El apego y las barbaridades que dicen de él

Mati Matarredona
15 min readJul 18, 2023

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Madre Campesina, David Alfaro Siqueiros https://www.elsoldemexico.com.mx/cultura/arte/dia-de-las-madres-conoce-las-10-obras-que-retratan-la-maternidad-donde-estan-y-como-verlas-8260117.html

Apego es un constructo psicológico que ha sido asimilado por otras disciplinas y han dado un aire que nada tiene que ver con el constructo original, y no, no es que haya evolucionado el término, no. Lo que ha pasado es que se han visto nichos de mercado en base a una cuestión que es delicada y dramática en algunas familias, la relación social de los hijos con sus padres y/o cuidadores.

El titular es:

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/yes/2023/03/18/crianza-apego-mejor-madre-for ma-hipermaternidad/0003_202303SY18P12991.htm

Unos retazos de esa entrevista:

TETA, COLECHO Y PACIENCIA… Es el trinomio de las «madres apegadas», según apunta la autora de «Hiperpaternidad».

«En Hollywood todas las de clase alta crían con apego, porque pueden», dispara Millet. Las modas, simplemente modas.

Los nichos de mercado que han salido en base al constructo psicológico “apego” y sus posibles formas de vida.

Lactancia a demanda, colecho, porteo, no dejar llorar al niño pues eso dependerá de cada familia, de las necesidades que tengan.

Porteo o carrito es igual de válido. Son cuestiones que dependen de muchos factores.

La inmensa mayoría de madres han renunciado a sí mismas durante los años de crianza. Decir que es un estilo intensivo porque las madres pasan a un segundo plano cuando la sociedad no pone de su parte para que la madre no se lleve toda la responsabilidad es hablar por hablar. El neonato y los niños en general tienen sus pautas, no es lo mismo criar un niño sano que un niño enfermo. Así que no podemos dejar de lado al niño “porque me quiero empoderar” entre otras frases rimbombantes, máxime cuando la mujer ha estado diez horas fuera de casa entre el trabajo y el viaje al trabajo, y está viviendo completamente al día y solucionando problemas muy espontáneamente y no hay capacidad de planificación, no hay que olvidar que el niño es el vulnerable.

El apego tiene que ver con “las personas que cuidan”, no con el padre o la madre, este es uno de los inconvenientes de tergiversar los constructos en psicología. El apego emerge cuando el bebé inicia la fase de exploración del entorno, ni se construye, si se crea, ni nada de eso.

Podemos hablar de colaboración en la crianza y de los roles que cada persona tiene. Lo que está claro que el niño es el vulnerable y al cual hay que dedicarle la máxima atención. No hace falta depender de “la teta”, se puede sacar la leche y guardarla en la nevera para que otro cuidador se la dé con un biberón llegado el momento. Se puede dar biberón desde el primer día de nacimiento, son validas las dos formas de alimentación. La lactancia materna es magnífica. El bebé criado con biberón tendrá las mismas probabilidades de vivir una infancia magnífica. No hay que demonizar el biberón.

La OMS da recomendaciones generales de lactancia, lo mismo sirven para gente de Gran Canaria como de Kenia, dar pecho o biberón y cuántos años hay que dar pecho o biberón son decisiones personales que cada familia asumirá en función de muchos factores. Hay que relajarse en estos temas porque pueden ocasionar pérdidas de autoestima en la madre que amamanta o el/la cuidador/a que da el biberón.

Kitagawa Utamaro (1754–1806)

La crianza con apego no existe

El apego emerge en la relación que tienen los cuidadores con los hijos o niños a su cargo. La “crianza con apego” es el nicho de mercado en el cual están metiendo muchas cosas que nada tienen que ver con el apego, así como “la idea de conseguir el apego” en cuatro pasos. No, el apego no es una carrera, no es un protocolo, no es un protocolo de actuación.

