Estados alterados de conciencia
Inicio
Un denominador común en las historias de las diferentes culturas que han tenido los homo sapiens es la búsqueda de estados alterados de la conciencia, ya sea para expandir la alegría, hablar con los dioses de turno o para mitigar el dolor. El consumo de sustancias psicoactivas se remonta a miles de años en la historia. Su ingestión, rituales, liturgias, explicaciones para fines, como mitigar el hambre, la sed, encontrar el valor para el combate o acceder a paraísos artificiales, se acostumbró por los nativos de numerosas y alejadas regiones geográficas de los distintos continentes.
Mientras que hace entre unos 5000–7000 en Medio Oriente, es decir la cuna de nuestra cultura occidental se utilizaba la planta Papaver somniferum, esto es, la amapola blanca, el cannabis sativa parece ser se usaba en Oriente, las lianas Banisteriopsis caapi se usaban en la zona amazónica de Sudamérica, las hojas de coca se usaban en las cumbres de los altiplanos, el peyote en México y sur de lo que es hoy USA
La medicina arcaica se basaba en creencias mitológicas y en la inferioridad del ser humano frente al poder divino.
La enfermedad se consideraba un acto punitivo de las divinidades y los castigos podían ser colectivos (las pestes, las flechas de Apolo) o bien individuales (la lepra, la ceguera, la locura).
Los enfermos podían ser poseídos por un espíritu maligno o daimón, o padecer el efecto de un maleficio como en la epilepsia. La medicina teúrgica del periodo griego arcaico tenía un carácter mágico, una orientación pronóstica y profiláctica, y empleaba diversos métodos rituales. Practicaba medidas apotropaicas y la acción de los dioses se propiciaba mediante sacrificios rituales.
Los ritos propiciatorios y de expiación intentaban abortar el inicio de las dolencias. Además, mediante los ritos de catarsis se intentaba expulsar la enfermedad del cuerpo afecto; la limpieza sucedía en las aguas de los ríos, aunque en ocasiones la purificación se hacía por el fuego.
La analogía era uno de sus principios: se consideraba que lo semejante arrastraba a lo semejante. Así los animales podían ser receptores de las enfermedades, empleándose sus vísceras tras ser sacrificados.
La logoterapia, la curación por la palabra, las plegarias e invocaciones a las divinidades, y la conminación, el epode y el exorcismo eran otros de los métodos que empleaban los sacerdotes de los Asclepeion, intermediarios entre los enfermos y los dioses.
Continuación 1
Se llama Conciencia a el proceso fisiológico en el cual el individuo mantiene un estado de alerta, con pleno conocimiento de sí mismo y de su entorno. Viene del latín y significa algo así como: “con conocimiento”. Llamamos conciencia a un proceso activo (no una “cosa” o un “lugar” en la mente o en el cerebro) que se puede asimilar a la experiencia subjetiva del conocimiento de sí mismo y de la realidad circundante. Tal experiencia incluye las sensaciones, percepciones, recuerdos y pensamientos, por lo que dicho proceso supone la atención, la memoria y el pensamiento.
Entran en juego dos importantes sistemas:
- Sistema de alerta
- Sistema de atención
Sistema de alerta
- A) La función normal de la corteza cerebral requiere un adecuado funcionamiento de estructuras subcorticales: sustancia reticular activadora ascendente (SRAA).
- B) SRAA está formada por grupos celulares se hallan distribuidos en: mesencéfalo, protuberancia, hipotálamo y tálamo, desde ahí se proyecta de forma difusa a la corteza a partir de esto es activada.
- C) Existen dos vía anatómicas del SRA:
- 1. Vía Directa: se origina en diencéfalo y se proyecta a la corteza (intervienen varios neurotransmisores).
- 2. Vía Indirecta: Se origina en el mesencéfalo, releva al tálamo y se proyecta a la corteza.
Por lo tanto la integridad funcional y anatómica de este sistema permite mantenernos alerta, despierto y con adecuado nivel de atención.
Sistema de atención
La atención entendida como la capacidad de seleccionar y concentrarse en los estímulos relevantes. Es decir, la atención es el proceso cognitivo que nos permite orientarnos hacia los estímulos relevantes y procesarlos para responder en consecuencia. Se relaciona, interacciona y precede, en muchos casos, a procesos como son la percepción, la emoción, la motivación, la memoria o la inteligencia. La atención es un mecanismo de activación gracias al cual el sujeto puede captar la información de uno o varios estímulos de su entorno, seleccionando sólo aquello que le resulta relevante aumentando así la eficacia de algunos procesos psicológicos como la percepción o la memoria. La atención está además implicada en el control de los procesos de selección, distribución y mantenimiento de la actividad mental. Dentro del marco de la psicología cognitiva y concretamente dentro de la psicología del procesamiento de la información, destaca el denominado sistema ejecutivo, a quien se le atribuye como función general la realización de tareas de planificación y control o lo que es lo mismo, tareas de dirección y supervisión de todo el resto de sistemas.
