Acedia
Organizaciones no gubernamentales de voluntariado, que dicen promover el respeto a toda vida humana desde la concepción hasta su extinción natural están cuestionando derechos adquiridos por/para las mujeres y personas no heterosexuales en algunos países. La presión ante los políticos es tanta, que no dudan en dejar los delirios y alucinaciones sueltas para que se insista a la gente que hay que seguir esos delirios.
Siguiendo las instrucciones del papa Juan Pablo II, dichas en la madrileña plaza de Lima en la misa de las familias,1982:
“Pero hay otro aspecto, aún más grave y fundamental, que se refiere al amor conyugal como fuente de la vida: hablo del respeto absoluto a la vida humana, que ninguna persona o institución, privada o pública, puede ignorar. Por ello, quien negara la defensa a la persona humana más inocente y débil, a la persona humana ya concebida, aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral”. “¡Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente!”
Para muchos provida ese nunca de Juan Pablo II se grabó a fuego en sus cabezas y en sus corazones. “Nunca es nunca, porque en la defensa de la vida no caben ni el mal menor ni las componendas”. En esa defensa de la vida no duda en llamar asesinas a las mujeres que se han visto en la tesitura de practicar IVE.
Mostrar información fuera del ámbito eclesiástico, en cuestiones de aborto y la conducta no heterosexual, es una herejía para esta gente, y como tal actúan, para un profano en la materia puede que esto no suponga nada, pero los que se manejan entre los intríngulis eclesiásticos saben que eso significa el ostracismo, que se hará lo posible social, económica, política y confesionalmente para “mandar a alguien al ostracismo”. Para ello utilizarán toda la influencia que sea necesaria para que eso se lleve a cabo. Recuerdo que la jerarquía eclesiástica cristiana está por encima de los estados, el manejo social de la industria de la iglesia es de más de 1700 millones de personas en el planeta, entre los afiliados y sus relaciones cercanas.
Los logros que se tienen previstos para Occidente es que las leyes divinas se imbriquen en las civiles, como en la edad dorada de la cristiandad allá por los siglos V-XV. El control de la familia es algo que se lleva en el ADN de la industria de la iglesia, el control de los bautismos es exhaustivo en todos los países en que tienen representación. La familia es la materia prima de esta industria, aparte de las almas, pero las almas son preparadas para la muerte, mientras en la vida se llevan a cabo los preceptos conductuales establecidos a través de los ritos, liturgias, oraciones más o menos cotidianos.
Cuando falleció el dictador F. Franco en 1975, muchos sintieron que “su mundo se acabó”. Sí, se tambaleó en tierras de la Península Ibérica, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla para muchas personas. Clero, aristocracias y altas burguesías trasnochadas vieron cómo los propios hijos salían buscando nuevos horizontes fuera de ese ámbito axfisiante que había durado demasiado.
La iglesia católica española (ICE), a diferencia de otras, ha optado por actuar como grupo de interés opositor y como aliado de facto de los grupos laicos cristianos. En España la estrategia de oposición del «mundo cristiano organizado» se debe, básicamente, a la agenda socialista (2004–2011) que apostó por «políticas moralmente sensibles» como la ampliación del aborto, la aprobación del matrimonio homosexual, y la introducción de la asignatura Educación para la Ciudadanía.Toda una ofensa para la ICE. En concreto desde comienzos del 2009 se ha desarrollado una importante protesta contra la reforma de la ley del aborto promovida por el gobierno de Zapatero. El mensaje provida, enmarcando lo que denominan derecho a la vida como derecho natural y universal según criterios éticos, jurídicos y médico-biológicos, está produciendo incongruencias sanitarias como la que se presentó con la niña de Tucumán, Argentina, de once añitos, violada, embarazada, mal asesorada y con un arzobispo diciendo por la radio públicamente su nombre para que los fieles fueran a orar a las puertas del hospital donde se encontraba la niña ingresada.