La crianza natural es una idea que han vendido en base a unos nichos de mercado para cierto sector de la población. Esto forma parte del ámbito político y social que diera protección a la familia, y no parece que está por la labor de que cosas como conciliación, colaboración familiar y social, empresas sensibles con la crianza, etc., vaya a resolverse a corto o medio plazo, entonces la mayoría de familias opta por el “sálvese quien pueda”. —

No existe la crianza con apego. Puede provocar estrés, insatisfacción vital e incluso depresión este tipo de tergiversaciones interesadas. No es la crianza en sí, ojo, sino el estilo de crianza escogido.

No, como han enfocado el apego es un nicho de mercado, porque el tema que venden del apego no es un estilo de crianza, es un nicho de mercado. El apego no se puede comprar, no sigue un protocolo.

Medios de comunicación indeseables con las madres

https://okdiario.com/bebes/cuantos-tipos-madre-existen-2662591
https://mejorconsalud.as.com/8-tipos-mama/
https://www.elle.com/es/living/ocio-cultura/a36287179/maternidad-tipos-de-madre/
https://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130505/abci-tipos-madre-libro-201304181235.html
https://www.guiainfantil.com/familia/padres/como-identificar-a-los-distintos-tipos-de-madres-toxicas/

El apego. ¿Qué narices es eso del apego?

Lo que hay que tener en cuenta es que se está hablando de los vínculos sociales que establece el/la bebé. Estamos hablando de que cuando los/las bebés inician la exploración de su entorno, y ahí nada tiene que ver el colecho, la lactancia ni el porteo, repito, nada tiene que ver, se vuelven a la figura de apego cuando se sienten inseguros, cuando se sienten indefensos, cuando no saben qué tienen que hacer. Supuestamente la figura de apego será la que les proporcione la seguridad, la confianza y se asume que les enseñará cómo tiene que avanzar en esa exploración.

Repito para que quede claro. En el momento en que el bebé/la bebé empieza a explorar el mundo, con su gateo, cuando da sus primeros pasos o cuando ya está caminando con relativa normalidad por su entorno cotidiano, sea el que sea, encontrará resistencias, situaciones incómodas y extrañas para el/la bebé, así que acudirá a su figura de apego en busca de consuelo, alivio, tranquilidad, y demás cuestiones que hagan que el/la bebé se sienta seguro/a. Lo bueno es que este bebito/a que está iniciando sus primeras exploraciones tenga muchas figuras de apego. Tenga bases seguras allá por donde vaya. Tenga la seguridad de que puede explorar con tranquilidad y que puede volver a base segura, a la figura de apego, donde encontrará “su merecido descanso” sin dudas y con respeto.

¿Por qué digo que no tiene que ver con el colecho, la forma de lactancia ni el porteo?

Porque eso que han venido llamando crianza natural no es más que un nicho de mercado del cual muchos y muchas están sacando sus buenos lucros. Teniendo en cuenta que más del 80% de los bebés tienen “apego seguro”. El colecho, la lactancia en exclusiva de pecho y el porteo no son garantía de un apego seguro, primero porque el apego seguro no va de eso, no va de presumir del colecho, de que se le dé o no pecho al neonato o de eso que han llamado porteo, como si los bebés que van en brazos o en carrito no se portaran, y segundo porque el apego tiene que ver con la exploración que realiza el/la bebé de su entorno.

Entonces, cuando se hace colecho, cuando se da el pecho o cuando se hace porteo no hay situaciones en las que el/la bebé tenga que manifestar su apego ya que no está explorando su entorno, aparentemente no hay situaciones de riesgo en las cuales tenga que emerger el apego.

Un experimento cruel

Aunque este experimento hoy en día no había pasado el control ético, y por tanto no se habría realizado por la crueldad tan grande que tienen. Nos remitimos a Harlow para poner un poco de contexto al tema. Harlow realizó una serie de experiencias de separación de monos de sus madres desde el nacimiento y los crió con madres sustitutas, una de las cuales consistía en un cilindro de alambre que tenía acoplado un biberón y otra un cilindro semejante, pero recubierto de felpa. Esta forma de crianza es conocida como privación materna.

Harlow observó que aunque el biberón estaba en la «madre» sustituta de alambre los monos pasaban la mayor parte del tiempo que no estaban mamando subidos a la de felpa e interactuando con ella. Cuando algo asustaba a los monitos estos corrían a refugiarse en la «madre» de felpa. Parecía que los monos satisfacían una necesidad de cuidado, afecto y protección con la madre de felpa.