Su correcto funcionamiento del sistema de atención requiere de la integridad del sistema de alertamiento, su disfunción se le llama Síndrome Confusional Agudo (SCA). Pueden quedar alterados las siguientes áreas cerebrales perjudicando la atención y las consecuencias que conllevan:
- Corteza Prefrontal: Atención motora.
- Corteza Cingulada: Aspectos emocionales de la atención.
- Corteza Parietal: Atención sensorial.
Grados de trastorno de la conciencia
- Letargia: Consiste en un compromiso incompleto de conocimiento y vigilia El paciente está desorientado y somnoliento pero se mantiene despierto.
- Obnubilación: Es un estado de depresión completa de la vigilia, del que el paciente puede ser despertado con estímulos leves.
- Estupor: Es un estado de depresión completa de la vigilia, del que el paciente puede ser despertado pero sólo con estímulos intensos. Los estímulos son generalmente de tipo doloroso (compresión de la raíz ungueal) con una superficie roma.
- Coma: Constituye la depresión completa de la vigilia de la cual el paciente no puede ser despertado con ningún estímulo.
Continuación II
La alteración de lo que se llama consciencia es algo que ha llamado mucho la atención del homo sapiens. Ya sea para espantar a los malos espíritus o demonios o similares, o para alcanzar algún tipo de sabiduría o conocimiento. Algunos consideran que alterando la conciencia alcanzarán algún tipo de sabiduría de alguna forma mágica, por epifanías o desarrollando una intuición tan amplia que ni la memoria haría falta para desenvolverse en los menesteres diarios. No dudan en tomar cualquier tipo de sustancias que la mayor de las veces son neurotóxicos, para alcanzar ese preciado conocimiento. Las formas de vender esta amplitud de consciencia pueden ser religiosas, lúdicas, experienciales, consumiendo neurotóxicos, alterando la respiración, promocionando lo que llaman el examen de conciencia para los cristianos, la meditación para los budistas o el mindfulness para los que se llaman a sí mismos coaches, e incluso provocar estados febriles.
Llegados aquí es fácil darse cuenta que el tema abarca numerosos campos separados por disciplinas diferentes: rituales, plantas, individuos que se especializan en su consumo, los efectos de esas sustancias, etc.
La complejidad y liminalidad, al estado de apertura y ambigüedad que caracteriza a la fase de apertura a vivencias desconocidas, como en los ritos de paso, etc., del tema, exige la mutua ayuda de los campos científicos implicados: disciplinas psicobiológicas, psicología clínica y psiquiatría y la psicología social y antropología social.
Generalmente los estados alterados de conciencia suelen alcanzarse a través de la combinación ritual de varias de técnicas danzas, alcohol, meditación, opio, respiración, etc.
Tenemos manifestaciones escritas sobre cómo los humanos utilizaban diversos alcaloides para alterar los estados de la conciencia propia o ajena desde hace miles de años.
Una tableta sumeria de 6000 años de antigüedad fue encontrada con la representación de la amapola, asociada a las palabras “alegría” y “planta”.
Los egipcios (papiro de Ebers, de los años 1500 a. C.) incluyen el opio en la lista de casi 700 compuestos medicinales, donde figura un remedio para “prevenir que los niños lloren mucho”, que probablemente contenía opio (junto con otros ingredientes, como excremento de mosca), y Teofrasto, en Grecia (siglo III a. C.), refiere un método para extraer el jugo de amapola, opion, moliendo la planta completa.
Homero, en La odisea, que data de los años 1000 a. C., menciona el uso de una poción que recuerda al opio, que mezclada con el vino, hacía olvidar las penas y las tristezas.
Históricamente, el hombre siempre ha consumido sustancias que alteran el funcionamiento normal del sistema nervioso central.
- El alcohol y los opiáceos fueron los primeros psicoativos empleados con esta finalidad ya alrededor de año 5.000 a.C.
- Se estima que el cáñamo (cannabis sativa) se cultiva en China desde hace 4.000 años.
- En América, el imperio incaico (andino) sacaba tres cosechas anuales de hoja de coca (erythroxilum coca lam) las cuales se utilizaban como analgésico y energizante de uso diario, especialmente, en virtud de la fatiga producida por la altura.
- En la sociedad Azteca, igualmente se empleaba la ingestión del hongo llamado teonanacati y el consumo de peyote con fines religiosos.
Con fines mágico-religiosos, para huir de la realidad, para hacer frente a los problemas o por la incapacidad para ello, por simple placer o con fines médicos el hombre ha hecho uso de plantas y productos químicos hoy incluidos en el concepto de drogas.
Han sido muchas las sustancias psicoactivas empleadas, pero las más difundidas son la cafeína, el tabaco, el alcohol, el cannabis, la cocaína y los opiáceos.Probablemente, el alcohol sea el más antiguo de todos. Las pesquisas históricas no son concluyentes, pero indican que la fermentación de algún fruto o de la miel es el origen remoto del primer psicoactivo.
Los descubrimientos arqueológicos revelan que las vasijas ya existían en 8.000 a.C. y que, por lo menos, en 5.000 a.C. eran empleadas para almacenar miel.
