toda la creación. Como se ve la verborrea es que no la sueltan esta gente.
Y qué pasa con todo esto de que la Iglesia es la esposa de Cristo, pues se han inventado eso de que la Iglesia muestra su misión/sumisión a Cristo. Bueno, pues estos iluminados charlatanes extrapolan a que la mujer tiene que mostrar sumisión al marido, y no es una simple sumisión a un hombre, es una sumisión al Señor. Ese señor lo mismo puede ser al que llaman Dios, al que llaman Jesús o al que llaman Espíritu Santo, dependiendo de la verborrea interesada del momento, aludirán a uno u otro.
La industria de las mentiras actualmente
La religión, en tanto ideas, presunto conocimiento y prácticas religiosas en formas de ritos y rituales que se dan a cabo durante todo el ciclo vital de las personas adeptas, necesita recursos económicos para su supervivencia. El abasto de este flujo de recursos económicos tiene que ser constante. Las religiones han utilizado las inquietudes filosóficas humanas para darle una justificación a sus diversos procederes. Para ello han sacado un sintagma que lo mismo sirve para las religiones monoteístas como las politeístas: “El fenómeno religioso”. Han escrito mucho sobre una supuesta dimensión humana en la cual la religión es parte esencial. Así que llaman fenómeno religioso a una de las dimensiones del ser humano. La principal razón que arguyen es “la universalidad del fenómeno religioso”. El misticismo, la supuesta trascendencia en un más allá posterior a la muerte, la idea de uno o varios seres supremos superiores a los humanos y creadores del universo a los cuales se les confiere una realidad suprema ineludible.
Esa realidad suprema tiene unas condiciones que deben cumplirse y creerse sin dudar. Los misterios que acompañan a esa realidad suprema no se cuestionan. Esos misterios se suponen salvadores y aportan soluciones y respuestas últimas a cuestiones que han denominado “filosóficas” y que las diversas religiones han presumido de dar respuesta.
Durante milenios la vida social no se ha concebido sin una dimensión religiosa, han estado promoviendo que sin esa religión no es posible analizar el estatus moral de una sociedad, la cosmovisión que la envuelve y ofrece una identidad a los adeptos. Los misterios que forman parte de las creencias religiosas mediante términos como lo sagrado, profano, mito, rito y otros encontrar la manera de configurar la identidad de una sociedad en términos de un comportamiento moral determinado, a esto lo llaman encontrar su trascendencia en la historia y en la configuración del mundo, por lo que para los adeptos estas conductas ritualistas son aspectos de su vida social humana y le adjudican gran relevancia.
La dimensión cultural de las religiones requiere de Actitud Religiosa y del Lenguaje Religioso. Para hablar con el amigo imaginario que consideran eterno, supremo, creador, gobernador, esencia divina, el omnipotente, el que es, substancia, infinito, incorpóreo, motor primero, causa suprema, el absoluto, inmaterial, etc., hay que tener actitud y lenguaje, forma parte de los condicionantes que exhiben los fanáticos religiosos. Tanto la actitud como el lenguaje son visibles, observables y de alguna manera cuantificables. De esta forma los mandamases de las jerarquías eclesiásticas pueden “comprobar” el grado de compromiso con el amigo imaginario en base a esa actitud que postula y ese lenguaje que manifiesta.
Actitud: Manifestación de un estado de ánimo , una tendencia a actuar de un modo determinado.
Lenguaje: Sistema de comunicación.
El resentido cristiano
Un perfil emerge al inicio de la consolidación de la industria del cristianismo. El hombre resentido que ha visto un enemigo fácil en las mujeres, que achaca los males de su sociedad a las mujeres y que monta una dialéctica culpabilizadora a las mujeres en base a una idea irracional de una presunta creación. No es una idea nueva, es un nuevo enfoque a una idea vieja. Ese antiguo testamento lleno de referencias en las que las mujeres están en un estado permanente de sumisión a los hombres, como forma de castigo porque las mujeres son las responsables por traer el pecado original al mundo, y por ser constante fuente de seducción. Es incluso motivo de misterio que las mujeres sean criaturas pecadoras y a la vez sean escogidas para “ser canales de la gracia del amigo imaginario llamado Dios”, parece que es algo que perturba a los escritores dedicados a dar ediciones de la idea irracional del cristianismo.
Han llamado “padres de la iglesia” a los más resentidos ejemplares de machos humanos que pusieron las bases del cristianismo en esos primeros momentos de la emergencia de la religión cristiana. Escribieron sobre cómo la secta cristiana era tomada con muchas injusticias por parte del Imperio Romano y a la vez ponían el origen del mal en la mujer. La estrategia estaba clara.