Parecía que los monos satisfacían una necesidad de cuidado, afecto y protección con la madre de felpa.

Esta hipótesis se afirmó con las siguientes situaciones:

  1. Cuando se introdujo un estímulo amenazante a la jaula, los monos corrían con la madre de felpa en busca de cuidado.
  2. Un grupo de monos que habían pasado varios meses sin volver a la jaula donde habían sido criados, al regresar iban a toda velocidad con la madre de felpa, demostrándole intenso cariño.

Las crías pasaban la mayor parte del tiempo con las “madres” de felpa, y además las utilizaban como una base segura a la que se amarraban cuando tenían miedo al introducir los experimentadores algún objeto extraño en la jaula.

Hoy sabemos que la alimentación ni es lo único ni es lo más importante en la relación madre-hijo, tal y como se planteaba en el momento en que se hicieron estos experimentos.

Otro experimento

Konrad Lorenz (1903–1989) ganó el Premio Nobel de Medicina y Fisiología del año 1973 por sus estudios sobre la Etología. La Etología estudia el comportamiento de los animales. K. Lorenz y Nikolaas Tingergen estudiaron los gansos y sus crías en 1937.

K. Lorenz no está “limpio”, sus estudios dieron lugar a justificar las barbaridades de los nazis. Lorenz llegó a la conclusión de que la hibridación pervertía el comportamiento de las aves, sus rituales y llevaba a la especie a su fin. Y, sin más, extrapoló esas conclusiones a la humanidad. El resultado fue la justificación de la eugenesia para evitar que la raza aria, que tanto admiraba, se mezclara con otras razas impuras, como los judíos y los gitanos. La élite del III Reich celebró sus ideas sobre “la degeneración” que conlleva la hibridación de especies y su aportación al futuro de “la raza aria”.

Nikolaas Tingergen no sentía que había aportado a la Ciencia. Su libro Naturalistas curiosos (1958/1986) ha inspirado a generaciones de personas comunes y a futuros investigadores del comportamiento animal y les ha mostrado el valor de comprender los “pequeños” problemas de la naturaleza para comprender los “grandes” problemas del universo.

Lo que la etología nos legó, entre otras cuestiones, es que los gansos tras nacer tenían un periodo crítico para el establecimiento de la “impronta” o “troquelado”, esto es, los gansos que sus huevos habían sido madurados en una incubadora cuando salían del cascarón seguían “a lo primero que se movía delante de ellos”.

La impronta es un tipo especial de aprendizaje, rápido y relativamente irreversible, que puede tener lugar sólo durante un periodo de tiempo muy breve (el periodo crítico). Por ejemplo, los patitos acabados de salir del huevo siguen y se mantienen socialmente unidos al primer objeto móvil que ven, que normalmente es su madre. Esto se puede extender al comportamiento de los mamíferos con muchas reticencias.

Realidad humana

Vamos a la realidad humana, los bebés institucionalizados, orfanatos y demás instituciones que atienden a bebés sin padres, las figuras de apego no parece que sea quien les da de comer. Porque vuelvo y repito, el apego tiene que ver más con la exploración del entorno más que con el colecho, la forma de alimentación o el porteo.

La búsqueda de la madre/padre/cuidador (la persona que lo cuida, es su base segura y se siente seguro, la figura de apego) en situaciones de riesgo es algo que se comparte con otras especies animales, mamíferos y aves. Estos vínculos, lo que llamamos apego, emergen cuando el bebé/la bebé explora su entorno, que es cuando más expuesta está a múltiples peligros.

Los niños necesitan conocer el mundo, para ello exploran el entorno y en esas exploraciones se alejan de la madre (del cuidador/a), pero también necesitan tener seguro que esa figura de apego va a estar ahí por si la necesitan.

El decir que la lactancia de pecho va a producir más apego es una chorrada muy grande, es volver a los delirios freudianos basados en la más absoluta nada. Es más, el misógino de Freud consideraba que dar de mamar era un acto erótico.