De ahí se deduce que la miel fermentada y diluida en agua (aguamiel o hidromiel) haya sido el primer vino para consumo humano.
Desde entonces el alcohol ha formado parte de la vida humana. Las bebidas fermentadas eran muy frecuentes en todas las comunidades y las bebidas fermentadas se convirtieron en artículos importantes de comercio colonial, después de las grandes navegaciones.
Por último, durante el siglo XX se ha producido el fenómeno de la globalización de los patrones de consumo, especialmente después de la segunda Guerra mundial, cuando la bebida alcohólica deja de estar asociada a las comidas y la nueva pauta de consumo pasa a ser la ingesta de grandes cantidades en breve espacio de tiempo, asociada a actividades de ocio.
El complejo vínculo del ser humano con las sustancias psicotrópicas hay que enmarcarlo, no solamente en la vertiente sociosanitaria o jurídico-legal, sino en el más amplio círculo antropológico de la cultura.
De hecho, las drogas se han empleado, por la mayor parte de las civilizaciones, como herramientas básicas para complementar sus ritos.
Baste recordar el uso del fruto del guaraná por los indios brasileños, el hongo Amanita muscaria por los chamanes siberianos, el peyote por los indios huicholes, o el hachís por los hindúes.
Continuación III
Las sustancias psicoactivas son aquellas que afectan al humor, a los pensamientos y a las conductas, por lo que se tiende a abusar de ellas y son las que pueden suponer problemas.
Entre las sustancias psicoactivas nos encontramos con:
- Drogas estimulantes del sistema nervioso central (cocaína y anfetaminas):
- Drogas depresoras del sistema nervioso central (alcohol, opio y derivados y benzodiacepinas)
- Drogas alucinógenas (cannabis, LSD, éxtasis, PCP y ketamina)
Estimulantes
Los estimulantes aumentan la actividad en la rama simpática del sistema nervioso autónomo (incrementan el gasto cardíaco, la tensión arterial, la frecuencia respiratoria y la sudoración). La sangre va hacia los músculos estriados y hacia el cerebro, se eleva la temperatura y las pupilas se dilatan.
A nivel conductual producen una elevación del humor, un mayor gregarismo y aparente sociabilidad. Se incrementa la alerta y se produce insomnio.
Aumenta la ejecución de ciertas tareas que requieren esfuerzo físico, lo que puede explicar el abuso de anfetaminas y cocaína que se ha visto en muchos deportistas (mitiga la sensación de cansancio, pero por el contrario, disregula el organismo y anestesia los mecanismos defensivos y compensatorios del esfuerzo).
Los estimulantes aumentan también la resistencia a la fatiga por lo que han sido usados como ayuda para el estudio. Sin embargo, se ha comprobado que hay un aprendizaje dependiente del “estado” que se refleja en que lo aprendido se recuerda mejor cuando el individuo está en el mismo estado mientras que si no, existe una dificultad en recuperar de la memoria lo aprendido. Asimismo se deteriora la ejecución en tareas de razonamiento complejo.
Estimulantes más usados:
- METILXANTINAS: el café, el té, el chocolate, el guaraná (la bebida nacional de Brasil) o el mate (de Uruguay y Argentina). No entraremos hoy en estos estimulantes.
- Cocaína
- Anfetamina
Cocaína, extracto de la coca
Existen diferentes formas de abuso de la cocaína (hojas de coca, sulfato de cocaína, clorhidrato de cocaína y cocaína base o crack) que condicionan la farmacocinética, la actividad farmacológica, la toxicidad y el grado de adicción de la droga. En nuestro medio, la cocaína se fuma o se esnifa fundamentalmente, pero también se usa por vía intravenosa. La cocaína atraviesa las membranas celulares de forma rápida. Esnifada o administrada por vía intravenosa se encuentran niveles de cocaína en el cerebro en 30 segundos, mientras que fumada sólo tarda 5 segundos en tener efectos centrales.
La cocaína es rápidamente metabolizada, generalmente por hidrólisis enzimática para producir benzoilecgonina, ecgonina metil ester y posteriormente ecgonina. Sin embargo, en presencia de etanol, la cocaína es transesterificada a cocaetileno que posee actividad farmacológica y tóxica. La cocaína es un potente inhibidor de la recaptación tipo I de noradrenalina, dopamina y serotonina, lo que facilita la acumulación de esos neurotransmisores en la hendidura sináptica. Las acciones farmacológicas se caracterizan por manifestaciones de actividad noradrenérgica y dopaminérgica fundamentalmente, que afecta a los distintos aparatos; la intoxicación aguda se manifiesta por una hiperactividad de estos sistemas.
La cocaína o benzoilmetilecgonina es el principal alcaloide obtenido de las hojas del arbusto Erithroxylon Coca, originario de América del Sur y utilizado desde la antigüedad (5000 a. de C.) con fines mágico-religiosos, médicos y estimulantes por poblaciones indígenas. A través de una serie de procesos químicos que incluyen sustancias como queroseno y ácido sulfúrico, la pasta de coca es extraída de las hojas y convertida en cocaína base.