La iglesia en España, a diferencia de otras iglesias europeas, ha actuado claramente como grupo de interés opositor político ante las siguientes cuestiones:
- El aborto
- Homosexualidad
- El matrimonio homosexual
- Educación
Las homilías de los clérigos se han sucedido una tras otra en contra de estas leyes que amparan a personas que durante los siglos han estado relegadas a un segundo plano. En estas homilía se insiste en la vida privada de las familias. La lujuria y el fornicio siguen estando presente ahí donde se encuentre una familia, por eso los clérigos se han erigido salvaguardas de la familia luchando contra la lujuria. Tienen hasta una asociación que el único requisito para ser miembro es el deseo de liberarse de la lujuria y alcanzar la sobriedad sexual.
La historia de la lujuria
La lujuria ha venido definiéndose como el deseo y actividad sexual exacerbados, fuera del control de la razón y de la persona. La lujuria se vincula con la lascivia, relacionada con los apetitos carnales, aunque también se atribuía a ansias por conseguir algún objetivo. Este término aparece en varios pasajes bíblicos haciendo, en su mayor parte, clara referencia a el deseo sexual, y por extensión a cualquier exceso, indecencia, ausencia de freno, etc., que es la imposibilidad de controlar la libido, el propio deseo sexual.
En fin, que una serie de conductas biológicas, ineludibles, ha sido el motivo de la religión para mantener a las familias a raya. El espectro sexual humano es tan amplio que se está empezando a poner orden estos últimos 100 años a nivel académico, desde todas las perspectivas que la Ciencia es capaz de aportar. Antes, muchísimas conductas de ese espectro humano simplemente se clasificaron de pecado o malignas y ya se terminó la cuestión. Con no hablar del tema suficiente, que estar inmerso en una creencia que el sufrimiento da puntos para estar en una futura buena muerte cerca de un amigo imaginario que hará almas eternas, le viene muy bien a la gente homosexual, por ejemplo, para sumar puntos en sufrimiento, la voluntad de “aguantarse las ganas” es un camino para conseguir estar al lado de la divinidad. Esto es lo que nos han vendido por siglos, hasta hace poco se defendía todo esto desde una mirada divina, ahora, los clérigos lo hacen desde una mirada de la Ciencia de la religión, que es la teología, esto es, el estudio científico de dios, el amigo imaginario omnisciente, omnipotente y omnipresente.
Prepararse mediante una vida intachable para combatir las tentaciones de la lujuria, es un camino que inician los cristianos y algunos con mucha vehemencia. Se ha vendido a través de los siglos que la concupiscencia, deseo de bienes materiales o terrenos, en especial deseo sexual exacerbado o desordenado, es el motor de la lujuria.
La palabra deseo empieza cualquier sintagma que se quiera relacionar con la lujuria. Millones de kilos de tinta se han invertido para que se deje claro qué es lujuria y qué no. El arte ha hecho de la lujuria iconos más o menos famosos en todas las épocas. Hay algunas religiones que han labrado en piedra conductas humana muy manifiestas.
Para los que montaron el tinglado de la iglesia se trataba de conductas consideradas vicio capital, capital porque tras ese vicio vienen otros, es algo que lleva al pecado cuando se realizan consentidamente sus propuestas en actos o intenciones. Consiste en: “dejarse llevar de la tendencia reproductora fuera de los ámbitos de la ley divina”. Por lo tanto, consideran que es el abuso de los instintos y la realización de actividades que quedan fuera del plan de dios. Las formas de lujuria pueden ser tantas cuantas desajusten el orden natural y los planes divinos: autoerotismo, fornicación, adulterio, incesto, estupro, rapto, sodomía, sacrilegio, homosexualidad, etc.
También es común en las religiones las personas que han tenido conductas “lujuriosas” en la juventud pero, luego han encontrado la santidad por medio de la iluminación divina y han llevado una vida más o menos contemplativa, literaria, para engrandecer la figura de esa divinidad. Ascetas que han renunciado a los placeres del mundo y que ellos mismos suponen que conocen a fondo las miserias humanas y se creen con la potestad de mostrar sus verdades reveladas, y con manuales de instrucciones para cada parte de la cotidianeidad. Les ha dado por dejar por escrito para la posteridad la serie de lo que “ellos consideran errores/pecados/” y cómo superarlos en base a su experiencia y estudios divinos. Lo que ahora viene siendo los “libros de autoayuda”.