Se propusieron una especie de pacto entre caballeros en que la principal misión era mostrar a la mujer como un ser extraño en ese paraíso descrito en el génesis. Que la mujer Eva sea hecha en base a una costilla de Adán es una percepción de la procreación extraña porque no es como Adán, ni como dios. De esta forma tienen la justificación bíblica, reinterpretada y manipulada, en la que los más abyectos misóginos de la época iban escalando puestos en la novedosa jerarquía que se iba formando alrededor del Mediterráneo.
La tertulianidad moderna
Las redes y foros de internet se han convertido en aliados de los charlatanes apologistas cristianos que están elaborando discursos que recuerdan a los primeros padres de la iglesia. Se llaman así mismos “creadores de contenido”, se creen intelectuales y defensores de una cultura que está en riesgo. Hay casi dos mil millones de cristianos en el planeta y consideran que “están en riesgo”. El ateísmo lo ven como una herejía y hacen lo posible para que en los puestos de poder y gestión institucional sus ideologías retrógradas estén instauradas legalmente, de ahí que estén con esos discursos antifeministas, con sus alegatos a que se hagan las leyes educativas como ellos digan, que la infancia no tenga más derechos que los que ellos impongan, etc.
Los discursos apologistas de estos presuntos intelectuales cristianos van atrayendo a hombres que se consideran superiores a las mujeres, suelen ser blancos de ascendencia europea y con un victimismo voraz. Este es el grupo de escritores y pensadores del cristianismo moderno que se maneja en esa secta del cristianismo primitivo cuyas aportaciones pusieron la base doctrinal de la Iglesia Católica. En su afán por defender la religión cristiana, difundirla e imponerla, concentran sus esfuerzos en el ataque a los Estudios de Género, a la Ciencia y al Derecho. Por supuesto que ni contemplan los Derechos Humanos, para ellos los DDHH son un freno social a sus objetivos que por algún tipo de derecho divino consideran que están por encima de cualquier otro ser humano.
Han llamado ciencia a la ideología cristiana, antes se ampararon en la Filosofía, se acogieron a los clásicos para poner unos fundamentos filosóficos en los delirios que querían imponer.
La especulación filosófica ha sido el refugio de la justificación moral y racional de los dicharacheros desvaríos que se han impuesto a lo largo de los siglos a millones y millones de personas.
Actualmente para justificarse se refugian en las Neurociencias que abarcan varias disciplinas con sus objetos de estudio diferentes y diversos enfocados a poner un amigo imaginario al final de cada explicación que dan. La charlatanería es la aliada principal de estos sujetos que consideran forman parte de un presunto plan divino. Estudiar las relaciones entre los conocimientos neurobiológicos y las creencias y prácticas religiosas, buscar el mecanismo subyacente para tener a los creyentes pensando que hay una parte del cerebro involucrada en eso que llaman fe. El poder explicar desde dentro eso que llaman el fenómeno religioso es algo que llama poderosamente la atención de los mandamases de la jerarquía cristiana. La espiritualidad cristiana llena los rincones del planeta, llena diversos sectores sociales, y tiene diferentes formas de sacar recursos económicos, personales y políticos. La gran industria de la religión cristiana tiene órdenes concretas desde que terminó el Concilio Vaticano II, tienen que utilizar las disciplinas científicas para seguir manteniendo por todo lo alto la industria de la religión cristiana. Para ello continuaron haciendo lo que llevaban dos milenios haciendo, escribiendo sus constituciones: Dei Verbum, Lumen gentium, Gaudium et spes y Sacrosanctum concilium, encíclicas y demás formas de difusión de estrategias empresariales que sean capaces legales o no.
Vender que el ser humano tiene una necesidad primaria de creer en un ser superior (religiosidad) es una operación de marketing inmensa y que ha salido muy bien a lo largo de los siglos.
La deshonestidad y el deshonor se han afincado en las historias religiosas, los mitos, leyendas y literaturas junto con esa necesidad de control social ha dado lugar a que el sometimiento social haya llegado a unos extremos inhumanos.
Que la inhumanidad se haga cargo de la sociedad en base a un ser imaginario sigue vigente, la creencia en el amigo imaginario tiene barra libre para cometer cualquier delito que ponga en duda el estatus social que los mandamases de la industria de la religión han establecido. El fenómeno religioso está mutando, las grandes industrias de la religión están cambiando la piel, están poniendo el foco en nuevos grupos de futuros adeptos. Así que hay que estar muy atentos a las nuevas fórmulas empresariales religiosas que vienen.