En los países andinos ha servido para atenuar el cansancio y el mal de altura y anestesiar el aparato digestivo para no sentir hambre. Entre los Incas la coca era manjar, medicina, y moneda. En 1855, Albert Niemann, aisló el alcaloide principal de la coca: la cocaína, que se comercializó rápidamente como “alimento para los nervios” y como forma inofensiva de curar la tristeza, anestésico, tensor de las cuerdas vocales, y “para otorgar a las mujeres vitalidad y hermosura”. (4) Freud empezó a ensayar en 1880 su uso para el tratamiento de la neurastenia. Publicó “Über Coca”, donde valoraba de forma positiva el uso de la cocaína para el tratamiento de la depresión, el nerviosismo, la adicción a la morfina, el alcoholismo, los trastornos digestivos, e incluso el asma.
Finalmente, Freud, admitió los efectos negativos de la cocaína tras experimentar con un colega suyo, que tras ser tratado por dolor con inyecciones subcutáneas terminó desarrollando paranoia, delirios y pérdida de autocontrol, Freud siguió consumiendo coca.
Efectos generales en el organismo La cocaína incrementa los niveles de Noradrenalina (NA), Dopamina (D) y en menor medida de Serotonina por bloqueo de su recaptación presináptica.
El aumento de Dopamina media la euforia que produce y parece el principal implicado en el mecanismo de adicción por la relación estrecha de este neurotransmisor con el sistema de recompensa cerebral. Con el consumo repetido se producen cambios en su disponibilidad: disminuye la síntesis de D y con ello sus niveles endógenos y su liberación, y se reduce la disponibilidad de los receptores D2/D3.
El exceso de Noradrenalina es el responsable de la mayoría de los efectos físicos y de las complicaciones agudas de la cocaína: aumento de presión arterial, dilatación pupilar, sudoración, temblor, etc. El consumo crónico también produce una disminución de la biodisponibilidad de Serotonina. Por último, la disminución de la permeabilidad de la membrana a los iones Na+ produce un bloqueo de la conducción nerviosa que explica su acción anestésica local.
Cocaína y Psicosis
La psicosis paranoide inducida por cocaína (síntoma más característico) es un aparatoso cuadro psiquiátrico que presenta hasta el 70% de los intoxicados y entre el 53% y el 68% de los adictos. Su aparición suele variar entre 25 y 57 meses desde el inicio del consumo regular, con una media en torno a los tres años.
Hay mayor predisposición en hombres que en mujeres, en personas que previamente han presentado cuadros similares y en consumidores vía iv respecto a vía nasal. Habitualmente cursa con agresividad y agitación, delirios paranoides y celotípicos y alteraciones en la esfera afectiva. Las alucinaciones no son extrañas (son clásicas aunque raras las visuales de infestación parasitaria) y con frecuencia se ven estereotipias motoras. En la urgencia psiquiátrica, ante un cuadro psicótico en un paciente con antecedentes de abuso de sustancias psicoactivas hay que pensar siempre en el origen tóxico hasta que se demuestre lo contrario. Así se reduce el posible daño resultante de no tratar una intoxicación o un síndrome de abstinencia, o el derivado de una exposición innecesaria de los pacientes al tratamiento neuroléptico.
Anfetaminas
Las anfetaminas aumentan la liberación de catecolaminas, lo que incrementa los niveles intrasinápticos de serotonina, noradrenalina y dopamina. La estimulación resultante de los receptores alfa y beta-adrenérgicos y la excitación general del SNC explican los efectos “deseados” del mayor estado de alerta, la euforia y la anorexia, así como los efectos adversos de delirio, hipertensión, hipertermia y convulsiones.
Los efectos de las anfetaminas son similares, variando en intensidad y duración de los efectos psicoactivos; la MDMA y sus derivados tienen más propiedades sobre la mejora del estado de ánimo, quizá como resultado de un mayor efecto sobre la serotonina. Las anfetaminas pueden tomarse por vía oral como píldoras o cápsulas, por vía nasal a través de inhalación o cigarrillos, o por vía inyectable.
Depresores del sistema nervioso central
Quizás la primera sustancia depresora del Sistema Nervioso Central (SNC), que se utilizó (además del alcohol) fue el gas óxido nitroso (gas de la risa). Este gas, produce efectos característicos de una corta intoxicación (como una borrachera) y fue utilizado por dentistas y cirujanos (que hasta entonces carecían de anestésicos). Luego se usó el éter, también como anestésico general.
Los depresores del sistema nervioso central más utilizadas se pueden clasificar en:
- Fármacos depresores (barbitúricos y benzodiacepinas). No se tratarán aquí.
- Alcohol
- Opiáceos
Alcohol
Fermentación de alcohol Destilación de alcohol
El consumo de alcohol es un hábito ampliamente socializado e instaurado. Sin embargo, es una sustancia tóxica para el organismo. Y, mientras que su consumo a dosis bajas y de forma esporádica tiene efectos rápidamente reversibles, su consumo tanto a dosis altas como prolongado tiene consecuencias indeseables sobre el organismo.