El tema que se ha invertido mucha tinta para convencer a la población que mantener a raya la lujuria a base de batallas personales, los delirios de ascetas de hace miles de años se han forjado en la imaginería de muchas personas a base de usar la lecto escritura para difundir unas creencias en unos demonios que vienen a molestar todo el rato al humano, si se “combate con los demonios se vence y el camino hacia la divinidad se inicia”, a saber con qué delirios, exactamente, se establece contacto con la divinidad.
La lujuria en los términos de pudor y moralidad cristiana, se reconoce como una enfermedad del alma relacionada con los placeres corporales, porque el deseo de estos placeres se arraiga en el alma. La lujuria se opone a la virtud de la castidad, la cual regula el uso de la función sexual según la razón, de acuerdo con el plan del creador para la sexualidad humana. Bajo esas premisas se ha legislado durante siglos. En tiempos contemporáneos, esas leyes han sido derogadas para dar paso a las leyes basadas en los DD. HH., que sí contemplan el espectro tan amplio de conductas humanas.
En los aspectos religiosos cristianos, cualquier sexo fuera del matrimonio, en cualquier forma, incluso la masturbación, se considera un pecado, debido a los pensamientos lujuriosos que vienen junto con el acto y porque desencadena otras acciones pecaminosas, como el uso de drogas, alcohol, etc. Vamos, que la lujuria parece ser el origen de muchos males. Las literatura que usan ahora para explicar la lujuria tienen aires de pseudociencia:
Una buena manera de empezar es entender el llamado (las ganas, la lujuria, los instintos, etc.) sexual, la sensación eléctrica de placer que hace que el sexo sea tan agradable. El llamado sexual psicobiológico involucra nuestras emociones, nuestros cuerpos y nuestras funciones cognitivas.
Y literatura pseudocientífica/bíblica:
La lujuria según la biblia: Al crear al hombre y la mujer a su imagen, dios los puso inmediatamente al servicio de la vida. Él que es la fuente de toda la vida, quiso unir al hombre y a la mujer para que fuesen sus ministros con respecto a la transmisión de la vida humana.
Con la lujuria se da un paso cósmico-cuántico-divino en las explicaciones que muchos hombres, clérigos o no, han hablando de la lujuria que las mujeres les elicitan (las mujeres provocan). Las mujeres también pueden ser las alegorías de las ciudades:
“Tus adulterios, tus gritos de lujuria, tus prostituciones vergonzosas sobre los collados y en el campo, todas tus infamias yo las he visto. ¡Ay de ti, Jerusalén, que continúas impura! ¿Hasta cuándo todavía? (Jeremías 13, 27)”.
“tomaste tus vestidos y te preparaste en las colinas tiendas de abigarrados colores, para entregarte en ellas a la lujuria, como no había sucedido ni sucederá jamás. (Ezequiel 16, 16)”
“como a Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, que, al igual que aquéllas, se dedicaron a la lujuria y la homosexualidad y quedaron como ejemplo, sujetas a la pena del fuego eterno. (Judas 1, 7)”
Mandatos a hombres sobre las mujeres:
“pero para evitar la lujuria, que cada uno tenga su mujer, y cada mujer su marido. (I Corintios 7, 2)”.
“Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel, esa mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis servidores hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes sacrificadas a los ídolos. (Apocalipsis 2, 20)”.
“La mujer estaba vestida de púrpura y de escarlata, de piedras preciosas y de perlas; tenía en la mano una copa de oro llena de cosas horrorosas y de las inmundicias de su lujuria; (Apocalipsis 17, 4)”.
“No permitas que su belleza encienda tu pasión; ¡no te dejes atrapar por sus miradas! Proverbios 6:25”.
La iconografía, muy importante, desarrollada en esos monasterios altomedievales que se llenaron de hombres que estaban muy dispuestos a combatir la lujuria con chorros y chorros de tinta, lo tuvieron muy claro desde casi el principio. El motivo iconográfico es muy sencillo, tanto en sus componentes, como en su definición. Se trata de la representación de una mujer (rara vez el castigado es varón), desnuda y habitualmente de largos cabellos sueltos, cuyos senos son mordidos por sendas serpientes que ascienden enroscándose en sus piernas y a las que la asediada, en vano, trata de separar con las manos. Como variantes más significativas, la sustitución ocasional de las serpientes por sapos, o por la presencia combinada de ambas especies.