El primer objeto erótico de un niño es el pecho de la madre que lo alimenta; el amor tiene su origen en la dependencia de satisfacer la necesidad de alimento. No hay duda de que en principio el niño no distingue el pecho del propio cuerpo; cuando el pecho ha de ser separado del cuerpo y aislado en el «exterior», porque el niño percibe su ausencia repetidas veces, entonces, como un «objeto», lleva consigo una parte de la catexis libidinosa narcisista primitiva. Este primer objeto llega a completarse más tarde hasta formar la persona de la madre, que no sólo alimenta al niño sino que cuida de él y provoca así en el mismo cierto número de sensaciones físicas diversas, placenteras y penosas. Al cuidar del cuerpo del niño se convierte en su primera seductora. En estas dos relaciones se halla la raíz de la importancia de la madre, única, sin paralelo, establecida inalterablemente para toda la vida, como el primer y más fuerte objeto amoroso y como el prototipo de todas las relaciones amorosas posteriores para ambos sexos. En todo esto los fundamentos filogenéticos predominan de tal modo sobre las experiencias personales accidentales que no importa si un niño ha mamado realmente o si ha sido criado con biberón y nunca gozó de las ternuras del cuidado materno. En los dos casos el desarrollo sigue el mismo camino; puede ser que en el segundo su nostalgia posterior sea mayor. Y por mucho tiempo que haya sido alimentado por el pecho materno, siempre le quedará la convicción, al ser destetado, de que su alimentación fue demasiado corta y demasiado escasa (Freud, 1938, trad. cast. p. 1047). https://tuvntana.files.wordpress.com/2015/06/texto-esquema-del-psicoanalisis .pdf

Esta concatenación de frases con sujeto, verbo y predicado nada tiene que ver con el apego ni con la crianza, lo que pasa que muchos han estado bebiendo de estas fuentes y han liado mucho la crianza.

Cómo se llega a lo que hoy conocemos como apego

Mary Ainsworth (1913–1999) propuso un experimento llamado “situación extraña”. Fue un experimento de laboratorio, no era posible observar en el ambiente familiar el equilibrio entre las conductas exploratorias y de apego.

Se preparó una prueba situacional donde se introducían a los sujetos extraños en la díada “madre-hijo” cuando el bebé tenía cerca de un año. El objetivo era observar a los bebés y hasta qué punto podrían utilizar a la madre como base segura para explorar una situación extraña.

Voy a hacer un paréntesis, consideran a Ainsworth como “discípula” del psiquiatra psicoanalista John Bowlby (1907–1990) creo que es un error. Cuando Ainsworth llegó a Londres ya era doctora, había realizado una carrera en la Armada de Mujeres Canadienses. En el Instituto Tavistock trabajó con Jonh Bowlby de tú a tú. Más tarde, Mary, se trasladó a Uganda desarrollando sus teorías en el Instituto Africano de Investigación Social de Kampala.

Situación extraña

M= madre

O=observador

B= bebé

E= extraño

Episodio 1 (M, B, O). La madre (M), acompañada por un observador (O), lleva al bebé (B) a la habitación y luego O se va.

Episodio 2 (M, B). M pone a B en el lugar indicado, luego se sienta despacio en su silla, participando sólo si B requiere su atención. Durante 3 minutos.

Episodio 3 (E, M, B). Entra una extraña (E), se sienta tranquilamente durante 1 minuto y luego se aproxima lentamente a B, mostrándole un juguete. Al final del tercer minuto M abandona la habitación discretamente.

Episodio 4 (E, B). Si B está jugando, E no participa. Si está inactivo intenta interesarle en los juguetes. Si está afligido intenta distraerle o consolarle. Si no puede consolarle se interrumpe el episodio; en caso contrario dura 3 minutos.

Episodio 5 (M, B). M entra, se para en la puerta para dar a B la oportunidad de proporcionar una respuesta espontánea hacia ella. Después E se va discretamente. No está especificado lo que M hace a continuación — excepto que se le dice que después de que B esté jugando de nuevo con los juguetes se vaya otra vez tras detenerse para decir ‘adiós’. (Duración indeterminada del episodio).