El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central, neurotóxica, adictiva, inmunosupresora, carcinogénica y perjudicial para el sistema cardiovascular, con acción reforzante positiva, con capacidad de crear dependencia psicofísica, tolerancia y adicción. Ingerido de forma aguda, produce una activación del circuito de recompensa cerebral, induciendo una sensación subjetiva agradable de euforia, desinhibición, sedación e inducción del sueño, que son efectos reforzadores positivos relacionados con el aumento de la transmisión dopaminérgica. Sobre otros sistemas de neurotransmisión la ingesta aguda de alcohol puede inducir una sensación subjetiva de alivio de estados emocionales desagradables, como estados de ansiedad y de angustia, fobias, disforia, insomnio, mal humor, preocupación, culpabilidad, depresión, inseguridad y síntomas de abstinencia en pacientes con dependencia.
El efecto de alivio inmediato del malestar emocional produce un efecto reforzador negativo. Los efectos reforzadores agudos del alcohol son regulados por el sistema de la amígdala ampliada. Los efectos del consumo agudo de etanol con sus propiedades reforzadoras juegan un papel importante en el desarrollo de la dependencia alcohólica. Sobre los efectos neuroendocrinológicos, la administración aguda de etanol produce un aumento de las concentraciones de la hormona corticotropina (ACTH) y de corticosteroides, debido al efecto estimulante sobre la secreción del factor liberador de corticotropina (CRF) y de vasopresina.
El alcohol provoca efectos a corto plazo, efectos del alcohol agudos, que se manifiestan como intoxicación etílica que puede llevar en casos extremas al coma y la muerte.
La intoxicación alcohólica aguda o “borrachera” provoca efectos agudos sobre el sistema nervioso central.
- Se manifiesta de forma inicial o leve como euforia, excitación, desinhibición y conductas impulsivas.
- Si se continúa bebiendo los efectos del alcohol pasan a la fase de intoxicación, con alteración del equilibrio, coordinación y pérdida de calor.
- Fases más avanzadas alteran el nivel de conciencia con confusión, sueño, aletargamiento, vómitos y por último fase anestésica y de estupor.
La ingesta aguda de alcohol también puede provocar problemas gástricos como gastritis aguda o alteraciones del ritmo cardíaco (arritmias), especialmente si se mezcla con otras sustancias (drogas).
- A más largo plazo y con una ingesta crónica de alcohol aparecen daños que cada vez son más irreversibles en el organismo.
Opiáceos.
Los opiáceos actúan sobre los mismos receptores del SNC que los péptidos endógenos opioides: endorfinas, dinorfinas y encefalinas. Los receptores se agrupan en familias que se designan como: mu, kappa, delta y epsilon.
La estimulación mu produce miosis, analgesia, euforia y depresión respiratoria;
la interacción kappa da lugar a analgesia y sedación.
El receptor sigma hoy en día no se considera como tal, puesto que no es antagonizado por naloxona, aunque sobre él actúan algunos opiáceos produciendo efectos psicógenos.
Efectos clínicos
Los opiáceos actúan a nivel de los siguientes sistemas:
- Sistema nervioso central: analgesia sin pérdida de conciencia, somnolencia y cambios de estatus mental, euforia/disforia, náuseas/vómitos, miosis.
- Sistema respiratorio: depresión respiratoria, gasometría compatible con hipoventilación, efecto dosis dependiente, pico de depresión respiratoria en 7 min. tras dosis ev, recuperación de la sensibilidad del centro respiratorio en 2–3h.
- Efectos cardiovasculares (escasos): liberación de histamina, hipotensión ortostática, hipotensión, hipoxia, vasodilatación cerebral/hipercarbia, toxicidad directa /hipersensibilidad a adulterantes.
- Efectos gastrointestinales: descenso de motilidad intestinal.
Manifestaciones clínicas de la intoxicación por opiáceos
La tríada clínica clásica del síndrome (coma, miosis y depresión respiratoria) fue descrita en 1970 y es común a todos los productos de este género.
Muchos autores también preconizan la respuesta a naloxona como confirmación de la intoxicación suele estar causado por pérdida de la tolerancia, por la administración de un producto demasiado puro o por la administración conjunta de otras drogas. Esta última suele ser la causa más frecuente de la muerte por intoxicación.
Coma.
Raramente pueden añadirse convulsiones y clínica focal. Cuando estas manifestaciones aparecen suelen indicar la asociación de daño cerebral estructural, como abscesos o hemorragias o sugiere que la intoxicación se deba a determinados opiáceos, en los que las convulsiones son más típicas (fentanilo, meperidina).
Miosis.
Hallazgo universal, a menos que exista acidosis, hipoxemia severa o hipotensión o inclusive que la intoxicación se deba a meperidina (midriasis) o se hayan mezclado drogas anticolinérgicas o simpaticomiméticas con las que podemos encontrar un síndrome mixto de estupor o delirio.
Depresión respiratoria.