Las antiguas representaciones de la Γαια de los griegos o de la Tellus romana (deidades ctónicas, símbolo de la fecundidad de la tierra), como mujeres jóvenes cuyos senos parcialmente desnudos amamantaban a niños y, en ocasiones, incluso, a algún animal entre los que se podían contar los sapos o las serpientes, derivaron durante el románico en la imagen plástica del castigo de la lujuria.
La serpiente, animal maléfico y de connotaciones negativas por excelencia, asediando a una mujer desnuda, sensualidad perseguida hasta límites insospechados por la iglesia medieval. De este modo encajaron es sus historias de la iglesia las iconografías paganas con las cristianas. Dando la vuelta a los significados simbólicos. La postura adoptada por los monjes ascetas hacia la mujer, rigurosa y misógina, es la fuente ideológica de este tipo de representaciones.
La mujer es la descendiente de Eva, causante de la caída del hombre en el paraíso, y por lo tanto inductora del pecado a lo largo de toda la historia de la Humanidad. Para algunos autores llegará a convertirse, incluso, en la encarnación del mal por excelencia, en la imagen misma del demonio; éste se aparecerá al monje para tentarlo in specie mulieris.
La figuración de la mujer desnuda hostigada por serpientes ha ido calando en la población para representar la lujuria. Una imagen que inmediatamente activa los cinco sentidos de quien la contempla. Esta estrategia sin embargo no es algo nuevo, ya que el objetivo de conseguir evocar una sensación física a través de los suplicios corporales es algo absolutamente presente en los textos y las representaciones medievales cristiana, cuanto más sufrimiento mejor para conseguir puntos divinos. Además son estrategias pictóricas, en el sentido de figurativas, del arte popular de todas las épocas.
Los denominados vicios o pecados capitales ocuparon un lugar importante en los estudios de los Santos Padres de la Iglesia oriental y occidental desde el siglo III. Uno de los primeros que habló sobre la lujuria fue Evagrio Pórtico, 345–399, que dejó perlas literarias misóginas como esta, en nombre de un enemigo imaginario:
Mirar a una mujer es como un dardo venenoso, hiere el alma, nos inocula el veneno y cuanto más perdura, tanto más arraiga la infección. El que busca defenderse de estas flechas se mantiene lejos de las multitudinarias reuniones públicas y no divaga con la boca abierta en los días de fiesta; es mucho mejor quedarse en casa pasando el tiempo orando en vez de hacer la obra del enemigo creyendo que se honra las fiestas.
Evita la intimidad con las mujeres si deseas ser sabio y no les des la libertad de hablarte ni confianza. En efecto, al inicio tienen o simulan una cierta cautela, pero seguidamente osan hacerlo todo descaradamente: en el primer acercamiento tienen la mirada baja, pían dulcemente, lloran conmovidas, el trato es serio, suspiran con amargura, plantean preguntas sobre la castidad y escuchan atentamente; las ves una segunda vez y levanta un poco más la cabeza; la tercera vez se acercan sin mucho pudor; tú has sonreído y ellas se han puesto a reír desaforadamente; seguidamente se embellecen y se te muestran con ostentación, su mirada cambia anunciando el ardor, levantan las cejas y rotan los ojos, desnudan el cuello y abandonan todo el cuerpo a la languidez, pronuncian frases ablandadas por la pasión y te dirigen una voz fascinante al oído hasta que se apoderan completamente el alma.
Sucede que estas trampas te encaminan a la muerte y estas redes entretejidas te arrastran a la perdición; por tanto no te dejes ni siquiera engañar de aquellas que se sirven de discursos discretos: en éstas, en efecto, se oculta el maligno veneno de las serpientes.