Episodio 6 (B solo). Se deja al bebé solo durante tres minutos a menos que esté tan afligido que el episodio tenga que cortarse.

Episodio 7 (E, B). E entra y actúa como en el episodio 4 durante 3 minutos, a menos que la aflicción provoque una interrupción. (Ainsworth y Wittig, 1969, diseñaron un procedimiento algo diferente para el episodio 7, y se intentó con los primeros 14 sujetos, pero luego se utilizó con los restantes sujetos el procedimiento más simple relatado aquí).

Episodio 8 (M, B). M vuelve, E se va, y después de que se haya observado el encuentro se termina la situación.

Este sencillo experimento dio lugar a lo que se llama “Teoría del Apego”, desarrollado por Mary Ainsworth, pero que se le ha adjudicado a J. Bowlby.

Hay algunos elementos constantes:

  1. Mantenimiento de la proximidad: El bebé desea permanecer cerca de las personas con quien se ha establecido el vínculo.
  2. Base segura: El bebé puede explorar y descubrir el mundo (su entorno) con mayor confianza al sentir mayor seguridad y autonomía.
  3. Refugio seguro: El bebé busca el consuelo ante cualquier amenaza, miedo o inseguridad.
  4. Angustia por separación: Se genera por sensación de la ausencia de la figura de apego.

De esto se concluye que: Si el bebé confía en la presencia y/o apoyo de la figura de apego siempre que la necesite, será menos propenso a experimentar miedos. La confianza se adquiere gradualmente.

J.Bowlby extrapoló los resultados de este experimento a la edad adulta. Ese fue el gran error.

La realidad

El nicho del apego se ha extendido como la mala hierba. Están diciendo cosas, vendiendo productos, servicios y asistencias basadas en nichos de mercado y no en el apego. El apego es un vínculo social, eso no se puede comprar o vender, emerge cuando los bebés necesitan explorar su entorno. Como en todos estos asuntos, la persona más importante en estas cuestiones de crianza, el bebé/la bebé, pasa a un segundo o tercer plano porque “el apego… patatas”.

Se ha clasificado el apego en seguro e inseguro, dentro del apego inseguro se encuentra el evitativo, ambivalente y el desorganizado. En más del 80% de la población ha emergido el apego seguro en su infancia. El apego seguro o inseguro no da cuenta de los resultados sociales de los adultos. Ese es el nicho de mercado que hay para vender productos, servicios, asistencias y acompañamientos en base a no dar el uso correcto a constructos psicológicos.

En el siguiente enlace se encuentra unas explicaciones más exahustivas sobre el apego y lo que se ha llamado “la crianza con apego”, un texto imprescindible. Gracias a @jesikarc_jeka, autora de este artículo, por su confianza.

Bibliografía:

http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-92672007000300 021 https://jralonso.es/2014/06/04/gansos-con-impronta/ https://www.ugr.es/~aula_psi/Etologia.htm https://www.lavanguardia.com/internacional/20200301/473827286188/nazismo-konr ad-lorenz-alemania-turingia.html http://www.alcoberro.info/planes/lorenz3.htm

Bowlby, J. (1949). The study and reduction of group tensions in the family. Human Relations, 2, 123–128.

Bowlby, J. (1988). Knowing what you are not supposed to know and feeling what you are not supposed to feel. In A Secure Base: Clinical applications of attachment theory. London: Routledge.

Dicks, H. V. (1970). Fifty years of the Tavistock Clinic. London: Routledge and Kegan Paul. Fraiberg, S. (1980). The ghost in the nursery. In S. Fraiberg (Ed.), Clinical studies in infant mental health. London: Tavistock.

Harris Williams, M. (Ed.). (1987). The philosophy of the Tavistock child psychotherapy training. The Collected

Papers of Martha Harris and Esther Bick. Strath Tay, Perthshire: Clunie Press.

Rustin, M. (1999). The training of child psychotherapists at the Tavistock Clinic: Philosophy and practice. Psychoanalytic Enquiry, 19, 2.

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