Se alcanza con menos de 12 respiraciones por minuto. Edema pulmonar.13 Especialmente prevalente con heroína y metadona, generalmente se inicia a las 2–4 horas de la intoxicación pero puede retrasarse hasta las 24 horas. Es un edema pulmonar no cardiogénico, que se debe a la liberación transitoria endógena de catecolaminas que lesionan la membrana alveolar dando lugar a un síndrome similar al distrés respiratorio. No hay datos auscultatorios llamativos y la gasometría muestra acidosis mixta e hipoxia. En la radiografía de tórax se aprecia un infiltrado alveolar bilateral, que si no se resuelve tras tratamiento sugerirá otras patologías agudas como aspiración, atelectasias o infección.
Alucinógenos
Se llama alucinógenos a cierto tipo de drogas/sustancias que, en dosis no tóxicas (entendido por tóxico como letal o con potencialidad para causar graves daños), causan alteraciones profundas en la percepción de la realidad del consumidor. Son un grupo diverso de sustancias que alteran la conciencia que una persona tiene de su entorno y también sus propios pensamientos y sentimientos.
Comúnmente se dividen en dos categorías:
- alucinógenos clásicos (como el LSD)
- drogas disociativas (como la PCP).
Ambos tipos de alucinógenos pueden causar alucinaciones, o sensaciones e imágenes que parecen reales aunque no lo sean. Además, debido al efecto de las drogas disociativas, los usuarios pueden sentirse fuera de control o desconectados de su cuerpo y su entorno.
Los alucinógenos tradicionales comprenden la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la psilocibina y la mescalina. Todos son derivados de productos naturales:
- El LSD proviene de un hongo que a menudo contamina la harina de trigo y de centeno
- La psilocibina proviene de varios tipos de setas
- La mescalina proviene del cactus peyote
La intoxicación provoca percepciones alteradas, como:
- sinestesias (p. ej., ver sonidos, escuchar colores),
- intensificación de sensaciones, aumento de la empatía,
- despersonalización (sensación de que uno mismo no es real),
- un sentido distorsionado de la realidad del entorno y cambios del estado de ánimo (en general eufórico, a veces depresivo).
A menudo, los consumidores se refieren a la combinación de estos efectos como “un viaje”. Los períodos de intensos efectos psíquicos pueden alternar con períodos de lucidez.
El LSD también puede provocar varios efectos físicos, como midriasis, visión borrosa, sudoración, palpitaciones y problemas de coordinación. Muchos otros alucinógenos causan náuseas y vómitos. En todos, se produce deterioro del juicio.
Las respuestas a los alucinógenos dependen de varios factores, como:
- expectativas del consumidor;
- capacidad para hacer frente a las distorsiones perceptuales y el entorno.
Con el LSD puede haber delirios y alucinaciones verdaderas, si bien son raros, como ataques de ansiedad, aprensión extrema y estados de pánico.
La psilocibina y la mescalina son más propensas a causar alucinaciones. Cuando se producen reacciones alucinógenas, en general desaparecen con rapidez si se tratan de manera adecuada en un entorno seguro. Sin embargo, algunas personas (sobre todo después de consumir LSD) siguen perturbadas y pueden experimentar un estado psicótico persistente.
- No está claro si el consumo de drogas precipita o pone al descubierto posibles estados psicóticos preexistentes o puede causar este estado en personas previamente estables.
Algunos alucinógenos interfieren con la acción de la sustancia química cerebral serotonina, que regula: el estado anímico, la percepción sensorial, el sueño, el hambre, la temperatura corporal, el comportamiento sexual, el control muscular intestinal. Las drogas alucinógenas disociativas interfieren con la acción de la sustancia química cerebral glutamato, que regula: la percepción del dolor, las respuestas al medio ambiente, la emoción, el aprendizaje y la memoria.
Ayahuasca
Mención especial tiene el caldo llamado ayahuasca que se obtiene mezclando dos plantas.
- Una, la propia ayahuasca (Banisteriopsis caapi), que es una liana de las selvas de Sudamérica.
- Otra, la chacruna (Psychotria viridis), planta que se encuentra en la selva de Sudamérica
Ninguna de ellas es alucinógena si se consumen por separado.
Aquí nos detenemos para explicar un concepto que lo desarrolló G. G. Wasson en 1979, el concepto es “enteógeno”. Robert Gordon Wasson y su esposa Valentina Pavlovna están considerados como los padres de la etnomicología, o sea, el estudio de los hongos (básicamente enteogénicos) en relación con la formación de la cultura humana. Estudiaron cerca de 30 años, durante los cuales rastrearon canciones populares, etimologías de palabras, y viajando incansablemente a muchos países.
El gran punto de inflexión y reafirmación de este trabajo aconteció en México, en la Sierra Mazateca. R. Graves (escritor y erudito británico), envió a los Wasson un recorte prensa en el que se mencionaba un artículo de R.E. Shultes sobre rituales con hongos en un pequeño pueblo oaxaqueño, y allí se dirigieron los Wasson. Tras varios viajes de sondeo, en la noche del 29 de junio de 1955 Robert fue admitido a una velada con hongos sagrados bajo la guía de la mítica María Sabina.