Evagrio concibió en su obra un programa sistemático o un método eficaz para ayudar a monjes y laicos cristianos en su lucha espiritual. Ojo con la lucha espiritual. El Tratado Práctico o Praktikós está dirigido a su amigo Anatolio quien le pide que le explique el significado de la vestimenta de los monjes. Algunas reflexiones sobre la vida ascética y la vida contemplativa. Muy preocupado por encontrar el equilibrio, concluyó que el equilibrio se obtiene a través de una ardua contemplación (observación), de lo que Evagrio llama los “demonios” o los ocho grandes pensamientos (en griego logismoi), que siglos más tarde en la iglesia católica fueron, algunos piensan que erróneamente, denominados como los siete pecados capitales.
Que estos ascetas denominados “sabios” confundieran trastornos depresivos/ansiosos con “la mano de obra del demonio” no ha traído buenas consecuencias, sobre todo a las mujeres y a los no heterosexuales.
Evagrio vio a otros monjes en una situación de angustia existencial que paralizaba al monje llevándolo al desánimo y exponiéndolo a tentaciones tan graves como las de abandonar la celda o el estado de vida e, incluso, el suicidio. A este fenómeno lo llamaron acedia.
El demonio de la acedia, que es llamado también «demonio de mediodía», es el más agotador de todos. Ataca al monje hacia la cuarta hora y asalta su alma hasta la octava hora […] El demonio fuerza al monje a tener los ojos continuamente fijos en las ventanas y saltar fuera de su celda […] Además, le inspira aversión por los lugares en los que se encuentra y por su estado de vida […] El demonio, entonces, le aconseja desear otros lugares porque, como dice la Escritura, «Dios puede ser adorado en cualquier parte» (Jn. 4, 21) […] El demonio apunta todas sus armas para que el monje abandone la celda y huya del lugar. Este demonio no es seguido inmediatamente por ningún otro, y un estado apacible y un gozo inefable le sobrevienen al alma después de la lucha.
Evagrio que vivía en Egipto, en ese momento Oriente, escribía sobre la acedia con gran preocupación y poniendo sus explicaciones divinas a unos síntomas claramente depresivos/ansiosos, eso lo sabemos ahora, en ese momento era la “hora de actuar del demonio”.
Por el contrario los monjes de Occidente consideraban que la acedia mantiene su carácter de vicio monástico relacionado con una suerte de sequedad espiritual, con el transcurso de los siglos se transformará en un tipo de pereza con respecto a los deberes religiosos, concepto que se afianzará hacia fines del siglo XIV, convirtiéndose finalmente en un vicio contrario al espíritu burgués del trabajo.
Evagrio no fue muy considerado en cuestiones de acedia porque él pregonaba, como anacoreta, para otros anacoretas, sin embargo en occidente los monjes eran/son cenobios, es decir, vivían en comunidad con otros monjes, con una rutinas muy establecidas y marcadas de seguimiento obligatorio.
El caso es que con estos pensamientos ascetas, se fueron perfilando lo que más tarde el catecismo cristiano indicaría como “pecados”. Evagrio es famoso por escribir una réplica, ya que se trata de los modos de replicar o responder frente a los “ataques concretos de los demonios que sufre el monje”.
Estado de la cuestión. Lujuria
Para Evagrio, la acedia no es propiamente un pecado, la lujuria sí. Se trata más bien de un pensamiento dañino, la acedia, un logismos o movimiento tendencial a la falta y, en cuanto tal, distinto del pecado, puesto que éste implica la falta ya cometida. Sea como sea, la lujuria estaba entre estos logismos/conductas, pensamientos/deseos/necesidades.
Actualmente la lujuria se manifiesta en todas las Artes Plásticas y las Literaturas. Más comprendida como lujuria: del latín luxus, “abundancia”, “exuberancia”, prodigalidad, riqueza, profusión, opulencia, superabundancia, exceso, plétora y usando como contrarios los ejemplos siguientes: escasez, parquedad, penuria.
En el marco de la cristiandad, y otras religiones, sí tiene consecuencia caer en la lujuria, se trata de mantener esa moralidad de ascetas pasados sin pensar más allá de enemigos imaginarios llamados demonios. Para estas personas la sola mención de palabras, o la presencia de imágenes “excesivas” ya supone un inicio de lucha interior que denominan que los pensamientos de los demonios están intentando invadir el alma y ello se “combate rezando y apelando a textos del antiguo y nuevo testamento”.