En esa sesión fue desvelado al entendimiento de un occidental lo que durante largos siglos había permanecido oculto a los miembros de su cultura: que las experiencias visionarias no eran un sueño de una mentalidad infantil de los pueblos antiguos, sino que eran algo real; y también que detrás de muchas de estas experiencias se ‘escondía’ un preparado enteogénico, un hongo o una planta visionarios.
Wasson sugirió que los hongos alucinógenos son el agente causal en la aparición de seres humanos espiritualmente conscientes y en la génesis de la religión (Wasson, Hofmann y Ruck, 1978). El impacto de las plantas y los hongos en la cultura y la conciencia, especialmente sus influencias en diversas creencias religiosas y en los sistemas éticos y morales, fue posteriormente examinado, desde una óptica transcultural, por la antropóloga Marlene Dobkin de Rios (1990). De todo esto hablaremos en otro vídeo porque es muy interesante.
Aunque todos estos autores que refiero estudiaron los hongos, es decir micología, en los últimos años se considera al brebaje ayahuasca como un enteógeno.
Los enteógenos son sustancias que se han usado, desde épocas remotas, para generar ciertos efectos psíquicos, en general, con fines rituales. La palabra enteógenos (que fue Wasson el primero en usarla en 1979) significa etimológicamente, devenir divino por dentro. De ahí, que este término se aplique a sustancias con efectos alucinógenos, que parecen hacer tomar contacto, a quién las toma, con otras realidades suprasensoriales, mediante estados alterados de conciencia (o eso creen los que hacen este tipo de prácticas).
Se podrían categorizar en cinco las nuevas formas de utilización de los enteógenos en la cultura moderna:
- Curanderismo: prácticas de sanación tradicionales a las que se han añadido técnicas y conceptos procedentes de otras culturas (espiritismo, esoterismo, new age).
- Sincretismo religioso.
- Parte de programas de investigación científica.
- Neochamanismo, búsqueda de nuevos paradigmas religiosos y médicos en la que los nuevos chamanes, hombres con formación occidental, acomodan el saber indígena a su esquema de saberes.
- Búsqueda de experiencia alucinatoria.
Los tribunales de justicia consideran los alucinógenos “drogas que causan grave daño a la salud”. La promoción o tráfico puede ser castigado con penas de 3 a 9 años de prisión y multa «del tanto al triplo» del valor de las drogas. La conducción de vehículos bajo su influencia está penalizada. En la bibliografía se encuentra los artículos pertinentes de los diversos códigos y de la dirección general de tráfico de España que indican la incompatibilidad de la toma de este tipo de sustancias y la conducción de vehículos.
El conocimiento y estudio de los alucinógenos sigue teniendo un gran interés por varias razones:
1) Por las características de los efectos que producen, ya que afectan las principales funciones de organización de la mente humana.
2) Los síndromes psicóticos comparten una buena parte de los signos y síntomas que desarrollan estos fármacos.
3) No se ha descartado que estas sustancias puedan tener alguna utilidad terapéutica en psiquiatría.
4) Su consumo lúdico en el mundo occidental está aumentando
El origen histórico de la ayahuasca es desconocido. Lo único que se puede asegurar es que es anterior a la época precolombina, ya que se hacen referencias, a esta sustancia, en algunos escritos de esa época. Es usado en ritos tradicionales, con fines curativos o adivinatorios, como elemento de diagnóstico, y como vía de contacto con lo metafísico o sobrenatural. Además,hoy por hoy se utiliza por grupos religioso-sectarios, como la Unión Del Vegetal (UDV) o la iglesia del Santo Daime, que mezclan los ritos relacionados con la ayahuasca y elementos del cristianismo, desde 1987, año en que Brasil consintió el uso de enteógenos en las prácticas religiosas.
El uso ritual de la Ayahuasca es habitual entre los indios del Amazonas brasileño, colombiano, venezolano, ecuatoriano, peruano y boliviano. Del mismo modo, hay referencias de su uso en la cuenca del Orinoco en Venezuela y en las zonas costeras de Colombia, Panamá y Ecuador.
El aditivo más común y mejor estudiado es la “Psychotria Viridis”, planta de la familia del café, de alto contenido en triptaminas. Su principio activo es la DMT (N,N-Dimetiltriptamina), que precisa de la “Banisteriosis” para hacer efecto por vía oral. La DMT es el principio activo fundamental del preparado.
La ayahuasca proporciona una actividad de carácter psicotrópico, mediante la inhibición de la MAO periférica. La MAO (monoaminaoxidasa) es una enzima mitocondrial que realiza la desaminación oxidativa de varias monoaminas, entre las que se encuentran la serotonina, catecolaminas, DA, noradrenalina y adrenalina.
Esto es importante para mantener el estado mental normal, la ayahuasca inhibe la MAO a través de las beta-carbonilas contenidas en los alcaloides de la mezcla. Dicha inhibición provoca que la DMT no se oxide, permitiendo que la mezcla resulte activa en el sistema nervioso, al administrarla de forma oral.
Es el único alucinógeno conocido que utiliza este sistema de combinación para lograr los efectos psicoactivos.
- Si se administra únicamente la DMT de forma oral, es inactiva hasta que la dosis sea, al menos, de 1000 miligramos.
- La administración parenteral (intramuscular, subcutánea o directamente en la sangre) de DMT sintética es psicoactiva a partir de unos 25 miligramos.
- Si se administra fumada, los alcaloides volátiles provocan un efecto psicoactivo rápido y de corta duración (de 5 a 15 minutos).
Los efectos subjetivos son muy variables de un sujeto a otro, aún administrando la misma dosis.
- También estos efectos pueden ser distintos para el mismo sujeto en diferentes sesiones, e incluso puede no haber ningún efecto.
A pesar de estas consideraciones, podemos enumerar tres grandes momentos que se asocian a la toma:
- la purga, en forma de diarrea o vómito;
- otra fase en la que se experimentan fenómenos alucinatorios de diversa índole, que suelen comenzar con figuras sencillas, como por ejemplo, figuras geométricas;
- una última etapa identificable, que transcurre durante los días posteriores a la experiencia, donde el sujeto refiere una supuesta sensación de bienestar.
Las alucinaciones pueden estar acompañadas de imágenes o recuerdos positivos y placenteros, o negativos y angustiosos. Esto depende de un gran número de variables tanto psicológicas del sujeto, como del contexto.
Los efectos de la sustancia suelen objetivarse, como alteraciones en la percepción de uno mismo, del tiempo y del espacio, además de alucinaciones de carácter principalmente visual, que suelen comenzar con formas geométricas a modo de caleidoscopio de colores brillantes, seguidas de figuras más nítidas, como animales, personas, etc. Finalmente, se perciben figuras borrosas difíciles de identificar. Asimismo, pueden presentarse alucinaciones auditivas, olfativas o táctiles.
Una serie de negocios en base a la ayahuasca se están vendiendo como experiencias místicas/mágicas/apertura conciencia y demás eufemismos que a algunos les está viniendo muy bien. El youtube tiene videos de personas que no dudan en exponer sus experiencias en las fiestas de las vomitonas que son las quedadas para el consumo de ayahuasca, con chamán o no, porque no siempre son chamanes los guías que están de maestros de ceremonias de estas fiestas, se realizan en casas rurales, alejadas de zonas urbanas en las que la supuesta intimidad está preservada, a la par que no se privan en anunciar como medicina que puede llegar a curar determinadas patologías. Lo venden como sesiones de terapia con ayahuasca, cuando eso no está contemplado en el ámbito médico o psicológico. Sí está contemplado en el ámbito del turismo rural con experiencias psicodélicas.
Se dice que se han encontrado beneficios clínicos a la ayahuasca, cuando no es así. Que se venda como antidepresivo, ya hay psicofármacos antidepresivos que son inhibidores de la MAO y se les llama antidepresivos clásicos, eso ya está y no está claro que “cure la depresión” en algunos casos alivia algo, pero no se sale de la ratio de la depresión que llegan a salir de ella el 33% de los afectados.
El denominador común en las historia de las diferentes culturas que han tenido los homo sapiens es la búsqueda de estados alterados de la conciencia, ya sea para expandir la alegría, hablar con los dioses de turno o para mitigar el dolor. Ahora se vende con el brebaje llamado ayahuasca. Su ingestión, rituales, liturgias, explicaciones para acceder a paraísos artificiales, está dando muchos beneficios a algunos y no son precisamente chamanes o médicos que la receten.
Por mucho que vendan que se consiguen epifanías con las fiestas de la vomitona que se convierten los encuentros para consumir ayahuasca no se adquirirá ningún conocimiento de más, a no ser que sea estudiando y sin neurotóxico por medio, no se expandirá ninguna conciencia en base a provocarse psicosis, esto es delirios y alucinaciones, adrede. Al revés, lo que se producirá en confusión y posibles estados obnubilados. Como en toda pseudociencia que se precie pasarán unos años hasta que se sepa realmente el alcance de estas fiestas de la vomitona. Las frutas fermentadas de hace miles de años también proporcionaban resacas épicas, pero claro, como los chamanes del momento decían que así se comunicaban con la divinidad, todo lo que tiene el envoltorio de una espiritualidad impuesta parece que es menos peligroso para el cuerpo humano. En el caso de la ayahuasca como tiene la fase de purga mientras se está consumiendo, esto parece que es un factor protector contra la adicción.
En fin, que estamos como hace miles de años, usando neurotóxicos para hablar con dioses, adivinar el futuro, o adquirir conocimientos haciendo trampas, esto es, sin pasar por el largo y costoso trance del aprendizaje.
Alterar el proceso fisiológico llamado conciencia para alcanzar alguna sabiduría es una idea irracional, una falsa creencia que, como todas las falsas creencias, sí da pingües beneficios a algún líder que sabe convencer a algún acólito, nada más. Alterar la conciencia no suele traer consecuencias buenas. Se obstruye el proceder normal del cerebro y se puede llegar a producir unas adicciones que sí suponen un freno para el desarrollo humano.
Seguiremos informando
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