Nos encontramos que en 2022 estos preceptos de ascetas siguen presentes en millones de personas. Personas que consideran que si a una niña la han violado “algo habrá hecho para que dios la castigue”. De ahí se pasa con un salto cuántico-cósmico-divino que si esa niña se queda embarazada no se le da la oportunidad de abortar, el amigo imaginario ha puesta la vida desde la concepción y eso es inamovible.
Nos encontramos que si una persona es no heterosexual es rechazada de plano porque no va con la norma moral de dios, un dios imaginado en los desiertos por ascetas con arrebatos depresivos/ansiosos. Por ello “hay que curar al homosexual”.
Nos encontramos que mujeres con plena conciencia deciden que no quieren tener un hijo en un determinado momento no puede tener la opción de abortar para que “el hijo que ha sido enviado por dios siga con su vida” y son consideradas asesinas.
Nos encontramos con que los dogmas cristianos si que son introducidos por la jerarquía eclesiástica en asuntos de Educación. Para la industria de la iglesia estar en los colegios y los institutos haciendo apología de una creación que inició la saga humana con Adán y Eva, sin más cuestionamientos es una misión evangelizadora. Así que pondrán todas las presiones sociales e influencias políticas en su haber para que la consideración de religión de estado llegue algún día, como en las glorias pasadas con Constantino I y demás.
Las personas que se ven en la necesidad de plantearse abortar o no, y hacerlo con seguridad médico/clínica, las personas que se manifiestan no heterosexuales, según la iglesia han caído o están a punto de caer en el pecado de la lujuria, la mujer que se platee abortar, además, es una asesina en potencia. Las nociones de un universo creado con un origen en un dios omnipresente, omnipotente y omnisciente que hay que guardar pleitesía constantemente son defendidas por todos los medios posibles por la jerarquía eclesiástica, y tratan constantemente que se introduzcan en los curriculums educativos nacionales.
Defender unos DD. HH. con unas condiciones a las creencias religiosas, sobre todo que no se inmiscuyan en las leyes civiles es labor de todos. Las privacidad de las creencias religiosas no debe interferir en los hábitos y conductas de quien no lo comparte. Por lo que respecta a España, el estado proporciona a la jerarquía eclesiástica muchas prebendas en base a una nada pero con muchos creyentes.
Concordato 1953
Ratificación 1976
Concordato 1979
Acuerdo 1979
Ley Orgánica 1980
Registro de Entidades Religiosas 2015
Repaso:
Poner por encima de los DD.HH. unas ideas religiosas escritas hace dos mil años es un retroceso humano.
Esta entrada se ha actualizado en julio 2022.
Bibliografía:
http://www.alfayomega.es/tag/federacion-espanola-de-asociaciones-provida
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3780074.pdf
https://www.biblia.work/diccionarios/lujuria/
https://www.ucm.es/data/cont/docs/621-2013-11-21-6.%20Lujuria.pdf
http://www.ehu.eus/ojs/index.php/ars_bilduma/article/view/16524
https://faculty.washington.edu/petersen/lba/7pecados.htm
http://orthodoxmadrid.com/wp-content/uploads/2011/03/46123292-EVAGRIO-PONTICO-TRATADO-PRACTICO.pdf
http://www.franciscanos.net/patristica/textos/evagrio%20pontico.htm
http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_evagriop
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3825421.pdf
http://estudiosmedievales.revistas.csic.es/index.php/estudiosmedievales/article/download/862/872
https://www.conferenciaepiscopal.es/los-33-doctores-de-la-iglesia-por-orden-cronologico/
https://repositori.upf.edu/bitstream/handle/10230/25286/Conejo_2015.pdf?sequence=1&isAllowed=y
https://www.academia.edu/12143134/Evagrio_P%C3%B3ntico_y_la_exclaustraci%C3%B3n_de_la_acedia
http://www.ea-journal.com/art3.1/Pereto-Rivas-Acedia-y-depresion.pdf